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viernes , marzo 29 2024
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Poliedro y amistad social

 

Por MIGUEL ANGEL BARRIOS

 

 

POLIEDRO Y AMISTAD SOCIAL

Aportes del Papa Francisco a la Doctrina Social de la Iglesia.

 

Miguel Ángel Barrios

 

CON UNA PRESENTACIÓN DE S.S. el

 Papa Francisco

 

CONTENIDO

-PRESENTACIÓN: S.S el Papa Francisco.

-PRÓLOGO: Gustavo Beliz

-PRÓLOGO: Gabriel Fernández

-INTRODUCCIÓN

-POLIEDRO Y AMISTAD SOCIAL

 

Presentación: S.S el Papa Francisco.

Vaticano, 17 de enero de 2023.

 

Sr. Prof. Miguel Ángel Barrios

Querido Hermano,

                           Gracias por su correo.

                           Gracias por enviarme “Poliedro y Amistad Social”. Lo he leído y creo que es un buen aporte para entender, explicar la actualidad de la Doctrina Social de la Iglesia. Estoy seguro de que hará mucho bien a las personas que lo lean.

                    Le deseo un buen y santo año 2023. Que Jesús lo bendiga y la Virgen Santa lo cuide.

                    Y, por favor, no se olvide de rezar por mí. Lo hago por Usted

 Fraternalmente,

                                 Francisco

 

 

PRÓLOGO

ODIO u OÍDO

 

La década del pontificado del Papa Francisco resulta una buena oportunidad para proyectar su mensaje en la dimensión de un mundo que a lo largo de estos 10 últimos años ha sufrido convulsiones impensadas. En el momento de su asunción, el planeta se estaba recuperando de la crisis financiera global y aún continuaba discutiendo la razonabilidad científica del drama del cambio climático. La revolución tecnológica recién comenzaba a despuntar con ritmo exponencial. Las crisis migratorias comenzaban a asomar en el horizonte con profundidad inédita. La tragedia de la inequidad despertaba reacciones diversas en el escenario político que se vería sometido con el correr de los años a un auténtico tembladeral. Pero muy pocos podrían anticipar lo que la evolución de los acontecimientos tendría reservado en el momento de cumplirse una década del pontificado papal. La pandemia del Covid-19, la profundización de la crisis climática y la erupción de una guerra mundial en cuotas con la invasión de Ucrania, convirtieron el mensaje de Francisco en profético, en su más cabal expresión. El pastor “del fin del mundo” formado en Buenos Aires de modo profundo y valiente, desplegaba su mensaje con raíces universales, renovando una agenda de trabajo con horizontes esperanzadores, alejados de las recetas mágicas y más bien emparentados con el comienzo de nuevos procesos de maduración y acción.

De la prolífica expresión de su magisterio y líneas pastorales, entiendo oportuno destacar diez aspectos, a modo de síntesis.

 

  1. 1. La misericordia como eje transversal de la vida en comunidad. “La misericordia a la cual somos llamados abraza a toda la creación, que Dios nos ha confiado para ser cuidadores y no explotadores, o peor todavía, destructores”[1] La inspiración en San Francisco de Asís abarca una convocatoria universal a la defensa de la naturaleza, la integración del ser humano respetuoso del medio que lo rodea, la superación de modelos consumistas que terminan consumiendo personas en su voracidad idolátrica. Agrega Francisco, recordando que su primer Ángelus como Papa lo dedicó a este tema: “El carácter social de la misericordia obliga a no quedarse inmóviles y a desterrar la indiferencia y la hipocresía, de modo que los planes y proyectos no queden sólo en letra muerta.” [2]

 

  1. 2. De la periferia al centro. Francisco introduce en el lenguaje atrofiado del statu quo y la resignación una narrativa que sacude conciencias. Nos habla de

comenzar por las periferias existenciales y materiales; de poner énfasis en los gestos pequeños que no siempre resultan grandilocuentes; de seguir el ejemplo de San José, que tantas veces trabajó artesanalmente en silencio y con paciencia. Mateo 25[3] podría resumir todo el corazón de su pontificado. Frente a las palabras edulcoradas o con tecnicismos pseudoteológicos vacíos de alma, el Papa opta por un lenguaje llano, directo, que llama también a allanar una catequesis desde los cimientos más básicos de los valores cristianos, sin dejarse tironear por las ideologías-que son siempre una forma de servicio militar obligatorio de las ideas-, ni por los populismos que defenestran el sujeto pueblo para disminuirlo a un objeto manipulable en función de idolatrías o autoritarismos.

  1. Una nueva peregrinación que nos convoca a la salida. El testimonio cristiano como hospital de campaña. La necesidad de “primerear” en el abrazo de quien está más necesitado. “La absoluta prioridad de la ‘salida de sí hacia el otro’ como uno de los mandamientos principales que fundan toda norma moral y como el signo más claro para discernir acerca del camino de crecimiento espiritual como respuesta a la donación absolutamente gratuita de Dios”[4]. El Papa convoca a construir una humanidad basada en la superación de falsos muros, que son primero que nada una cárcel interior y luego una falsa fortaleza exterior que nos aleja del distinto, el más débil, el forastero, el extranjero, el adversario político, quien profesa una opinión diversa. La parábola del buen samaritano es el núcleo no sólo de Fratelli Tutti sino también de un programa de transformación social. Una Iglesia pobre para los pobres no es un slogan sino una carta magna de revolución espiritual.
  2. Un puente donde no cabe la teoría del descarte. Donde nadie está de más, donde nadie sobra en una política inclusiva y abarcadora. Desde el comienzo mismo de su peregrinar, convocó a los jóvenes a “hacer lío”, y a tender un abrazo generacional con las personas mayores, en un diálogo que una tiempos y experiencias para enriquecerse mutuamente. “¡Hagan lío! Pero también ayuden a arreglar y organizar el lío que hacen. Las dos cosas, ¿eh? Hagan lío y organícenlo bien. Un lío que nos dé un corazón libre, un lío que nos dé solidaridad, un lío que nos dé esperanza, un lío que nazca de haber conocido a Jesús y de saber que Dios, a quien conocí, es mi fortaleza”.[5] Más aún este mensaje tiene vigencia en medio de una explosión tecnológica que distrae atenciones y corre el riesgo de obnubilar horizontes de las nuevas generaciones. Al decir del querido filósofo Alberto Methol Ferré hace ya más de siete décadas: “Vivimos una situación grotesca: las cosas están animadas y las personas inanimadas. Las cosas ocupan el lugar de las personas y las personas el lugar de las cosas. De ahí que nuestro mundo esté dirigido por el confort, el dinero, las máquinas, etc. y no por las personas. Y ellas son conscientes de tal situación, ¿no les oímos decir «el peligro de la bomba atómica», como si la iniciativa estuviera en ese objeto?”[6].
  3. La unidad es superior al conflicto. Nutriéndose del pensamiento de su admirado Romano Guardini, Francisco nos invita a superar las polarizaciones a través de un “desborde” que encuentra síntesis en una instancia superadora, a través de la amistad social que perfeccione formas de comunidad organizada. Con una cultura del encuentro que nos convoque a rescatar lo mejor de nuestras hermanas y hermanos, en lugar de empeñarnos en luchas internas que sólo profundizan el dolor de los más débiles. Dijo Francisco en su mensaje en la 23ª. Jornadas de Pastoral Social de la Ciudad de Buenos Aires: “Miremos el mundo nomás como está. Guerras por todos lados. Estamos viviendo la Tercera Guerra Mundial a pedacitos. Y eso no es amistad social. Miremos muchos países donde no se sabe dialogar, se grita. Antes que la otra persona termine de decir su pensamiento ya le estamos contestando sin haber escuchado. No puede haber amistad social sin escuchar, sin escuchar al otro. Y para escuchar al otro tiene que haber en mi corazón la presunción de que el otro tiene algo bueno para decirme…” [7]
  4. La ecología integral de Laudato Si, que no es una mera encíclica ecológica sino una voz señera social, porque no separa la economía de la política, sino que subordina los intereses económicos al bien común; antes que nada, en el cuidado de la casa común y de quienes la habitan. Siguiendo un claro magisterio de la Iglesia a lo largo de toda la doctrina social desde Centesimus Annus, Francisco reafirma la función social de la propiedad privada; la no deificación del mercado; el servicio del capital para con el ser humano y no viceversa; la necesaria participación de los trabajadores en la vida empresarial;  la preeminencia de un modelo de producción sostenible por encima de la especulación financiera; el derecho humano básico de asociativismo a través de la irrupción de los nuevos movimientos populares que constituyen una “artesanía del encuentro y la solidaridad” en aquellas circunstancias críticas y de pobreza estructural que las clásicas instituciones no logran superar.
  5. Las nuevas formas de esclavitud visibilizadas en la trata de personas; el narcotráfico que pervierte conductas e instituciones; las mafias estructurales que ponen en jaque el valor de la ley y la convivencia; la manipulación tecnocrática que crea un poder tecnológico sin control ni ética ni capacidad de autolimitación. Nuevas formas de esclavitud que reconocen muchas veces la traición de la soberanía popular a través de formas de corrupción política estructural, que convierten a la función pública en un títere rehén de poderes corporativos, mediáticos o económicamente concentrados. El Papa habla del “pan sucio” de la corrupción: “Se comienza con un pequeño soborno, pero es como la droga…incluso si el primer soborno es pequeño, después viene el otro y el otro: y se termina con la enfermedad de la adicción a los sobornos»[8]
  6. La paz como valor universal en jaque. “De esta crisis saldremos mejores o peores, nunca iguales”, mencionó Francisco en el momento más dramático de la pandemia. Surgió tras este instante terrible de la humanidad un conflicto bélico que reestableció la amenaza nuclear como riesgo existencial; que puso entre paréntesis los esfuerzos por renovar la matriz energética mundial superando la contaminación de los combustibles fósiles; que disparó las ganancias siderales de los fabricantes de armamentos; que distrajo en el demonio de la guerra los recursos financieros indispensables para superar el cambio climático y la injusticia social; que impuso una lógica de la polarización, de las amenazas de bloques y de los delirios destructivos como un lenguaje obsceno que no parece alcanzar límites en el horizonte. Como si el reloj de la humanidad hubiera retrocedido a épocas en las cuales la voz de otro Pontífice, Juan XXIII, también se expresaba con contundencia frente al peligro de un cataclismo nuclear.
  7. Neocolonialismo extractivista de proyectos colectivos y sanas utopías. En “Soñemos Juntos”, acaso el libro más logrado hasta el momento de cuantos resumen el ideario de Francisco, el Papa convoca a vivir tres tiempos -ver-juzgar-actuar, reafirmando que existe un “tiempo para ver”, un “tiempo para elegir” y un “tiempo para actuar”. Son múltiples las instancias donde la clase dirigente mundial se niega a “ver” la realidad de la degradación ambiental que exige medidas urgentes más allá de vanas promesas. Son variadas las instancias donde la “elección” de políticas públicas promueven la acumulación de riqueza más allá de lo sostenible climática y socialmente. Son reiteradas las instancias donde la decisión de “actuar” se condice con la agresión desenfrenada y deseos de dominación depredadora. Se trata de recuperar un sentido de utopía que sea fecunda a través del compromiso comunitario, tal cual ya lo convocaba el cardenal Bergoglio en 2005.[9]
  8. El llamado a una audacia creativa. En vísperas de llegar a los diez años de su Pontificado, en su mensaje de Cuaresma, Francisco recuerda las palabras del Señor Jesús cuando se transfiguró en el monte Tabor frente a Pedro,  Santiago y  Juan. “«Levántense, no tengan miedo». Bajemos a la llanura y que la gracia que hemos experimentado nos sostenga para ser artesanos de la sinodalidad en la vida ordinaria de nuestras comunidades”.[10] Lo que puede ser una apelación sólo eclesial, se convierte también en un desafío para toda la Patria. “La palabra “sínodo” contiene todo lo que necesitamos entender: “caminar juntos” (…) Caminar juntos —laicos, pastores, obispo de Roma— es un concepto fácil de expresar con palabras, pero no es tan fácil ponerlo en práctica” (50 Aniversario del Sínodo de los obispos, 17.X.2015).[11]

Diez años. Diez pilares de su prédica. Diez referencias, entre muchísimas otras, para encontrar mejores esperanzas y motivos de trabajo comunitario. El presente ensayo del profesor Miguel Ángel Barrios constituye un aporte muy valioso para “caminar (y vivir) juntos” el mensaje del Papa Francisco. Meditarlo, discernirlo, aprehenderlo y aprenderlo, es el primer paso indispensable para vivirlo y predicarlo…si es necesario también con palabras, como diría San Francisco de Asís.

El profesor Barrios reafirma en este trabajo que el mensaje social de la Iglesia no es una pieza de museo ni un conjunto de postulados que pueden repetirse con la inutilidad de campanas de madera resonando en medio del desierto. Por el contrario, constituye una convocatoria que trasciende fronteras y supera obstáculos, para reunir a todas las personas de buena voluntad a una epopeya emancipadora. La inmensa producción de esta década del obispo de Roma constituye un manantial inapreciable de ideas que iluminan y de valores que son un faro permanente. Como argentinos, tenemos la cuenta pendiente de asumirlo en su plena dimensión, de jerarquizarlo en la talla de líder mundial y de abrazarlo como factor de genuina inspiración. Más allá de las refriegas gallináceas y de los poderes ocultos que tantas veces distorsionan malignamente frases y gestos, se trata de superar la actitud de odio justamente pronunciando esa palabra de atrás para adelante. En efecto, “odio” también puede ser transformado en “oído”. En escucha profunda, con madurez emocional y espiritual, para poner un oído en el Evangelio y otro en el corazón del pueblo, sabiendo que es el mejor modo de no errar el camino.

Gustavo Beliz, febrero 2023.

 

PRÓLOGO

Entender, crear, desmalezar

Gracias Miguel Barrios.

Nos toca vivir tiempos apasionantes. Podemos asomarnos a las puertas entre abiertas del futuro y atisbar algunos rasgos que se van configurando en base a los elementos ya existentes.

Interesante decurso el que hemos transitado. Y más interesante el que afrontamos ahora.

Tras un período de oscuridad, pletórico de invasiones y avasallamientos, durante el cual se irguió como referencia universal el dinero sin sustento, asoma el equilibrio. Hasta el último instante de hegemonía del Consenso de Washington, las naciones de una periferia definida de ese modo sin argumento geográfico alguno, fueron llamadas subdesarrolladas; desde hace dos décadas aproximadamente, pasaron a ser emergentes multipolares. No es sólo una diferencia marcada por la denominación.

La crisis del bienio 2008 – 2010 puso en evidencia la dificultad de establecer en todo el planeta un esquema concentrador, rentístico, violento. Un esquema que prescinde del ser humano como realizador y hasta como comprador. El derrumbe de las entidades financieras más importantes dio cuenta de la existencia de compañías que lograron durante el tramo previo acumular riquezas insondables e injustificables a través de una transferencia de recursos que debilitó los aparatos productivos y sumió a una parte de la población mundial en la miseria y el sojuzgamiento.

Los programas de ajuste destinados a esa canalización se expandieron globalmente y, para sorpresa de los pueblos del centro occidental, empezaron a aplicarse al interior de los mismos países líderes. Sus impulsores se hicieron dueños de los Estados y los pusieron al servicio de las finanzas, concatenadas con la fabricación y venta de armas, amparadas por el control de los grandes medios de comunicación y dinamizadas por el manejo de nuevas tecnologías que, pese a ser creaciones humanas de enorme valor, fueron orientadas hacia la manipulación de las sorprendentes redes sociales.

Sin embargo, cuando se pensó en la cristalización del orden mundial sobre esos parámetros, cuando se estimó que la historia había concluido, los pueblos se fueron articulando en base a otros preceptos. En muchas regiones, los Estados retomaron presencia, las economías productivas se posicionaron en detrimento de la renta, las propuestas de paz se multiplicaron.

En ese sendero transicional nos encontramos. Por eso son tiempos apasionantes.

No están exentos de la persistencia del dolor que causa la continuidad de poderes parasitarios, pero contienen en su interior la claridad manada de proyectos que involucran a la comunidad, organizada cooperativamente, como constructora de su destino. Este panorama posee una paradoja: es más sencillo visualizar pasado y futuro que averiguar en qué presente estamos insertos. Sobre todo porque ese foco está borroneado por esos espacios comunicacionales que pretenden insertar el desánimo mostrando como actual un mundo que se va desvaneciendo sin prisas, claro, pero sin pausas.

En ese marco surgió la bendición de una designación. En ese marco complejo la sabiduría colectiva encauzada en una institución antigua e inspirada por un Creador, se potenció. El obispo argentino Jorge Bergoglio fue consagrado Papa y adoptó el emblemático nombre de Francisco.

Enseguida, el Pontífice lanzó su prédica por la paz, la justicia, la Tierra el Techo y el Trabajo, un ambientalismo asentado en los pueblos y sus necesidades; y al rato, realzó la producción por encima de la especulación, advirtió sobre las fugas a los paraísos fiscales, dijo que el ser humano, importa. Convocó a perdonar, a hacer lío, a diseñar una economía de abajo hacia arriba, a rechazar la acción de los mercaderes de armas, a respetar las idiosincrasias de cada agrupamiento de personas en los distintos lugares de la Tierra. Y viajó donde el ardor de las guerras había rasgado vidas y sensibilidades para emitir desde allí su mensaje de amor, razón, fraternidad.

De entrada nomás, el querido compañero Miguel Barrios lo entendió. Por eso gracias.

Es que la obra del autor de este magnífico libro viene de lejos y contiene las herramientas que facilitan la comprensión de la actualidad. Su recorrido previo por la historia sub continental lo llevó a conclusiones metholianas destinadas a observar los factores esenciales que hacen imprescindible la unidad federada para establecer una asociación regional industrial. Su labor de fondo permitió a las nuevas generaciones conocer a los hombres y mujeres que traccionaron en esa dirección a lo largo y a lo ancho de la Patria Grande.

De esas elaboraciones surge con naturalidad la comprensión de este presente y sus proyecciones. Eso que está plasmado en Poliedro y amistad social.

La obra que usted tiene entre manos, lector, es un vigoroso trazo sobre las características multifacéticas de la humanidad, la importancia del diálogo y el aprendizaje, el vínculo entre individualidad y sociedad, la relación entre persona y pueblo, el nexo entre política, espiritualidad y economía. Para el despliegue de esas y otras elaboraciones, el profesor bucea en el decir de Francisco, lo destaca en sus flancos pertinentes. Brinda pautas nítidas para percibir en simultáneo la vigencia de la Doctrina Social de la Iglesia y los valiosos aportes realizados por Francisco.

El recorrido por las páginas permite absorber los ejes del planteo papal y al mismo tiempo reconocer el rastro que una cultura compartida brinda hondura y pasión a un texto que debe ser leído, estudiado, debatido. En esa forja enlazada, el Pensamiento Nacional argentino ocupa un vector central. Este periodista considera que no está nada mal apuntarlo y, módicamente, enorgullecerse de semejante tradición.

Los nuevos tiempos portan aquél dolor y estas esperanzas. Para su aprehensión, resulta importante evitar que las desgracias heredadas del tramo descripto cubran con un manto oscuro las creaciones que empiezan a despuntar.

Francisco señala el sendero. Desmalezarlo para poder avanzar, como hace Miguel, es nuestra tarea.

Gabriel Fernández, marzo 2023

 

 

INTRODUCCIÓN

La Iglesia, el Papa y la nación latinoamericana

La elección como Sumo Pontífice del Cardenal y Arzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio como su Santidad Francisco, nos obliga a repensarnos desde la inteligencia histórica. La Historia constituye el movimiento dinámico de los pueblos en la búsqueda de su dignidad en tiempo y espacio.

Este libro se suma modestamente en la misión del compromiso como laico comprometido con la misión cristiana que nos otorga el bautismo de celebrar el acontecimiento del décimo aniversario del Ministerio del Papa Francisco y adherirnos a las celebraciones que nos invita la Conferencia Episcopal Argentina entre el sábado 11 y el domingo 19 de marzo, donde en distintas regiones se llevarán a cabo actos conmemorativos.

La Memoria nos interpela en forma dinámica. Encapsular la Memoria, implica embalsamarla. Analizar al Papa Francisco desde las categorías de progresistas-conservadores, conservadores-hiperconservadores, procesistas-no procesistas, nos parece válidos y respetables. Sin embargo, se corre el riesgo de sumergirse en un reduccionismo total y ver la historia desde el bien y el mal, y la historia es una lucha incesante de centros y periferias y no un problema moralistal. Trataremos de brindarle otra óptica, reconociendo la validez de todo lo que se ha dicho y del debate y proyecciones que significa el primer Papa latinoamericano y además argentino. Bienvenido el debate.

Nosotros nos quedamos con las afirmaciones hacia la figura del Papa Francisco, de figuras como Leonardo Boff, Adolfo Pérez Esquivel y Alicia de Oliveira, en lo que hace al papel de no complicidad de Bergoglio con el régimen militar violador de los derechos humanos. Meter a todos en la misma bolsa, confunde. Y en este aspecto, estas tres figuras aclaran, lo amorfo.

Pasamos ahora, al hecho histórico que trasciende al hombre, en un momento singular de la Historia de la Iglesia como pueblo Universal y de América Latina en su camino hacia la Patria Grande. El circulo cultural latinoamericano tiene su raíz en la Iglesia católica, por eso, los Movimientos Nacionales Populares no cayeron en el anticlericalismo oligárquico de la segunda mitad del siglo XIX de nuestras repúblicas insulares.

La Iglesia Católica se encuentra ante el enorme desafío como Pueblo Universal-para todos los que nos consideramos católicos- de recuperar el sentido de «Misión». Sin conciencia histórica hay algo siempre débil y frágil, y solo desde la conciencia histórica se capta el carácter de la época. Y seriamos necio desconocer, la parálisis eclesial existente, por la debilidad de conciencia histórica ante los gigantescos desafíos que le plantea el sistema mundo, que llevó a Benedicto XVI a renunciar y reconocer la «falta de fuerzas espirituales y físicas» para continuar en el papado, en un hecho inédito desde hace 600 años.

Siempre hubo en la historia del catolicismo empíricamente Iglesias «protagonistas» y «receptoras». América Latina recibe el protagonismo de la misión de la Iglesia Hispánica del siglo XVI.

En verdad, existen cuatro momentos de repulsión teológico-político en América Latina. El primero se reconduce a los años de la fundación de la catolicidad latinoamericana originada por Bartolomé de las Casas con respecto a los derechos indígenas. De esta primera etapa, nace el Derecho Internacional con Francisco de Vitoria.

La segunda, es el liberalismo anticlerical que sirve de ideología oficial de las repúblicas agromineras exportadoras productos de la balcanización. Aquí la Argentina del «orden conservador» o el «régimen», al decir de Hipólito Yrigoyen. El cura Brochero, era el cura de los pobres del yrigoyenismo. Y posiblemente beatificado por el papa Francisco personalmente.

La tercera, un debate más interno, entre un catolicismo elitista y jerárquico o la «nueva cristiandad», planteado por Jacques Maritain – de gran influencia su «Humanismo integral» en la formación del entonces Coronel Juan Perón.

Y la cuarta, es la Teología de la Liberación post Concilio Vaticano II. Esta última, es la primera estrictamente latinoamericana. Más allá, de las apasionantes polémicas y de sus diferentes vertientes, la Teología de la Liberación unificó la opción preferencial por los pobres y la justicia. Y dentro de ella, la variante de la Teología de la Cultura, representada por figuras como el Padre Lucio Gera, Monseñor Gerardo Farrell y por el historiador y filósofo uruguayo, Alberto Methól Ferré. Esta Teología, variante de la oleada de la Teología de la Liberación, acentúa el tema de la religiosidad popular, de los pobres y la cultura, y la de la revalorización de la historia latinoamericana, de la Patria Grande.

Con el papa jesuita Francisco, primer jesuita y latinoamericano, donde las Misiones fueron las «Tierras sin Mal», de donde salieron Artigas y el Mariscal López, donde hoy es el Mercosur, tal vez, se inicie un quinto momento, donde la Iglesia Latinoamericana sea fuente. Pasar de la Iglesia reflejo a Iglesia fuente.

La sola observación estadística muestra que la mayor parte del pueblo católico diseminado en la tierra se encuentra en América Latina.

El Mercosur, el Alba, la UNASUR y la CELAC potencia a la Iglesia como pueblo de Dios y el Papa, únicamente se potencializará con nosotros. Es una interconexión mutua y reciproca. Los pueblos sin misión, mueren y los hombres, sin visión, también mueren. Aquí reside la necesidad de interpenetrarnos con el Papa desde nuestra identidad y nuestra historia.

La intención de este trabajo consiste en haber seleccionado palabras núcleos que forman parte del pensamiento Teológico moral de Francisco y que se fueron incorporando a la Doctrina Social de la Iglesia: POLIEDRO, AMISTAD SOCIAL, CASA COMÚN, SANTOS DE LA PUERTA DE AL LADO, POPULARISMO, POETAS SOCIALES, LA GUERRA JUSTA Y UNA NUEVA DOCTRINA DE LA PAZ y PAPA FRANCISCO / LA REVOLUCIÓN CULTURAL, ES URGENTE.

En el año 2022 puso en vigor la reforma de la Curia con la constitución apostólica “Predicad el Evangelio”[12]

La reforma marca un punto de inflexión, ya que por ejemplo él “Ministerio”, más importante siempre fue la Congregación para la Doctrina de la Fe” y sin embargo de la nueva Constitución surge que el Dicasterio número uno es el de Evangelización, presidido por el Papa. En tercer lugar esta el Dicasterio para el “Servicio De La Caridad “ que quiere decir, una Iglesia pobre para los pobres.

El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y Obispo de San Isidro Monseñor Oscar Vicente Ojea nos dice, que el Papa pronuncia una hermosa frase en la alegría del evangelio: Yo soy una misión en este mundo.[13]

Y podemos afirmar que con Predicate Evangelium, cumplió con esa misión y además de haber trabajado por la reforma económica, los abusos, donde determinó con claridad que era la mayor causa de falta de credibilidad en la Iglesia, en el tema de la pandemia, donde presentó al mundo leyendo el Evangelio de la Tempestad Sosegada solo en la plaza de San Pedro, utilizando esa imagen para explicar la Pandemia porque nos sentíamos frágiles y estamos juntos en la misma barca, demostrándonos que la pandemia era una oportunidad, trabajando denodadamente por la paz mundial y el diálogo interreligioso ecuménico con las religiones abrahámicas, como promotor permanente de una globalización inclusiva que combata la cultura del descarte y tome como protagonistas a los niños y a los ancianos y denunciando a las mafias de la droga y a los mercenarios de las armas.

Francisco nos demostró autenticidad y compromiso desde la fe sin renunciar a su Patria Grande de cuáles son los caminos para vivir en la paz y teniendo a la persona como principio, centro y fin de nuestras vidas en comunidad, es decir en Amistad Social en un sistema mundo que funcione como un Poliedro. Por eso denominé al libro “Poliedro y Amistad Social”.

Como anécdota personal, muy simple, de las infinitas que se han contado en estos días, contaré algo que me atañe, y tiene que ver, con este sentido de esperanza. Mi tesis doctoral en Ciencia Política presentada en la USAL bajo la dirección de Alberto Methol Ferré-al cual Bergoglio admiraba y presento su libro «La América Latina del Siglo XXI- fue «El Latinoamericanismo en el Pensamiento Político de Manuel Ugarte», publicado en el 2007. Un día, me sorprendió una llamada breve del Cardenal Bergoglio, diciéndome «ha llegado la hora de la Patria Grande», en relación al libro.

Miguel Ángel Barrios

 

 

  1. POLIEDRO

 

  1. La cultura del descarte.

El todo es más que las partes, y también es más que la mera suma de ellas. “Entonces, no hay que obsesionarse demasiado por cuestiones limitadas y particulares. Siempre hay que ampliar la mirada para reconocer un bien mayor que nos beneficiará a todos. Pero hay que hacerlo, sin evadirse, sin desarraigo”.

“El modelo no es la esfera, que no es superior a las partes, donde cada punto es equidistante del centro y no hay diferencias entre unos y otros. El modelo es el poliedro, que refleja la confluencia de todas las parcialidades que en él conservan su originalidad… Es la conjunción de los pueblos que, en el orden universal, conservan su propia peculiaridad; es la totalidad de las personas en una sociedad que busca un bien común que verdaderamente incorpora a todos”. (Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, n. 235-236)[14]

Para entender en profundidad que “el todo es superior a la parte” para beneficio de la totalidad tanto en el plano universal, como en el plano de la sociedad nacional o de lo local a lo global tenemos que caracterizar primero lo que Francisco denomina la cultura del descarte.

Hay ciertas realidades, como la pobreza y la exclusión social, que duelen más allá de las posturas o las cosmovisiones que se tenga respecto del mundo. Esto sucede, quizás, porque se intuye la injusticia de la situación, que deja dolorosas secuelas de privación, sufrimiento y muerte.

Aunque a la mayoría la pobreza y la exclusión nos resultan moralmente inaceptables, nos hemos acostumbrado con demasiada naturalidad a convivir con ambas.

Vivimos tiempos difíciles sobre todo para los niños. En septiembre de 2018, el Programa de Naciones Unidad para el Desarrollo (PNUD, 2018)[15]  elaboró el índice de Pobreza Multidimensional para saber cuántas personas sufren carencias múltiples y simultáneas, más allá del dinero. Son 1300 millones, una cuarta parte de la población de los 104 países que se han estudiado. La mitad de esa multitud de pobres son niños. En Argentina según las estimaciones de la Encuesta de la Deuda Social Argentina (2018) que realizó la Universidad Católica Argentina ese mismo año (2018), el 51,7% de los niños y adolescentes de nuestro país vivían en hogares pobres en términos monetarios.

Estos datos cobran toda su gravedad al observarse que gran parte de esa pobreza es estructural y que condena a la exclusión social.

Para cambiar esta injusta realidad, un primer paso es comprenderla como un problema ético – global, que interpela nuestra vida en común y no sólo como un desafío técnico abordable mediante una receta económica. Para ello, el planteo social del Papa Francisco nos ayudará a enfocar el problema, si hacemos propio su diagnóstico de que vivimos en una “cultura del descarte”.

La “cultura del descarte” aparece cuando se considera al ser humano como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar o dicho de otra manera, que se puede excluir. Con la exclusión queda afectada en su misma raíz la pertenencia a la sociedad en la que se vive, pues ya no se está en ella abajo o en la periferia, sino que se está afuera de ella. Los excluidos no son “explotados” sino “desechos”, “sobrantes”.

Por ello, el Papa nos exhorta a decirle no a una economía de la exclusión y la inequidad que considera al ser humano como un bien de consumo. Debemos volver a poner  la defensa de la dignidad del hombre como una cuestión central.

El discurso social del Papa Francisco realiza un aporte fundamental para la sociedad: el de incentivar una reflexión ética que aborda el desafío de la pobreza y la exclusión en el siglo XXI.

De ahí que podemos dimensionar mejor cuando apela a la “misión” a través de una “Iglesia en salida” y que con “alegría misionera” salgamos como cristianos desde nuestras propias comunidades y nos atrevamos a llegar a todas las periferias.

“Cada cristiano y cada comunidad discernirá cual es el camino que el Señor le pide, pero todos somos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del (Evangelio”. Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, n. 20)[16]

La Iglesia es servidora del Evangelio o no es Iglesia y en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium nos describe las implicancias de estar en salida: toma iniciativa; se arriesga a salir al camino; se acerca y logra ir al paso de los que encuentran en el camino; aprende a acompañar como Jesús: escuchando, involucrándose con aquellos a quienes acompaña, hablándoles al corazón. Es decir, con los mismos sentimientos de Jesús, de humidad, pobreza y servicio que se deben hacer presentes en la comunidad cristiana.

“Así como el mandamiento de no matar pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir no a una economía de exclusión y a la inequidad. Esa economía mata. Hemos dado inicio a la cultura del descarte que, además, se promueve… Los excluidos no son explotados sino, sobrantes”. (Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, n. 53).[17]

La globalización de la economía se manifiesta actualmente en cuatro terrenos principales: el comercio internacional, las corporaciones transnacionales, las corrientes financieras y los marcos regulatorios.

La masa de recursos de que disponen las plazas financieras excede en varias veces el valor de las reservas internacionales de las autoridades monetarias de los países. Los mercados financieros son protagonistas decisivos del proceso de globalización.

Nos encontramos ante una globalización en su etapa neoliberal sin precedentes. La ficción globalizadora sugiere en efecto que la revolución científico tecnológica contemporánea ha provocado una fractura en el desarrollo histórico de la humanidad. En materia económica y financiera, la soberanía de los Estados se ha debilitado por la globalización. Pero además se ha formado una visión fundamentalista de la globalización, que se manifiesta a través de una dictadura del pensamiento único, en el cual no hay alternativa posible por fuera de la libre competencia de los mercados.

La sociedad global es una realidad, se revela visible, presente, fugaz, efímera, omnipresente e imaginaria. Pero coexiste con lo más profundamente visible que es el lugar, el espacio de lo local y lo nacional, la identidad y el patriotismo. Allí desde estos ejes es que  debemos impulsar el modelo de poliedro que nos propone el Papa Francisco y que abordaremos en el punto siguiente.

Existe  una especie de destrucción de la categoría de lo social, desde las clases sociales y los movimientos sociales, hasta las instituciones o agente de socialización, nombre que alude a la escuela y a la familia al definir educación como socialización.

La identificación distintiva del nuevo paradigma es la ruptura del vínculo social. Los grupos de proximidad, la familia, los compañeros, el medio escolar, o profesional en todas partes parecen estar  en crisis, y dejan al individuo en una soledad que conduce o bien a la depresión, o bien a la búsqueda de relaciones artificiales y peligrosas, como esos grupos cuyos líderes asientan su influencia en la fuerza y la agresividad.

“La adoración del antiguo becerro de oro ha encontrado una versión nueva y despiadada en el fetichismo del dinero y en la dictadura de la economía sin un rostro y sin un objetivo verdaderamente humano. La crisis mundial, que afecta a las finanzas y a la economía, pone de manifiesto sus desequilibrios y, sobre todo, la grave carencia de su orientación antropológica que reduce al ser humano a una sola de sus necesidades: el consumo”. (Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, n. 55)[18]

Uno de los objetivos centrales de esta “cultura del descarte” para el Papa consiste en que la globalización logre no ver más a sus pobres, que primero son descartados y luego escondidos. Francisco insiste permanentemente en quienes no se puede hacer del dinero un ídolo que se convierta en fin en sí mismo ni erigir a la “diosa fortuna” como nueva divinidad de las finanzas. El Papa permanentemente apunta a cambiar las reglas del juego en el sistema económico global combatiendo a la evasión fiscal y los paraísos fiscales, pero esto requiere de una ética comunitaria.

Tampoco elude una de las claves de la “cultura del descarte”, nos referimos al aborto que “mata directamente”, a los niños y denuncia a una “eutanasia oculta” de los ancianos, cuando se les da sólo la mitad de los medicamentos que necesitan porque “son costosos”.

El problema moral del aborto es de naturaleza pre religiosa porque desde el momento de la concepción está el código genético de la persona, por lo tanto, ya hay un ser humano. En este esquema incluso se separa el tema del aborto de cualquier concepción religiosa para transformarse en un problema científico. No dejar que se siga avanzando en el desarrollo de un ser que ya tiene todo el código genético de un ser humano no es ético. El derecho a la vida es el primero de los derechos humanos. Abortar es matar a quien no puede defenderse.

El aborto constituye un homicidio y para nosotros los católicos la persona existe desde la concepción, así como los ancianos  merecen el reconocimiento social, Por lo tanto, estamos en contra de todo plan neomalthusiano que desencadena  una geopolítica de control de la natalidad  en última instancia de la demografía de los pueblos. El punto crítico no pasa por una supuesta superpoblación de la humanidad sino por una mejor distribución de los bienes globales, aquí está el fondo de este gran debate mundial que encuentra al Papa Francisco como abanderado de los más pobres humildes e indefensos.

Para comprenderlo mejor la práctica del aborto es en realidad un homicidio. De esa manera la cultura del descarte niega la esperanza de los niños que nos traen la vida, que nos hace seguir adelante y la esperanza que está en las raíces que nos dan los ancianos. (Vatican News, 30 enero 2020)[19]

En una misa matutina en la capilla de la Domus Sanctae Mathae del 30 de septiembre de 2019 el Papa Francisco nos habla de la abundancia de la vejez y la infancia. Es signo de la presencia de Dios cuando un pueblo se preocupa por los ancianos y los niños. Cuando se descuida a los niños y a los ancianos se termina en los efectos de la “cultura del descarte”. Es una sociedad estéril. La juventud se puede comprar “Hoy en día hay muchas empresas que la ofrecen en forma de maquillaje, cirugía plástica y lifting… La cultura de la esperanza está representada precisamente por viejos y jóvenes. Son ello la certeza de una supervivencia de un país, de una patria y la iglesia”.  (Papa Francisco, 30 de septiembre de 2019)[20]

Una ética comunitaria permite crear un equilibrio y un orden social más humano. En el sustrato cultural cristiano de muchos pueblos se encuentra la reserva moral de un auténtico humanismo que sirve de protección ante esta cultura del individuo del globalismo globalizado. Es una cultura popular evangelizada que contiene valores de fe y de solidaridad. Esto lo podemos ver en muchos pueblos y países de América Latina que contienen y se refugian en sus valores para mantener la dignidad ante estos nuevos dioses paganos.

Internet, Twitter o Netflix o sea las nuevas redes sociales acentúan en muchos aspectos conductas agresivas, donde la prioridad pasa por opinar sin escuchar y por lo tanto una de las características de este mundo de la “cultura del descarte” es la ausencia de conversación y de esucha que conlleven al bien común. Por supuesto que esto no significa desconocer los aspectos positivos de las nuevas tecnologías en tanto y en cuanto sirvan como herramientas para el trabajo creativo.

El COVID-19 nos pone en un punto de inflexión ya que se trata de una cuádruple crisis: crisis socio ambiental, crisis sanitaria, crisis económica y crisis de reordenamiento del poder mundial.

En este esquema el Papa Francisco fue claro desde un principio: “o nos salvamos entre todos o no se salva nadie”. Esto nos pone a prueba a la humanidad como creaturas de Dios, o muere la sociedad entera o  sobrevive una pequeña casta elitista y tecnológica o sobrevive la humanidad entera. En el fondo estamos discutiendo los fundamentos éticos de un nuevo paradigma de la humanidad en el que las tecnologías, el medio ambiente, el poder político y el poder económico se democraticen, pero será imposible sin una discusión verdadera sobre una nueva ética comunitaria global previa a toda reestructuración de un orden económico y político global.

Ante este enorme desafío, el Papa Francisco nos propone en todos los niveles el modelo del poliedro. El poliedro, que es la unión de todas las parcialidades, que en la unidad conserva la originalidad de su parcialidad. Es por ejemplo, la unión de los pueblos que, en el orden universal conservan su peculiaridad como pueblo y es la unión de las personas en una sociedad que busca el bien común.

Es poner por encima de todos la projimidad es decir, el carácter de ser el prójimo.. En la medida en que la projimidad sea el centro siempre el todo será superior a la suma de las partes.

 

La cultura del Encuentro.

“Reiteradas veces he invitado a desarrollar una cultura del encuentro que vaya más allá de las dialécticas que enfrentan. Es un estilo de vida tendiente a conformar ese poliedro que tiene muchas facetas, muchísimos lados, pero todo formando una unidad cargada de matices, ya que “el todo es superior a la parte”. Como ya se dijo, el Poliedro representa una sociedad donde las diferencias conviven complementando, enriqueciéndose e iluminándose…” (Carta Encíclica Fratelli Tutti, n. 215.)[21]

En el modelo del Poliedro, Francisco invita a la comunidad cristiana a los pobres con su cultura y con su piedad, a las mujeres, a jóvenes y a ancianos, a académicos, empresarios y artistas. El Poliedro no es la clásica esfera redonda donde cada punto es equidistante del centro y no hay diferencia entre uno y otro, sino una figura en la que confluyen todas las parcialidades que conservan su propia originalidad, de modo que la identidad peculiar se integra cordialmente en la comunidad y la enriquece, sin quedar aislada ni esterilizada.

Es la Iglesia del diálogo, no es la esfera rígida uniforme y cuestionadora de las diferencias. (Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, n. 235–237)[22]

Frente a una sociedad uniforme y que elimina  las diferencias culturales o políticas, por considerarlas protuberancias peligrosas, el Poliedro aprecia, respeta, y protege la diversidad, no la encarcela.

En la cultura del encuentro necesitamos de todos inclusivamente, de todos se puede aprender, nadie es inservible, nadie es prescindible. También se necesita al que está en la periferia. Necesitamos silencios para escuchar a todos y sólo así comenzar a construir la cultura del encuentro. Una cultura que consiste en recoger la experiencia y la perspectiva del otro, sin perder la propia identidad. De ahí la necesidad siempre de buscar la síntesis. Siempre incluso en los conflictos. Desde esta perspectiva de la diversidad reconciliada hay que leer los gestos de acercamiento del Papa hacía otras religiones o iglesias.

La cultura del encuentro va más allá de la paz social. Porque cultura significa algo que ha entrado en el alma del pueblo, una especia de pasión compartida, de ganas de entusiasmo, y finalmente de un estilo de vida. Es un pueblo apasionado en encontrarse, en buscar puntos de contacto, en tender puentes. Y además en la cultura del encuentro es el pueblo el que es “sujeto”, no sólo una élite sino todo un pueblo que integra lo cual es mucho más difícil y lento, pero es la garantía de una paz real y sólida. Víctor Manuel Fernández (2016)[23] [3] escribió “Bergoglio siempre rechazó las dialécticas que enfrentan, y su ideal es el poliedro”

Con el modelo del Poliedro como camino hacia la cultura de encuentro el Papa Francisco que brinda un paso más en la “Teología Popular o Teología Del Pueblo” para ir creando una “Teología del Encuentro”.

“La Teología después de la Veritatis Gaudium es una teología kerigmática, una teología del discernimiento de la misericordia y de la acogida, que se pone en dialogo con la sociedad, las culturas y las religiones para la construcción de la convivencia pacífica de los individuos y de los pueblos”. (Vatican News. 27 febrero 2021)[24]

Aquí podemos afirmar que la “Teología del encuentro” que propone Francisco se halla abierta al encuentro, al diálogo y a la recíproca inculturación. La escucha es la clave para la convivencia en el modelo del poliedro.

En lo que respecta a la globalización, el Papa siempre dice que, si se concibe la globalización como una bola de billar, se anulan las virtudes ricas de cada cultura. La verdadera globalización que debe defenderse es como la figura de un poliedro, donde todos se integran, pero cada cual mantiene su peculiaridad que, a su vez, va enriqueciendo a las otras. La globalización que uniforma es esencialmente imperialista e instrumentalmente liberal, pero no es humana. En última instancia es una manera de esclavizar a los pueblos. El fundamento último de Francisco persigue la salvaguardia de la humanidad.

Llevando el modelo del Poliedro a la teoría de las Relaciones Internacionales podemos afirmar que existen tres modelos teóricos de “orden” en la política internacional.

Primeramente, explicamos que “orden” no tiene el mismo significado que en nuestro lenguaje cotidiano como sinónimo de armonía. Sino que “orden” es la consecuencia de la estabilización de un régimen internacional como consecuencia de actores sujetos llamado Estados, de acuerdo a sus respectivos poderes que son uno pero multidimensional: Político, Económico, Científico – Tecnológico, Militar y Cultural.

El primer tipo de “orden” es el orden unipolar, es decir cuando un Estado ejerce un dominio global, ya sea por la vía militar, o económica. En este caso se daría el ejemplo del “modelo de la esfera” del que habla el Papa. En la historia nunca hubo hasta ahora un Estado único que domine al sistema global. Pero es un riesgo permanente que se corre.

El segundo modelo de “orden” es el sistema de equilibrio de poderes de variante bipolar o multipolar. Esto se manifiesta cuando dos actores globales se distribuyen influencia en el mundo. (Estados Unidos y la Unión Soviética), o puede ser la nueva multipolaridad del siglo XXI post COVID en el que más de dos Estados se reparten influencia.

El tercer modelo de “orden” mundial es cuando se materializa una verdadera comunidad internacional que trabaja para el bien común global de la “casa común” respetando los particularismos. Nunca se llegó a manifestar plenamente en la historia de las relaciones internacionales, sin embargo, hubo avances notables de políticas de cooperación y desarrollo. Si se logra plasmar una “Comunidad Internacional” estaríamos ante el modelo de la figura del Poliedro que nos propone el Papa Francisco.

Una Comunidad Internacional que tenga como imagen al Poliedro significa una reformulación a nivel político y económico de los organismos multilaterales emergentes de la segunda guerra mundial.

Una breve agenda que avance hacia el modelo del Poliedro sería:

  • Refundar las Naciones Unidas y cambiando el funcionamiento antidemocrático de su Consejo de Seguridad, para que verdaderamente exprese a las identidades de las regiones del mundo.
  • Refundar el Fondo Monetario Internacional como un órgano crediticio al servicio y desarrollo de la plenitud humana, es decir una globalización mundial de la solidaridad en base a una nueva ética económica.
  • Generar mecanismos de transparencia en lo que respecta a la conducta de los Estados en relación al cambio climático.

Estos puntos se proponen a simple manera de ejemplo de una globalización que funcione en base al modelo del Poliedro. No podemos dejar de destacar algunos aspectos positivos surgidos últimamente del sistema mundial tendientes hacia un funcionamiento de una comunidad internacional:

  • Derechos Especiales de Giros que complementan las reservas de de los países miembro para implementar políticas de protección frente al cambio climático.
  • Ayuda de Naciones Unidas a través del mecanismo COVAX para la adquisición de vacunas contra el COVID.

Estos dos casos concretos nos sirven a manera de ejemplo de que estamos viviendo en una mixtura a nivel internacional entre sociedad y comunidad. Y el Papa representa a través del modelo del poliedro las aspiraciones de sectores pobres del mundo a tener un lugar en la globalización para no ser sobrantes o descartados.

A nivel nacional, el Poliedro nos conduce al modelo de Comunidad Organizada en la cual las personas nos desarrollamos únicamente bajo la dinámica de la comunidad y sin comunidad no hay desarrollo. Esta idea hecha acción conlleva un verdadero pacto cultural basado en la “amistad social” y el diálogo. El modelo del poliedro pondría en funcionamiento a las cuatro identidades superiores que suman a la Nación Argentina: el Estado, el movimiento obrero sindicalizado, los movimientos populares y el empresariado.

El aporte verdaderamente propio y original de la Comunidad Organizada (que tiene sus antecedentes en el primer gobierno de Perón), es el protagonismo de las organizaciones libres del pueblo como núcleo de una democracia participativa que amplia sustancialmente el sistema de representación política y fortalece su legitimidad. Pero el concepto de Comunidad Organizada no es una noción estática, detenida en el tiempo. Está obligado a evolucionar junto a la sociedad, en esta sociedad del siglo XXI, cada vez más diversificada y compleja, donde  irrumpen nuevos actores cuya presencia y protagonismo es imposible de conocer. Es el caso, por ejemplo, de los movimientos populares, concebidos como formas incipientes de organización de los excluidos y de todas las nuevas manifestaciones que expresan la riqueza y vitalidad de la sociedad civil.

La plasmación a nivel nacional, regional y municipal en el plano político – social de este modelo de Poliedro nos conduce a la comunidad organizada del Siglo XXI y por esta vía a la ansiada unidad nacional de los argentinos.

No podemos perder de vista en el modelo del Poliedro que la globalización ha entrado en la fase que muchos cientistas sociales denominan glocalización. El concepto de glocalización se refiere a una mixtura de mutuas influencias de lo global y lo local. Nuestra perspectiva es que la glocalización debe ser asumida para establecer los desafíos a los que nos enfrentamos.

Todos los procesos, todas las corrientes, todos los sucesos, y acontecimientos sociales se inscriben en la relación global – mediación – local. Lo importante de esta afirmación es que permite superar diversos recortes arbitrarios y reduccionismos empobrecedores: la revalorización de lo local no es la sumatoria de sucesos puntuales, ni la enumeración de sucesos triviales: la mediación es continuidad y transformación simultánea: lo global constituye el conjunto de contextos mayores que funciona como marcos social contenedor e interventor de los procesos parciales, locales, de mediación y pasajes.

A nivel nacional sin orden no hay sociedad, donde, orden es sinónimo de diálogo, entre las partes, del conjunto sin que ninguna pierda su identidad, lo contrario al orden, sería el desorden. En este sentido, el orden es la única condición de posibilidad a nivel nacional de la vida social; lo contrario a la vida en sociedad, el desorden, es la vida entre los hombres, pero fuera de la sociedad con ellos, fuera de la sociabilidad.

La raíz del conflicto radica probablemente en la escasez de los bienes que se encuentran en términos relativos desparejamente distribuidos, consustancial con la sociedad, y que siempre debe  ser encausado y regulado.

No podemos divorciar la función del Estado del análisis del mundo social. Así como no hay sociedad sin orden, tampoco hay sociedad sin Estado, porque el Estado es el ordenador de la sociedad. Al respecto, puede admitirse libremente que el Estado emerge como consecuencia de la existencia del conflicto y como necesidad a los fines de encausarlo y regularlo, pero no de anularlo. En suma, el Estado es la estructura y la condición de posibilidad de una sociedad, pero también un instrumento de dominación política cuyo objeto es imponer ese orden que está en función del bien común.

El modelo del Poliedro en el plano nacional consiste en poner en dinamismo al todo sin anular a las partes, porque de esa manera se genera un modelo inclusivo de sociedad que no es ni más ni menos, que la comunidad organizada del Siglo XXI.

Existe una tensión bipolar entre globalización y glocalización. Hay que mirar lo global, porque siempre nos rescata de una visión mezquina de aldeano, pero al mismo tiempo, hay que asumir lo local, porque lo local tiene algo que lo global no tiene, que es la cultura que fermenta y le da identidad a la comunidad.

El poliedro conserva la originalidad de su parcialidad y transforma al ciudadano con una cualidad especial: la projimidad y en esa projimidad se produce la unión de lo universal y lo local y viceversa, que sirve para construir puentes y una cercanía movilizante. Hay que actuar en lo pequeño, lo próximo, pero con la perspectiva global, mediada por lo provincial, lo nacional, lo regional.

El “todo” del Poliedro, no el “todo hemisférico”. Esté (el hemisférico), no es superior a la parte, la anula. Ser ciudadano nos dice el Papa en numerosas homilías significa ser citado a una opción, ser convocado a una lucha, a esa lucha de pertenencia a una sociedad y a un pueblo.

El “modelo del Poliedro” no lo miramos desde cualquier lugar en nuestro caso sino desde la Argentina y América Latina haciéndonos cargo de nuestra historia, como memoria del pasado, coraje para el presente, y esperanza para el futuro

“El verdadero proyecto de América Latina, el de la Patria Grande, de San Martin y Bolívar; o de Artigas, por ejemplo, que hoy en día está como olvidado, para mí es el de los próceres de la independencia más brillantes. Ese proyecto hoy no se ve. (Papa Francisco. Latinoamérica. Conversaciones con Hernán Reyes Alcaide. Planeta. Buenos Aires. 2017. Pág. 109)[25]  Francisco adopta la categoría geopolítica de Patria Grande que acuñó el socialista católico argentino Manuel Ugarte a principios del siglo XX (Barrios, 2007)[26] y que el documento de Puebla incorpora por primera vez a los documentos oficiales de la Iglesia, rescatando el carácter de la unidad cultural mestiza, católica y barroca de América Latina.

En el modelo del Poliedro de la globalización debemos buscar nuestra peculiaridad, nuestra riqueza compartida con las demás y brindarles un sentido. Sin un sentido, corro riesgo de desaparecer en la Globalización como esfera.

En verdad la mejor manera de darle sustento real al modelo del Poliedro pasa por entender que no existe la verdad sola. No es humana. “Lo que da unidad a una persona es su capacidad de conocer la verdad, de amar el bien, y de contemplar la belleza. Esos son los tres trascendentes del ser: verdad, belleza y amor. Y así hacemos la unidad humana”. (Papa Francisco. Latinoamérica. Conversaciones con Hernán Reyes Alcaide. Planeta. Buenos Aires. 2017. Pág. 62).[27] El modelo del Poliedro es el único a nivel mundial, nacional, y local de llevarnos a una realidad de “la cultura del encuentro”, porque como vimos crea un dinamismo inclusivo sin que nada pierda su identidad particular o comunitaria, en cambio, en la esfera se extinguen las identidades para favorecer “la cultura del descarte”.

 

 

  1. AMISTAD SOCIAL.

 La sociedad polarizada.

“Un encuentro social real pone en verdadero diálogo las grandes formas culturales que representan a la mayoría de la población”. (Carta Encíclica Fratelli Tutti, n. 219)[28]

Francisco nos desafía a que como comunidad rompamos los paradigmas en que nos encontramos, donde actualmente predominan sociedades polarizadas y nos señala que tomemos como ejemplo la capacidad de escuchar al otro, a pesar de la diferencia que nos puede separar, siempre hay tiempo para recomenzar y sin la necesidad de esperar que otro lo haga por uno. Nos propone, pensar y gestar un mundo abierto con otros, que tengan en el centro un amor universal, que promueva a las personas y eso implica diálogo y amistad social.

La globalización en su etapa neoliberal ha derivado en un aumento de las desigualdades económicas incluso, en los países más desarrollados, que conduce en muchos casos a una polarización social creciente y al adelgazamiento de los estratos de rentas intermedias.

Esta tendencia obedece a una combinación de factores económicos, demográficos, e institucionales que, no obstante, es heterogénea entre los países. En algunos países más que en otros han crecido la disparidad salarial y la segmentación entre empleos estables y empleos precarios. Además, asistimos desde hace unos decenios a movimientos migratorios y trasformaciones radicales de la familia y de la estructura de los hogares.

Se empieza a afirmar que más allá de las diferencias internas de cada país que los Estados están tomando un rumbo de profundizar las polarizaciones internas. Una de las acepciones de “polarizar” es orientar en dos direcciones contrapuestas. Una sociedad polarizada es en consecuencia, una comunidad en la que sus miembros se dividen y mueven en direcciones contrarias.

Estas polarizaciones toman más fuerza según los estratos sociales y en algunos casos se arman dos bloques sociales en la pirámide político – económica y el pueblo en función de sus preocupaciones cotidianas se hallan al margen de lo que también se denomina “grieta”. (Denominamos “grieta” a lo que en verdad son polarizaciones de ausencia de amistad social en una comunidad, entre diferentes sectores, no es únicamente una cuestión clasista de ricos y pobres, sino de divisiones en la búsqueda del bien común, como insiste permanentemente Francisco como un objetivo a lograr).  Como podemos ver una sociedad polarizada es el modelo antagónico de una sociedad donde predomina el bien común en función de la amistad social y el diálogo.

Los falsos rumores, la propaganda, la agresividad opinológica, escondida bajo las redes sociales o la desinformación han acaparado a menudo el protagonismo en las sociedades polarizadas. El fenómeno de las fake news podría resultar novedoso, pero la desinformación no es algo nuevo. Si lo es sin embargo la facilidad y la velocidad con la que la mentira se expande en una sociedad de acceso infinito a la información.

Democratizar el poder a través del acceso global a la información ha generado, paradójicamente, una cierta fatiga informativa. En las encuestas de Latinobarómetro en América Latina los resultados reflejan una crisis de confianza en las instituciones que alcanza al mismo régimen democrático.

Internet ha democratizado el acceso a la información y nos ha convertido aparentemente, en una sociedad más y mejor informada, pero como en tantas otras cosas, ha traído también nuevas paradojas. Ante la creciente cantidad de información, los ciudadanos sienten desinformación, que acaba por llevarlos precisamente a lo contrario, a una creciente sensación de no saber la verdad y una opinión pública desinformada es más vulnerable y fácil de manipular. En este contexto es esencial que los medios recuperen la confianza de los ciudadanos.

Más allá del ámbito de la política, en el que todos pensamos cuando hablamos de fake news, no podemos negar que éstas circulan en todo el ámbito social, y esas noticias falsas van generando desconfianza y odio entre los mismos ciudadanos, y sin amistad social es imposible lograr el bien común de la comunidad.

Efectivamente la desinformación no es algo nuevo, lo que la digitalización ha traído es nuevo territorio, nuevos límites (también nuevos dilemas éticos y luego actores).

Internet y, más en concreto las redes sociales, hacen que nuestra exposición a estas noticias falsas que llevan a una profundización de la polarización de la sociedad sea cada vez mayor. Además, los ciudadanos no son solo receptores de noticias, las redes sociales nos han convertido en emisores de noticias, es parte del problema.

Cuando nuestra página de Facebook o Twitter nos filtra el contenido pensado por nosotros y decidiendo con qué tipo de contenido interactuaremos, la información que recibimos está siendo polarizada y desaparece el diálogo porque sólo escucho lo que me interesa.

Con el paso del tiempo esta situación puede conllevar a mayores riesgos para toda la sociedad. Por un lado, será más complejo lograr que las personas salgan de ese mundo paralelo que han construido para conocer otros puntos de vista.

Mientras que, por otro lado, la polarización de las opiniones con frecuencia tiende a simplificar los problemas actuales, es decir, deja de ser relevante cómo nos afecta esa cuestión para dar protagonismo a las ideas y a quién piensa como yo y quién está contra mí. Por lo tanto, la comunidad se diluye entre los que están conmigo y los que están contra mí.

A nivel político un ejemplo de agudización de una sociedad polarizada lo llevó a cabo el ex presidente de los Estados Unidos Donald Trump con Twitter. A lo largo de sus cuatro años de presidencia, Trump ha hecho un uso asiduo de esta red social para calar en la ciudadanía con sus opiniones.

Comentarios sobre líderes extranjeros o retwists de memes para desacreditar a personajes públicos ha sido algunos de los contenidos que llevaron a una división a la sociedad norteamericana. A tal punto crítico se llegó, que como es de público conocimiento el día 6 de enero de 2021 Twitter suspendió de forma permanente la cuenta de Trump.

El ex presidente de Estados Unidos movilizó a cientos de sus seguidores desde su perfil de Twitter, provocando el asalto al Capitolio de Estados Unidos que acabó con la vida de 4 personas. Ésta es una demostración de lo que nos puede deparar como sociedad el seguir tomando como única fuente de información la opinión de personas afines a nuestros ideales, sin pararnos a hacer un esfuerzo por buscar otros puntos de vista.

La cuestión reside en que, si un número suficiente de personas cree en una verdad alternativa, ésta se interpone en la solución de un problema, y por tanto todo el mundo sufre las consecuencias.

Durante la pandemia estamos más expuestos a un número de noticias falsas, de difamaciones, de agresiones que va disminuyendo los lazos de afectos comunitarios de una comunidad.

El Papa Francisco expresó: “El tema de la amistad social es un tema que a mí me preocupa, porque por el pecado, por las tendencias, vamos siempre a la enemistad, a la guerra, y nos olvidamos que nuestra vocación es la de la armonía, de la fraternidad, es ser hermanos, la amistad social”. Al respecto, consideró: “No puede haber amistad social sin escucha, sin escuchar al otro. Y para escuchar al otro tiene que haber en mi corazón la presunción de que el otro tiene algo bueno para decirme.  (AICA, 3 de diciembre, 2020)[29]

En este punto Francisco pone a clave central, conversar no es lo mismo que escuchar. Para escuchar se necesita oído que es lo opuesto a odio. Por lo tanto, los dos grandes obstáculos para que se desarrolle un diálogo genuino en nuestras sociedades polarizadas son: la falta de conversación y la ausencia de oído.

Francisco identificó lo que considera los dos grandes enemigos de la amistad social. “Primero son las ideologías que capitanean todo. Tienden a capitanear, y las ideologías logran desarmar lo concreto de la naturaleza humana. Segundo enemigo son las pasiones. La pasión tantas veces busca eliminar al otro. Y no dejar que otro ocupe su lugar. Ideologías y pasiones en todo el mundo van contra la amistad social. (AICA, ob. cit.)[30]

No podemos negar que existen núcleos de amistad social en el mundo. Pero también existe infinita enemistad social y es lo que preocupa al Papa. Basta mirar los niños sin escuela, la gente con hambre, la gente que no tiene atención sanitaria, la inmensa población que no tiene agua corriente, gente que no tiene acceso a vivir dignamente. Y éstos son los signos de que no hay amistad social hoy en día.

Si hay amistad social no debe haber guerras ni necesidades, ni una globalización de la indiferencia dominante. Es decir que coexistimos en un mundo que fomenta por un lado una cultura del odio y la enemistad en función de la mentira, del insulto y la difamación y por otro lado una indiferencia total a los pobres.

En ese sentido, el Papa permanentemente hace un llamamiento a un reencuentro con los más pobres y vulnerables, con los que están en la periferia, a que nos alejemos de los populismos que explotan la angustia del pueblo sin dar soluciones y advierte que debemos huir de la enemistad social que sólo destruye y salir de la polarización.

Y esto no es un camino fácil, especialmente cuando una parte de la política, la sociedad y los medios se empeñan en crear enemigos para derrotarlos en un juego de poder. A esta situación, de disgregación comunitaria sólo se le puede hacer frente desde el diálogo que es el camino para mirar la realidad de una manera nueva, desde el desafío de la construcción del bien común.

Insiste el Papa en llamarnos, a convertirnos, en “arquitectos de la amistad” y en “arquitectos del diálogo” para solucionar los conflictos y las causas de divisiones que existen en la sociedad entre las personas.  (Vatican news, 20 de junio de 2021)[31]

El auténtico diálogo supone el respeto de la capacidad del otro aceptando otros puntos de vista que construyan puentes y desde allí romper con la lógica de la polarización para dar lugar al respeto, sin querer destruir al otro.

En las diferencias puede haber riqueza, pero si no hay diálogo podemos dejar que se transformen en hostilidad, amenazas y violencia.

En nuestro país, como cristianos el tema de la pobreza sigue siendo nuestra principal preocupación. El mundo está sumergido en una época de cambios profundos e irreversibles. Asistimos a una crisis del pensamiento y el primado del pragmatismo.

La amistad social es ante todo una tensión privilegiada hacia los pobres. Esta es la opción fundamental para la Iglesia y su vocación especifica. De hecho, en nuestra realidad la deuda más grande, la hipoteca fundamental sigue siendo la pobreza.

Frente a la realidad de la pobreza, nos encontramos con los causantes de estos males y estos son nuestros enemigos, porque quien causa el mal a los pobres, es enemigo del pueblo, es “nuestro enemigo”.

¿Quiénes son nuestros enemigos, que ahora están adentro en casa? Son los grandes males contra los cuales luchamos:

  • La droga.
  • Las mafias.
  • La trata de personas.
  • La violencia en sus diversas formas.
  • La corrupción.
  • La absolutización del poder dinero.

¿Cuál es la respuesta de la amistad social frente a esos enemigos?

  • La compasión y sobre todo la justicia.

La amistad social, en términos cristianos, debe siempre privilegiar a los pobres y nos debe llevar a trabajar por la justicia, en especial de los pobres y vulnerados, por eso nos debemos oponer a quienes contribuyen a causar mayo pobreza.

Amistad social en este contexto de sociedades polarizadas significa: respeto, tolerancia, dialogo, y deseo de acordar, que son los valores más importantes para la convivencia social y humana.

En el núcleo del concepto de amistad social evidentemente el Papa Francisco se remonta a las fuentes de la doctrina social, en este caso nos parece a la Biblia y a la patrística donde se conjuga en esta línea la figura del Doctor de la Iglesia Santo Tomás de Aquino y la influencia que ejerció en éste, el gran filósofo Aristóteles.

Hablar de la amistad social o concordia, es en el sentido más estricto, hablar de la sociabilidad del hombre que se desarrolla y cobra su significado en la vida comunitaria. Esto se nota nítidamente en el libro la “La Ética  a Nicómaco”

Para poder hablar de la amistad en una comunidad, se ha tomado siempre el concepto que para ello usa Aristóteles: la concordia, que como el mismo refiere es una paz o amistad civil. Con esto explica Aristóteles la comunidad como proyecto.

Santo Tomás de Aquino ha sido el más grande y principal comentarista de Aristóteles.

En la fundamentación Teológica, Santo Tomás se apoyó preponderantemente en Aristóteles, sin desconocer también su relación con San Agustín, pues la Teología del Doctor Angélico se orienta principalmente hacía la Doctrina de la Civitas Dei. Puede decirse, por tanto, que el sistema filosófico de Santo Tomas constituye una síntesis entre Aristóteles y San Agustín.

En esa síntesis Tomista, el hombre es un ser amistoso, tiende a su semejante, no solo para encontrar su propio provecho, sino como movido por el deseo de compartir y convivir. En último término, si los miembros que forman la comunidad tienen un mismo fin, un bien común, éstos deberán ser amigos, porque el bien común también es del otro, es el bien de mis conciudadanos.

En ese sentido, también San Agustín en la ciudad de Dios afirmará con claridad que es el amor, – que conduce a la amistad -, lo que sostiene y define a cada comunidad como tal. Y anteriormente Aristóteles propone la idea fuerza de que los hombres deben vivir en concordia, si son amigos incluso, en algún sentido no sería necesaria la justicia.

Así pues en Aristóteles, San Agustín y Santo Tomás, la amistad se presenta como el fundamento de la vida comunitaria porque esta consiste en la puesta en común de todo aquello que la razón alcanza a conocer y que transmite la palabra: lo justo y lo injusto.  En este sentido, el bien que se comunica con la palabra puede ser algo que en si mismo es bueno, no solo útil o placentero, sino lo mas necesario para la vida según la razón: que no es otra cosa que condice a la virtud o que hará posible la virtud, como la amistad.

Como podemos ver, el Papa Francisco sin dudas toma estas fuentes doctrinarias para proponer la Amistad Social promotora de una comunidad política en la globalización.

La conversación y el oído como camino de respeto, tolerancia y diálogo.

 “Para encontrarnos y ayudarnos mutuamente necesitamos dialogar. No hace falta decir para qué sirve el diálogo. Me basta pensar qué sería el mundo sin ese diálogo paciente de tantas personas generosas que han mantenido unidas a familias y a comunidades”. (Carta Encíclica Fratelli Tutti, n. 198)[32]

El Papa nos señala que oír es distinto a escuchar. Detrás hay un universo hecho de sacrificio, tiempo, dedicación, relaciones y búsqueda de verdad. Cada uno de nosotros necesita ser escuchado y Francisco asegura que el mejor antídoto ante el mal de la falsedad son las personas dispuestas a escuchar. Pues la verdad emerge a través de la fatiga de un diálogo sincero.

Francisco invita a hacer un uso responsable del lenguaje, incluso misericordioso, para no utilizar un lenguaje que pueda ofuscar la interioridad de la persona.

Nos indica que la escucha en búsqueda de la verdad debe nacer de relaciones libres, en la escucha recíproca. Nunca debemos pretender “oír” desde el acento de la superioridad. También nos dice que comunicar significa compartir, y para compartir se necesita escuchar, acoger. Escuchar es mucho más que oír. Oír hace referencia al ámbito de la información; escuchar, sin embargo, evoca la comunicación y significa la cercanía.

En este sentido, la escucha y las relaciones reciprocas ayudan a las personas a compartir, preguntas y dudas o miedos. Pero, escuchar nunca es fácil. Escuchar significa prestar atención, tener deseo de comprender, de valorar, respetar, custodiar la palabra del otro. Nos dice al mismo tiempo que la mediación de la tecnología: correo electrónico, los mensajes de texto, las redes sociales, los foros, no determinan la comunicación auténtica, sino  el corazón del hombre y su capacidad para usar bien los medios a su disposición.

Lo dicho es para dimensionar la importancia que tiene la amistad social en el pensamiento del Papa Francisco. Para el político, el ciudadano es un otro – objeto y no puede no serlo, sin embargo, ello no obsta para una posible “amistad política” y menos aún para la existencia de una autentica amistad social (y política) de los ciudadanos entre sí.

Pero para que haya “amistad política” tiene que haber una comunidad, que es el pueblo al que pertenece.

“…Un principio que es indispensable para construir la amistad social: la unidad es superior al conflicto. La solidaridad, entendida en su sentido más hondo y desafiante, se convierte así en el modo de hacer la historia, en un ámbito viviente donde los conflictos, las tensiones y los opuestos pueden alcanzar una entidad pluriforme que engendra nueva vida. No es apostar por un sincretismo ni por la absorción de uno en el otro, sino por la resolución en el plano superior que conserva en sí las virtualidades valiosas de las polaridades en pugna”. (Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, n. 228) [33]

La primera condición para ser posible la amistad social general es ayudar al pueblo pobre trabajador a salir de la pobreza. (Tierra, techo, trabajo y tecnología). De lo contrario la amistad social con la mitad del pueblo no crece, se debilita; la segunda es educar para la libertad, entendiendo a la educación como desarrollo de las condiciones de las capacidades autónomas de un sujeto pedagógico llamado persona; en tercer lugar, se debe cambiar la cultura vigente del poder como un fin en sí mismo y luchar para tener gobernantes que tengan como virtud la austeridad y el combate contra la corrupción. Y como fundamento superador la creación de trabajo, una justa distribución del ingreso, siempre teniendo como prioridad a los pobres.

Esto debe ser visible para que sea transmisible a otras instituciones de bien público no estatales, laborales, empresariales o civiles. No es posible construir una comunidad con sindicatos donde los dirigentes sean empresarios o los gobernadores o intendentes después de dos periodos de gobierno acumulen inmensos patrimonios personales. Tampoco los grupos económicos deben manejarse con hegemonía en el manejo de la información pública y en el comercio.

El Papa es contundente cuando señala infinitas veces que cuando la corrupción se extiende no puede crecer la amistad social. Con corrupción no es posible ninguna paz, ni amistad social duradera.

Ya siendo Arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires, el Papa escribió un pequeño libro titulado “Corrupción y pecado” donde enseña que “la corrupción no es un pecado, es un estado. Un estado personal y social”. (Cardenal Bergoglio, 2005).[34]

Podemos afirmar que el Papa Francisco introdujo la frase de “amistad social” como recurso y medida para las relaciones humanas de estos tiempos. Justamente introduce esta expresión novedosa en medio de la pandemia del COVID – 19. Frente a la violencia estéril de las sociedades polarizadas que sólo destruye das, vemos cómo el Papa propone a la amistad que construye comunidades y edifica proyectos en común.

Nos enseña que se torna imprescindible para la convivencia social la apreciación del prójimo como un amigo, como alguien con quien se puede tender un puente para recorrer un mismo camino ya que, al fin de cuentas todos caminamos hacia un mismo destino.

Nos recuerda siempre que no puede haber amistad social sin escuchar al otro y sin la presunción en el corazón de que el otro tiene algo bueno para decirme. Y también denuncia que las periferias donde existen enormes carencias son espacios que marcan que no hay amistad social.

En la Argentina tomando las enseñanzas de la “amistad social” de Francisco, uno de los desafíos más urgentes sería abandonar una mentalidad tácita que considera a los pobres – personas o pueblo – como objetos molestos e inoportunos. El rechazo al pobre es un desafío para nuestra democracia. Se elige quién es prójimo y quién no lo es.

La deuda social es la gran deuda de los argentinos, es principalmente un problema ético que nos afecta en nuestra dignidad. Detrás de las estadísticas no hay pobres, hay personas pobres con sus historias de vida.

La credibilidad como cristianos de dialogar y oír desde la amistad social con los pobres pasa por nuestra capacidad de hospitalidad y de entrar en comunión, allí nace la verdadera amistad.

Hay que permanecer siempre cerca del pueblo, y de aquéllos que son débiles y necesitados. Y en esa comunión dejarnos anunciar como nos dice la Evangelii Gaudium, la alegría del evangelio.

Estas personas pobres viven a espiritualidad popular y sienten con plenitud que Jesús ofrece vida plena para todos. Una Iglesia que se acerca en comunión con los pobres es una Iglesia “en salida” y “en estado de misión”, como también nos dice el Papa en la Evangelii Gaudium.

Renuncia a lo meramente burocrático y deja ver su corazón Mariano. Es necesario correr fronteras pastorales para acompañar a los que sufren en sus angustias, sus peleas y sus luchas y sueños. Y con “alegría misionera” abrir la vía de la Misericordia, es decir abrir nuestro corazón donde reinaba la indiferencia y violencia.

“No existe identidad plena sin pertenencia a un pueblo. Por eso nadie se salva solo, como individuo aislado, sino que Dios nos atrae tomando en cuenta la compleja trama de relaciones interpersonales que se establecen en la comunidad humana: Dios quiso entrar en una dinámica popular, en la dinámica de un pueblo” (Exhortación Apostólica Gaudete et Exsultate, n.6)[35]

Desde la “amistad social” podemos entender que la Iglesia es enviada a llevar el consuelo del evangelio a los más pobres animándonos a hacernos prójimos de los demás, para construir una vida digna, con un proyecto común para todos, teniendo una atención especial con los más débiles y frágiles de nuestra sociedad, a pesar de las divisiones y polarizaciones en las que nos encontramos. Sin que nos gane la desesperanza y desconfianza.

Podemos decir que la expresión “amistad social” no remite simplemente a un concepto que podría parecer paradójico, pues la amistad en principio no suele tenerse con la sociedad sino con algunas personas muy concretas; por lo que esa actitud, si es amistad no sería social, y si es social no sería amistad. Es algo más concreto que primero se relaciona estrechamente con la fraternidad. (Universal), que conduce a una siembra (también universal) de paz y al mismo tiempo, a una cercanía especialmente con los más pobres y necesitados.

El Papa Francisco nos dice “la curación del corazón comienza con la escucha” durante el ángelus del domingo 5 de septiembre 2021 una vez más señala que todos tenemos oídos pero muchas veces no logramos escuchar y corremos el riesgo de volvernos impermeables y no dar cabida a quienes necesitan ser escuchados. Nos dice que el renacimiento de un dialogo no viene de las palabras, sino del silencio, de volver a empezar con paciencia a escuchar a la otra persona, sus afanes, lo que lleva adentro. Primero hay que escuchar y luego responder y debemos empezar en la vida familiar. (Vatican News, 05 septiembre 2021)[36]

El Papa Francisco añadió desde el comienzo de su pontificado dos nuevas imágenes geométricas: el poliedro y la pirámide invertida. La imagen de la pirámide es un polígono cuyas caras son triángulos que se juntan en el vértice de la cúspide. Aquí la originalidad de Francisco consiste en afirmar que la Iglesia ha de ser una pirámide invertida, con el Pueblo de Dios en la cúspide y los obispos y el Papa abajo, a su servicio, como Jesús que vino a servir y no a ser servido.

En verdad es una crítica al centralismo patriarcal y jerárquico, al anacrónico clericalismo y una invitación a escucharnos y al diálogo entre todos los miembros de la Iglesia ya que todos caminamos conjuntamente hacia el Reino de Dios.

Con esta parábola de la pirámide invertida, el Papa directamente nos plantea que la primera misión como líder de la Iglesia Católica es el poder como servicio y escuchar cotidianamente a los de abajo.

A tal punto, es  estratégica la importancia que le otorga Francisco a la amistad social como pilar de la convivencia humana que el próximo Sínodo de los Obispos iría a abordar el tema de la sinodalidad, lo que muchos no imaginaban es la forma en que el Papa Francisco ha decidido llevarlo a cabo, con una metodología inédita, al menos en instancias vaticanas.

La sinodalidad no es un invento de Francisco, es algo intrínseco a la vida de la Iglesia, que nace en aquella primera comunidad de seguidores y seguidoras de Jesús donde había la valentía de sentarse, escuchar unos a los otros, discernir y encontrar el camino a seguir, algo no siempre fácil para una Iglesia perseguida, donde ser cristiano se pagaba con el martirio.

Esa Iglesia que escucha, que se interesa por lo que pasa en el mundo y en la vida de los hombres y mujeres de cada momento histórico, se quiso retomar en el Concilio Vaticano II.

El método ver (escuchar), juzgar (iluminar) y actuar se fue apagando, quedando en su segundo plano. Poco a poco con el Papa Francisco y a partir de las reflexiones de la exhortación Evangelii Gaudium empiezan a tomar una dinámica eclesial, en un Papa que se empeña en escuchar y que hace ver que tiene interés y tiempo para escuchar.

Estamos seguros al afirmar que Francisco no quiere, ni élites, ni ideologías en la Iglesia, quiere escucha y diálogo para encontrar juntos el camino a seguir. Estamos ante una Iglesia en la que el Papa promueve que todos hablen y escuchen, fundamentada en la categoría teológica de Pueblo de Dios.

La gran reforma está en marcha, una reforma que perdurará en el tiempo, porque no es algo que surge de la mente iluminada de alguien, es la voz del Pueblo de Dios y eso es algo sagrado.

Todo mundo va a ser escuchado y todo mundo va a tener que escuchar. Estamos ante un nuevo tiempo, no el tiempo de la democracia, y si el tiempo de la sinodalidad, donde la totalidad de los bautizados son protagonistas.

Francisco empieza con el pueblo de Dios a llevar a cabo cotidianamente la amistad social como ejemplo al mundo desde el modelo del poliedro y de la pirámide invertida.

 

 

  1. CASA COMÚN

 

El paradigma de la tecnociencia

““Laudato Si, mi Signore” – “Alabado seas, mi Señor”, cantaba San Francisco de Asís. En ese hermoso cántico nos recordaba que nuestra casa común, es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos.  (Encíclica Laudato sí, n. 1)[37]

La apelación del Papa Francisco en ““Laudato Si, mi Signore”, es simultáneamente religiosa y científica: parte del evangelio, la fe y la teología, pasa por la reflexión filosófica y ética y asume los saberes de las ciencias naturales y de las ciencias sociales. Afirma, que el planeta en el que vivimos es nuestra casa común que está enferma por el maltrato infligido por algunos pocos, mientras las consecuencias negativas las sufren muchos. Ecología viene de dos palabras, eikos y logos, que en griego quieren decir “casa” y “orden”, o sea es la ciencia de ordenar la única casa de todos, la casa común.

Antes de entrar a analizar específicamente la advertencia y las propuestas del Papa Francisco en su primera encíclica realizaremos un pequeño esbozo de la manera en que el paradigma de la tecnociencia fue separando a la persona de la naturaleza. En dándole en carácter de sujeto y tomando a la naturaleza como recurso ilimitado de una economía que usa como objeto a la casa común.

Hasta ahora el hombre ha usado a la naturaleza en forma acelerada, no sólo para asegurar su supervivencia, sino para satisfacer un ansia de dominio y bienestar que no reconoce límites. La actitud de unos pocos frente a la naturaleza es la de no sentirse parte de ella, sino dueño y usuario de sus bienes y servicios.

Esta actitud tiene su origen en los albores de la modernidad donde se empieza a materializar la creación de un dualismo sujeto – Objeto. El mundo circundante que incluía a los otros seres humanos y al conjunto de la naturaleza, paso a ser visto como un objeto y como una otredad a la cual no se pertenecía. Es decir, recién a fines del siglo XX se empieza a percibir que los problemas ecológicos no son de la naturaleza, sino socio ambientales, porque la persona es la que habita la tierra.

Por eso la “Laudato Si”, no es una encíclica de la naturaleza sino que es un documento fundacional del Magisterio sobre un nuevo concepto – de ecología integral – Francisco nos dice al respecto: “Olvidamos que nosotros mismos somos tierra. Nuestro propio cuerpo está constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento, y su agua nos vivifica y restaura”. (Encíclica Laudato sí, n. 2)[38]

El 10 de enero en la Casina Pio IV, se celebró el evento Al Ethics: An Abrahamic commitment to the Rome Call Etica de la Inteligencia Artificial: un compromiso abrahámico con el llamamiento de Roma).

Tres representantes de las tres religiones abrahámicas firmaron el documento titulado “Rome Call for AI Ethics” ” (“Llamamiento de Roma por la Ética de la Inteligencia Artificial”), redactado en el seno de la Pontificia Academia para la Vida y editado por la Fundación “RenAIssance” para promover una «algorética», es decir, un desarrollo ético de la inteligencia artificial. El Papa Francisco destacó en este trascendental acto que “tras la primera firma en el 2020, en el acto de hoy participan también las delegaciones judías e islámicas, que miran a la llamada inteligencia artificial con una mirada inspirada en las palabras de la Encíclica Fratelli tutti. Su concordancia en promover una cultura que ponga esta tecnología al servicio del bien común de todos y del cuidado de la casa común  es ejemplar para muchos otros.

“Las adhesiones a la Rome Call, que han ido creciendo con el tiempo, suponen un paso significativo para la promoción de una antropología digital, con tres coordenadas fundamentales: ética, educación y derecho”. (Vatican News. 07 enero 2023)[39] 

Lo que concretamente estamos comprobando es que la naturaleza no es un recurso ilimitado del cual podamos disponer a voluntad y esta es la lección que venimos aprendiendo desde mediados del Siglo XX en reuniones internacionales sobre temas nucleares, espaciales, ambientales, ecológicos, comunicacionales, informáticos, energéticos, económicos, etc.; que demuestran que aún no hemos logrado aprender.

No podemos ignorar que detrás del uso de la tierra como objeto se esconden o se perfilan la búsqueda del control que facilita el ejercicio del poder. En el fondo la cuestión ecológica es un tema de poder.

El filósofo y sacerdote Romano Guardini (1950, pág. 64)[40]  de gran influencia en el Papa, quien lo cita continuamente afirma que “el hombre moderno no está preparado para usar el poder con aciertos”; por eso, “la posibilidad de que el hombre utilice mal el poder crece constantemente”.

Lo real y concreto, es que a fines del Siglo XX y principios del XXI nos encontramos ante la prevalencia de una visión tecnocientífica del mundo, el dominio se ejerce como tecnología y no a través de la tecnología, que es lo que advirtió Romano Guardini.

Primero se logró el dominio de la naturaleza y luego mediante el desarrollo de la actividad empresarial – industrial se extendieron estos criterios racionales al ámbito de la sociedad, configurando una estrategia de dominio del hombre por el hombre.

El responsable de la hegemonía del paradigma de la tecnociencia es el hombre, quien provisto de su tecnociencia y estimulado por una economía de bienestar y el consumo masivo, se lanzó a un pretendido dominio de la naturaleza para ponerla a su servicio.

La única garantía para el futuro es la de lograr cambiar la mentalidad moderna antropocéntrica y preponderantemente instrumental, que ha logrado colocar al hombre individual en el centro del universo, por una mentalidad donde el desarrollo sustentable y sostenible, ubique a la vida en todas sus formas ene l centro. La humanidad ya no puede estar frente al mundo, sino en el mundo, inflamada con un auténtico sentido ecológico.

Francisco nos dice que “no nos servirá describir los síntomas, sino reconocemos la raíz humana de la crisis ecológica. Hay un modo de entender la vida y la acción humana que se ha desviado y que contradice la realidad hasta dañarla. ¿Por qué no podemos detenernos a pensarlos? En esta reflexión propongo que nos concentremos en el paradigma tecnocrático dominante y en el lugar del ser humano y de su acción en el mundo”.  (Encíclica Laudato sí, n.101)[41]

Pensamos que ha quedado claro que las normas deben ser fruto y venir acompañadas de una nueva mentalidad, de una nueva consciencia, en las personas y en la humanidad toda. Sería ocioso describir aquí lo que todo el mundo conoce respecto al efecto invernadero, la biodiversidad, el agujero de ozono, la lluvia acida, los procesos de desertificación, etc.

Nos damos cuenta de que el planteo económico que conocemos, o sea el de la economía como un fin en sí mismo ha fracasado, la enorme e injusta acumulación de capitales, basada en una explotación indiscriminada de la naturaleza y de los hombres toca su fin. En el fondo, podemos decir que el planteo tecnocientífico encontraba en el marxismo un aliado al cual suministraría la abundancia material que la satisfacción que su utopía requería.

Tanto el socialismo, como el capitalismo han fracasado, porque ambos han considerado que los bienes naturales (incluyendo los hombres), son infinitos y puestos o dados para el uso exclusivo del hombre. Su disputa estuvo centrada en el hombre mismo porque éste era un sujeto prioritario con plenos derechos frente a la naturaleza objeto.

La economía debe ser subordinada a la ecología, el pensar respecto de la casa está, lógica y temporalmente antes que el establecer normas para la administración de la casa.

Si vemos desde una perspectiva histórica, el aparato de producción de bienes para transformar la realidad para el hombre se ha transformado en un aparato de destrucción del hombre mismo, que ya no condiciona tan solo su libertad, sino su existencia. Lo que está fracasando es el afán de utilizar la tecnociencia y la industria para tratar de poner a la naturaleza en beneficio del hombre más allá de sus necesidades básicas.

La realidad viene demostrando la instrumentación de la tecnociencia por parte de científicos utilizados por los poderes para lograr una explotación más eficiente de la naturaleza y hacer buenos negocios conduce a que el paradigma tecno científico jaquee a la casa común.

“La tecnociencia bien orientada no sólo puede producir cosas valiosas para mejorar la calidad de vida del ser humano, desde objetos domésticos útiles hasta grandes medios de transporte, puentes, edificios, lugares públicos, etc.  También es capaz de producir lo bello y de hacer “saltar” al ser humano inmerso en el mundo material al ámbito de la belleza”. (Encíclica Laudato sí, n.103)[42]

En verdad esto supone cambios profundos, en un cambio de mentalidad en estilos de vida, en los modelos de producción y de consumo y de las estructuras consolidadas de poder que rigen hoy en la sociedad. El hombre no se crea a sí mismo, es espíritu y voluntad, pero también naturaleza, Por eso el Papa insiste sobre las raíces éticas y espirituales de los problemas ambientales y de lucha contra el paradigma tecno científico.

El desafío urgente de nuestra casa común incluye la preocupación de unir a todas las familias humanas en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, impulsando una solidaridad universal nueva porque no podemos desconocer la íntima relación entre los pobres y la fragilidad del planeta.

Podemos decir que la ecología expresa una crisis socio ambiental que se traduce en cuidar la vida amenazada.

Es muy importante destacar que este documento se ha convertido en el primera Encíclica sobre ecología de la historia de la Iglesia, y como se trata de una cuestión de poder, como lo dijimos, el Papa se enfrenta a las empresas petroleras, y a los mercados financieros cuando pide  a los ciudadanos del planeta un cambio de estilo de vida.

No se trata de mitigar los desastres del cambio climático, sino de impedir que la Tierra, nuestra casa, se transforme en un inmenso depósito de inmundicias.

El Papa en su crítica al paradigma tecnocientífico se sorprende ante la debilidad de la   reacción de la política internacional y la frecuencia  del sometimiento de la política a la tecnología y las finanzas, que se muestran en el fracaso de las Cumbres sobre medio ambiente.

Desde esta perspectiva, resulta un suceso de impacto internacional que por primera vez los líderes de la Iglesia Católica Romana, la Iglesia Ortodoxa Oriental y la Comunión Anglicana, hayan advertido conjuntamente sobre  la urgencia de la sostenibilidad medioambiental, su impacto en la pobreza y la importancia de la cooperación mundial. En una declaración conjunta los líderes cristianos han pedido a la comunidad que recen por los líderes mundiales antes de la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático, COP26 que se celebró en noviembre 2022 en Glasgow, y que sea la reunión más importante de este tipo desde que se adoptó el acuerdo de Paris en 2015.

El Papa Francisco, el patriarca ecuménico Bartolomé, y el Arzobispo Justin Welby instan a todos a desempeñar su papel para salvar el futuro del planeta: “Debemos decidir qué tipo de mundo queremos dejar a las generaciones futuras, debemos vivir de otra manera; debemos elegir la vida”. (Vatican News. 07 septiembre 2021)[43]

Lo concreto es que este aparato tecnocientífico de dominio ha sido constituido y construido sobre las bases de una ideología que responde a las bases de pensamiento moderno; la economía ha usado a la tecnociencia para el logro de ambiciones desmedidas y fomentó una ideología basada en un pensamiento que hizo un culto de la razón instrumental con arreglos afines, que descuidó una razón valorativa que pusiera a la naturaleza, y a los hombres en ella incluidos, en su justo lugar.

Lo expresado no pasa por un pensamiento tecnófogo, sino  la preocupación por la conjunción producida entre la racionalidad instrumental con arreglos afines tecnocientíficos y la, de la misma naturaleza económica.

No nos cabe la menor duda de que un cambio de forma de pensamiento puede permitir que los mismos logros Tecnocientíficos modernos puedan ser usados por el hombre respetando a la naturaleza y al hombre mismo.

De esta manera se logra un ambiente seguro y sostenible, el respeto al hombre a través de una economía no sólo sostenible, sino también humana. El resultado del paradigma tecnocientífico ha tenido como consecuencia la crisis ambiental, producida en un largo y acelerado proceso de deterioro de la relación del hombre con la naturaleza.

El tema ético pasa entonces por preguntarnos si podemos justificar “la vida amenazada del planeta de la casa común” o si buscamos desde una ética solidaria universal soluciones al problema.

En el primero de los casos la intención básica sería la de usar la naturaleza con el máximo provecho económico posible, bajo el reinado del paradigma de la tecnociencia.

En el segundo dicha intención es la de preservar la naturaleza para obtener la mejor calidad de vida posible, no solo para el hombre, sino para todo ser viviente.

Pero sería razonable que primeramente adquiramos una intencionalidad sustentable a partir de una educación sustentable.

“La consciencia de la gravedad de la crisis cultural y ecológica necesita traducirse en nuevos hábitos. Muchos saben que el progreso actual y la mera sumatoria de objetos o placeres no bastan para darle sentido y goce al corazón humano, pero no se sienten capaces de renunciar a lo que el mercado les ofrece…”. La educación ambiental ha ido ampliando sus objetivos por eso estamos ante un enorme desafío que pasa por lograr la alianza a partir de la educación entre la humanidad y el ambiente”. (Encíclica Laudato sí, n. 209)[44]

Los principios y fundamentos de la ecología integral

La Laudato Si tiene dos pilares sobre los que construye las consecuencias de la ecología integral: las líneas de orientación y acción tanto espirituales como pedagógicas. La combinación de estos dos principios es lo que permite al Papa hablar de la responsabilidad del cuidado de la casa común y describir el alcance de la crisis ecológica hasta llegar a la dimensión social.

Todo está conectado (Encíclica Laudato sí, n. 138)[45] y en consecuencia “el todo es superior a las partes”. (Encíclica Laudato sí, n. 141)[46]

Francisco define a la ecología integral en los siguientes términos: “La ecología estudia las relaciones entre los organismos vivientes y el ambiente donde se desarrolla. (…) no está demás insistir en que todo está conectado. El tiempo y espacio no son independientes entre sí, y ni siquiera los átomos o las partículas subatómicas se pueden considerar por separado. Así como los distintos componentes del planeta – físico, químico y biológico – están relacionados entre sí, también las especies vivas conforman una red  que nunca terminamos de reconocer y comprender. Buena parte de nuestra información genética se comparte con muchos seres vivos. Por eso, los conocimientos fragmentarios y aislados pueden convertirse en una forma de ignorancia si se resisten a integrarse a una visión más amplia de la realidad”.  (Encíclica Laudato sí, n. 138)[47]

Y aquí llegamos al centro del planteamiento del Papa, precisamente porque todo está conectado (la crisis ambiental se convierte en crisis socio ambiental), No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio ambiental.

El principio de interconectividad recorre la Encíclica, por ejemplo cuando vincula la íntima relación entre los pobres y la fragilidad del planeta; la crítica al nuevo paradigma y a las formas de poder que derivan de la tecnología; la invitación a buscar otros modos de entender la economía y el progreso; el sentido humano de la ecología y la grave responsabilidad de la política internacional y local, entre otras cosas.

A tal punto, que llega a afirmar que la incomprensión del principio de interconectividad es la base del antropocentrismo que justifica la dualidad sujeta – objeto: “Si el ser humano se declara autónomo de la realidad y se constituye en dominador absoluto, la misma base de su existencia se desmorona, porque en vez de desempeñar su papel de colaborador de Dios en la obra la creación, el hombre suplanta a Dios y con ello provoca la rebelión de la naturaleza”. (Encíclica Laudato sí, n. 117)[48]

La nueva síntesis antropológica planteada tiene como punto de partida el relato del libro del Génesis, lugar de referencia obligada para toda la Antropología Bíblica y más aún para anteponerse a la antropología relativista tecnicista  de la modernidad, ya que aporta las pistas para conocer la respuesta cristiana a la pregunta sobre el puesto del hombre en el cosmos.

El resultado es la aparición del hombre como ser vivo y alma viviente y esta expresión es la misma para hombres y animales. El hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios, lo que le dota de altísima dignidad y lo coloca en el centro de la creación. Pero su relación con la naturaleza no pasa por dominarla sino por labrarla y cuidarla, porque es parte de ella.

Atento a la crisis de los más pobres, causada por el cambio climático del que es responsable la acción humana movida por la avaricia, Francisco vuelve como vimos a las fuentes del Evangelio, al amor a las creaturas, a la pobreza de las Bienaventuranzas.

“Laudato Si” es un documento fundacional del Magisterio: inscribe el nuevo concepto de “ecología integral” en el pensamiento social de la Iglesia, a la par de la dignidad humana, el destino universal de los bienes, el bien común y la solidaridad.

En la visión religiosa de la “casa común” el Papa considera al mundo como la “casa de Dios”, es decir, un don que Dios ha dado al ser humano, su imagen, para que lo ame, lo custodie y lo desarrolle según las potencialidades para el bien del hombre y las mujeres de todos los tiempos y espacios.

Pero nos dice y convoca: “La humanidad está llamada a tomar consciencia de la necesidad de realizar cambios de estilo de vida, de producción y de consumo”.    (Encíclica Laudato sí, n. 23)[49]

La Encíclica trata de unir lo que la modernidad ha separado; por una parte, el ser humano y por la otra, la Tierra.

En el capítulo IV se produce lo que venimos preanunciando, la síntesis superadora y el Papa fundamenta creativamente el concepto de ecología integral y nos dice: “Dado que todo está íntimamente relacionado y los problemas actuales requieren una mirada que tengan en cuenta todo los factores de la crisis mundial propongo que nos detengamos a pensar en los distintos aspectos de una ecología integral, que incorpore claramente las dimensiones humanas y sociales”.  (Encíclica “Laudato sí”, n. 137)[50]

El Papa nos habla de una ecología ambiental, económica y social y aclara: “Cuando se habla de medio ambiente se indica particularmente una relación, la que existe entre la naturaleza y la sociedad que la habita”. (Encíclica Laudato sí, n. 139)[51]

Lo novedoso de su propuesta de ecología integral es el planteo de una Ecología de la Vida Cotidiana: “Para que pueda hablarse de un auténtico desarrollo habrá que asegurar que se produzca una mejora integral en la calidad de vida humana, y esto implica analizar el espacio donde transcurre la existencia de las personas”.  (Encíclica Laudato sí, n.146)[52]

Pero Francisco no se detiene, sino que nos enseña que “La ecología humana es inseparable de la noción de bien común, un principio que cumple un rol central y unificador de la ética social”.   (Encíclica Laudato sí, n.156)[53]

La inequidad planetaria de la “globalización de la indiferencia” produce que la pobreza no sea un tema colateral del problema ecológico, por lo que se exige un nuevo Estado de Bienestar que genere contrapesos y que aplique el principio del destino universal de los bienes.

La Encíclica no es un documento verde, ecologista, sino una apelación a la justicia social que debe conllevar el desarrollo integral de la tierra.

América Latina es un continente con inmensas riquezas naturales, donde se concentran el 40% de la biodiversidad del mundo. La exigencia de cumplimiento de estándares ambientales en el comercio representa el desafío de incorporar nuevas tecnologías que se adapten a cadenas globales de valor cada vez más exigentes. “El 14% de la producción agrícola corre el riesgo de perderse por fenómenos de sequias o inundaciones si la temperatura aumenta 3°C…La sustentabilidad productiva y ambiental va de la mano, por cuanto la huella hídrica de nuestra producción agropecuaria significa por ejemplo, el uso de 15.000 litros de agua para producir 1kg de carne vacuna”. (Beliz, 2017, pag.11)[54] Gustavo Beliz nos plantea ciertos criterios orientadores para un plan de acción que significa proceder hacia un cambio de paradigma.

  • Destaca el rol de la comunidad internacional y en especial la decisión del FMI de emitir los Derechos Especiales de Giro que puede ser el canalizador de financiamientos para programas de desarrollo sostenible.
  • Incluir los desafíos en los tratados internacionales sobre compromisos con el cuidado  del medio ambiente.
  • Reformular el sistema de gobernanza a partir de instituciones con facultad de establecer sanciones siguiendo el modelo de la Organización Mundial del Comercio.
  • Avanzar en una Reforma impositiva global que no sólo grave la contaminación, sino que fomente el uso de energía limpia.
  • Extender las renovaciones tecnológicas en ámbitos de transportes urbanos limpios.
  • Reforzar el monitoreo y control de la contaminación para garantizar el acceso al agua potable.
  • Re imaginar los fundamentos de una economía basada en la relación con el ambiente y el prójimo.
  • Agregamos la protección de la biodiversidad y de nuestros recursos naturales en América Latina teniendo en cuenta la escasez mundial como en el caso del agua, protección que se trasforma en defensa de la soberanía. El Sínodo de la Amazonia fue estratégico en esta línea. (Exhortación apostólica Querida Amazonia)[55]

Como vemos son principios orientadores por supuesto incompletos los que desarrolla Béliz, (2017, pág.12)[56]  para generar la consciencia ambiental de lo latinoamericano como un punto de partida indispensable

Todas estas situaciones de pobreza y exclusión social causadas por el calentamiento global son nuevas formas de exclusión, tales como nuevas esclavitudes y la trata de personas, en la forma de trabajo forzado, de prostitución, de venta de órganos, de drogadicción, que son verdaderos crímenes contra la humanidad. Es claro que el pleno empleo y la escolarización, la familia, la casa propia y el amor a la tierra constituyen el antídoto y la mejor prevención contra la pobreza. Se debe escuchar “tanto el clamor de la tierra, como el clamor de los pobres”.   (Encíclica Laudato sí, n. 49)[57]

Por eso el Papa, considera que todo planteo ecológico no es un problema de fundamentalismo verde, sino que debe incorporar una perspectiva social, geopolítica, y política nacional e internacional que tenga en cuenta los derechos fundamentales de los más postergados y viceversa, toda consideración socio política debe tener una dimensión ecológica integral. (Encíclica Laudato sí, n. 49)[58]

Gustavo Béliz nos plantea que la geopolítica del cambio climático se encuentra en su hora decisiva. El tiempo se agota y a este ritmo el planeta se encamina a una catástrofe. La conferencia del cambio climático que se desarrollará en noviembre de 2021 en Glasgow será posiblemente la reunión global más importantes desde la segunda Guerra Mundial. Nos dice que “La urgencia de incrementar las políticas de ambición climática, va de la mano de un reordenamiento de la arquitectura financiera internacional. No existe la crisis climática alejada de la crisis social y la crisis financiera”. (Beliz, 2021)[59]

Es necesaria una nueva educación para realizar la alianza entre la humanidad y el ambiente, capaz de otorgar una “ciudadanía ecológica”. Hace falta una conversión ecológica que implica dejar brotar todas las consecuencias del encuentro con Jesucristo en las relaciones con el mundo que los rodea. Vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios, es parte esencial de una existencia virtuosa, no consiste en algo opcional, o en un aspecto secundario de la experiencia cristiana. La conversión ecológica que se requiere para crear un dinamismo de cambio duradero debe ser una conversión comunitaria con fuertes redes sociales. (Encíclica Laudato sí, n. 218-219)[60]

 

 

  1. SANTOS “DE LA PUERTA DE AL LADO”

 Globalización e Individualismo.

No pasó inadvertida en la exhortación apostólica Gaudete et Exsultate del Papa Francisco, sobre el llamada a “la santidad en el mundo actual” (2018) lo dicho al comienzo: “Me gusta ver la santidad en el pueblo de Dios paciente: a los padres que crían con tanto amor a sus hijos, en esos hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa, en los enfermos, en las religiosas ancianas que siguen sonriendo. En esta constancia para seguir adelante día a día, veo la santidad de la iglesia militante. Esa es muchas veces la santidad de la puerta de al lado, de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios, o, para usar otra expresión, la clase media de la santidad”. (Gaudete et Exsultate, n. 7)[61]

Esto nos lleva como católicos a preguntarnos a qué se refiere el Papa cuando nos habla de “Los santos de la puerta de al lado” o de “la santidad en el mundo actual”. En estas reflexiones espirituales sobre la conversión a que nos invita Francisco nos lleva en primer lugar a repasar su plan programático: “La Evangelli Gaudium”.

Francisco nos habla desde un principio sobre el papel abrumador de la revolución tecnológica sin caer para nada en una crítica a la tecnología, sino en considerando que la tecnología debe ser un medio y no un paradigma dominante del mundo actual que tiene como una de las consecuencias del mundo actual, la de conducir a un individualismo globalizado condenado a la tristeza. Internet nos interconecta, pero no nos integra y esa tristeza lleva a una clausura de la vida interior. Es decir, la tecnología genera un sistema de interdependencia, pero no fecunda una integración solidaria universal.

Observamos que uno de los problemas del mundo actual, por lo menos en Occidente es la soledad, la falta de expectativas futuras y un presente aburrido lleno de materialismo conducente a que nos transformemos en objeto de consumo y no protagonista de nuestra propia historia de vida personal, familiar, profesional.

El valor de medida de las relaciones sociales como principio y fin es la acumulación de dinero entendiendo a ello como el confort y el éxito material inmediato. El proyecto del inmediatismo es lo antagónico para la construcción de toda comunidad y trae como resultado la construcción de una sociedad frágil, sin “amistad social”, ni “fraternidad”.

Por eso una Iglesia en salida, una Iglesia entendida como misión sólo puede hacerse desde la “Alegría del Evangelio” y el Papa destaca el rol  de la alegría en el anuncio de la salvación antes de Jesús, tomando ejemplos del Antiguo y Nuevo Testamento. La alegría de las pequeñas cosas cotidianas, porque únicamente desde lo cotidiano se construye un proyecto de vida. El individualismo de la globalización a pesar de la enorme revolución tecnológica no cultiva una genuina alegría sino falsas apariencias, donde el móvil dinamizador es el éxito material.

Para los católicos la palabra fuerza que nos da Francisco es alegría del evangelio que llena la vida de la comunidad, y por lo tanto se convierte “en  una alegría misionera”. Así la enseñanza de Francisco para el pueblo católico universal y para los jóvenes principalmente es que ya no nos sirve estar en un “estado de administración“– cumplir burocráticamente los ritos- sino constituirnos en “estado permanente de misión”.

Por lo que se entiende que la prioridad no pasa por una formación teológica inaccesible sino por incorporar interiormente el anuncio de la salvación de Jesús desde la alegría, lo que significa una conversión interior, no solo para el pueblo católico, sino también para el clero.

En el fondo, el Papa Francisco nos devuelve desde un nuevo mensaje la originalidad de Jesús, la cotidianidad de vivir con un Dios amigo y protector, que perdona cuantas veces sea necesario y que nos brinda la fuerza para la misión.

Pero en épocas de sociedades de la información, de visibilidades, de novedades permanentes, para despertar la adhesión no basta una autoridad jerárquica, sino el testimonio simple de la cercanía, y el amor. Y es lo que llama el Papa, una Iglesia con las puertas abiertas, o una Iglesia “en salida”.

El desafío a que nos encontramos en el mundo de lo que denominó Francisco “la globalización de la indiferencia”, es un cambio de época como resultado de los saltos cuantitativos, cualitativos, acelerados, y acumulativos que se dan en el desarrollo científico y en las innovaciones tecnológicas. Estamos en la era de conocimiento y la información, de donde surgen nuevas formas de poder muchas veces anónimo.

El desafío al que se encuentra “la misión” es gigantesco porque más que un cambio de época es un cambio épocal donde se modifican todos los paradigmas. Sin embargo, al contrario de lo que podría pensarse la revolución tecnológica no ha generado un acceso democrático al “destino universal de los bienes”.

Ya no estamos ante fenómenos de explotación de opresión como en siglos pasados, sino que la inequidad hizo surgir una cultura del descarte donde las grandes masas de población se ven excluidas y marginadas. Y los excluidos no son “explotados” sino desecho, “sobrantes”.

La cultura del bienestar, de la globalización de la indiferencia anestesia y el mercado y la idolatría del dinero generan una “adicción”, en que gran parte del individualismo globalizado siente una poderosa atracción ante este poder de una dictadura del dinero sin rostro y sin objetivos humanos.

El pensador católico Alberto Methol Ferré afirmaba que no existe “misión” sin una imagen del adversario. Y el adversario en la historia de la Iglesia Católica siempre estuvo encarnado en poderes visibles que se unían a un Estado, por ejemplo: el liberalismo secular como ideología con el fin de “privatizar” la religión o el comunismo ateo que tenía el “mesianismo” de crear el cielo en la tierra.

Sin embargo, Methol Ferré y Metalli, (2006)[62] nos dicen que la gran dificultad del catolicismo significa es encontrar el rostro visible de un adversario que se mueve invisiblemente producto de la globalización financiera y de un estímulo permanente de una cultura del consumo y de la transformación de  a las personas en objetos y no sujetos de las relaciones sociales comunitarias. Y a esto lo llama “ateísmo libertino”.

En el fondo lo que estamos exponiendo es la importancia de comprender la dinámica y los desafíos del mundo actual para cultivar la santidad cotidiana que nos conduce a ser hacedores de comunidad y desde allí promover una solidaridad desinteresada y vuelta de la economía y las finanzas a una ética en favor del ser humano y que revierta  la exclusión y la inequidad para erradicar la violencia del mal cristalizado en  estructuras sociales injustas porque de lo contrario los mecanismos de la economía actual promueven a un consumismo desenfrenado unido a la inequidad que dañan el tejido social.

Esta cultura individualista, materialista e indiferente produce un grave impacto en la crisis de la familia del mundo actual como así también en los vínculos comunitarios. Sin duda la familia, como agente primaria de socialización y la escuela como agente secundaria de socialización se encuentran débiles ante el impacto de estas nuevas realidades profundizadas por el poder de las nuevas tecnologías.

La crisis de la familia, como célula básica de la sociedad es doble, la vulnerabilidad socio económica en que muchas veces se encuentran por falta de estabilidad laboral o precariedad laboral o empleo informal y al mismo tiempo un entorno permanentemente agresivo que la jaquea como unidad social.

El sociólogo desaparecido recientemente Zygmunt Bauman (2000)[63] nos habla desde el año 2000 de “modernidad liquida”. La realidad liquida de Bauman consiste en una ruptura con las instituciones y las estructuras fijadas. En la vida liquida, la sociedad se basa en el individualismo y se ha convertido en algo temporal e inestable que carece de aspectos sólidos. Todo lo que tenemos es cambiante y con fecha de caducidad, en comparación con las estructuras fijas del pasado.

La vida líquida es el miedo a comprometerse en nada y por lo tanto la vida se va transformando en un conjunto de breves episodios, en lo que prima la búsqueda del beneficio personal, el individualismo globalizado de la vida liquida consiste en que no se quiere ataduras, donde el objetivo es el movimiento y la búsqueda de experiencias pero sin echar raíces, siendo ciudadanos del mundo.

La era del consumismo nos dice Bauman en asociación con el mundo liquido tiene como fetiche, quien accede al más moderno iPhone. La era consumista que se vive en la actualidad se basa en la ferviente necesidad de sacar nuevos productos en el mercado. Los productos duraderos ya no son importantes, en esta era prima lo efímero y lo nuevo para sorprender a los compradores. El consumismo no gira en torno a la satisfacción de deseo, sino a la incitación del deseo de deseos siempre nuevos.

El historiador Yuval Noah Harari, (2016)[64] en su libro “De animales a Dioses”. “Breve historia de la humanidad”, llega a afirmar que hay otro futuro preocupante en que la creación de castas biológicas utilizando la bio tecnología o la comunicación directa entre el cerebro y los ordenadores pueda conseguir capacidades mayores que las del homosapiens. Por primera vez en la historia habría una barrera biológica real entre ricos y pobres.

En este sentido el Papa Francisco se refirió al espíritu del mundo llamándola mundanidad espiritual, que es una cultura de lo efímero, que no conoce la fidelidad, no tolera la cruz y quiere destruir a la Iglesia. Para decirlo mejor es “una cultura de la apariencia, del maquillaje, una cultura del hoy si, mañana no, mañana si y hoy no”. Tiene valores superficiales, una cultura que no conoce la fidelidad, porque cambia según la circunstancia, y lo negocia todo. Esa es la cultura mundana, la cultura de la mundanidad”. (Vatican News, 16 mayo 2020)[65]

Incluso el 20 de septiembre de 2016, en Asís, en la tierra de San Francisco, el sociólogo y filósofo de la “sociedad liquida”, estrecho la mano del Papa Francisco. El encuentro fue privado, pero 5 meses antes de morir Bauman le expreso al Papa  en público: “He trabajado toda mi vida para hacer de la humanidad un lugar más hospitalario. Llegué a los 91 años y vi falsos comienzos, hasta que me volví pesimista… Gracias, porque usted (Papa Francisco), es para mí la luz al final del túnel de la globalización negativa”.

En febrero de 2017, Francisco en un discurso espontaneo ante estudiantes de una universidad en Roma sostuvo que la belleza, la esperanza, y la diversidad en un mundo globalizado son posibles, aun en tiempos de una sociedad liquida y cito a Bauman. (Ramos Díaz, 2018)[66]

En estas reflexiones entrelazamos nuestra historia personal, la de nuestro pueblo y la de la humanidad en su conjunto a la que pertenecemos para tomar fuerza para rezar. En las oraciones, el dolor de uno se puede convertir en el de todos y también la felicidad. Las oraciones nos abren nuestro corazón a Dios y nos encontramos inevitablemente con santos anónimos y santos reconocidos que rezan con nosotros y que interceden por nosotros.

Los santos nos remiten a Jesucristo y nos hace recordar a Jesucristo, porque él ha recorrido esa vía, la del vivir como cristianos.

La santidad es un camino de encuentro con Jesús y un santo es un testigo, un hombre, una mujer, que ha encontrado a Jesús, que ha seguido a Jesús y el Santo Padre lo que nos enseña en un mundo donde coexisten falsos ídolos como el dios dinero, vínculos líquidos, pero también pensamientos y realidades sólidas, los santos nos deben fortalecer a nosotros como cristianos para la misión.

“Todos sabemos que aquí en la tierra hay personas santas, hombres y mujeres santos, que viven en santidad, ellos no lo saben, ni tampoco nosotros lo sabemos, pero hay santos, santos de todos los días, santos ocultos, o como me gusta decir, santos de la puerta de al lado, que conviven la vida, que trabajan con nosotros y llevan una vida de santidad”. AICA (2021)[67]

 

La santidad cotidiana en el mundo contemporáneo.

 El Papa Francisco en su exhortación apostólica Gaudete et Exsultate nos enseña a los católicos que existen los Santos que han llegado a la presencia de Dios y que son reconocidos en los procesos de beatificación y canonización donde la Iglesia adquiere las pruebas heroicidad y martirio en algunos casos en una imitación similar a Cristo de los Beatos y Santos. Pero la novedad consiste en que su llamado nos dice que no nos detengamos solamente en los beatificados o canonizados. Sino por el contrario nos afirma que el espíritu santo nos llama a ser santos viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio de cada día. Esta santidad a la que el señor invita crece con pequeños gestos.

Para un cristiano no es posible “pensar en la propia misión en la tierra sin concebirla como un camino de santidad, porque está la voluntad de Dios: Vuestra santificación. Cada santo es una misión; es un proyecto del Padre para reflejar y encarnar, en un momento determinado de la historia, un aspecto del evangelio”.   (Gaudete et Exsultate, n.19)[68]

Nosotros entendemos por lo tanto que para abordar la misión con alegría como nos pide Francisco eN la Evangelii Gaudium debemos realizarlo con la firmeza de realizar desde lo pequeño a lo grande con lealtad al plan de Dios, es decir con una profunda conversión interior, que no es ni más, ni menos la santidad cotidiana.

La santidad es tan diversa como la humanidad. Todos estamos llamados a la santidad sea cual sea nuestro papel, viviendo con amor y ofreciendo el testimonio y en las ocupaciones de cada día.

La santidad te mantiene fiel a lo más profundo de uno mismo, libre de toda forma de esclavitud y dando fruto en este mundo. La santidad no te hace menos humano, ya que es un encuentro entre nuestra debilidad y el poder de la gracia de Dios, pero necesitamos momentos de soledad y silencio ante Dios, para enfrentarnos a nuestro yo verdadero y dejar entrar a Dios.

El Papa Francisco no propone un tratado sobre la santidad a la que están llamados los hombres y mujeres, llamado que ya está presente en la Palabra de la Escritura.

Podría parecer que es una reflexión de un tema ya sabido, pero entendemos que el Papa realiza esta reflexión encarnando este llamado en el mundo actual. Por lo tanto, este documento se sitúa frente a nuestra cultura para presentar la santidad como un camino de plenitud humana para este tiempo.

El Papa nos recuerda que la santidad no es un llamado a la negación de sí mismo, sino al descubrimiento de la propia identidad y vocación. Por eso, desde la introducción nos invita a no tener miedo de la santidad.

El Papa entiende a la santidad como una vocación que significa acoger del Padre lo que se es, reconociendo en eso la propia dignidad. El Papa describe la santidad como una vocación a la que estamos llamados a recorrer. Un proyecto personal que Dios piensa para cada uno y que debe ser concreción histórica y situada del evangelio.

Esta misión tiene su sentido en Cristo. No hay santidad sin Cristo, pues es el designio del Padre y nosotros, en Él. Tal vez por esta razón Francisco presenta como modelo de santidad la Bienaventuranzas, donde se encuentra el modelo de Cristo QUE estamos llamados a encarnar.

En el fondo el Papa quiere responder a la profunda crisis antropológica del mundo actual que describíamos en la primera parte bajo el título “Globalización e individualismo”, que define al hombre como un sujeto autónomo que depende solo de sus fuerzas; y plantea una espiritualidad desvinculada de la comunidad.

Esta crisis antropológica se manifiesta es algunos rasgos negativos de nuestra cultura: “La ansiedad nerviosa y violenta que nos dispersa y nos debilita; la negatividad y la tristeza; la accedía cómoda, consumista y egoísta; el individualismo, y tantas formas de falsa espiritualidad sin encuentro con Dios que reinan en el mercado religioso actual”. (Gaudete et Exsultate, n. 111)[69]

En definitiva, Francisco responde a un modelo de hombre centrado en sí mismo, cerrado a Dios y al prójimo.

Estos vicios se hallan fuera y dentro de la Iglesia. Francisco dedica un capítulo a describir dicho “antropocentrismo” bajo los rótulos de herejías cristianas: el gnosticismo y pelagianismo. (Evangelii Gaudium, n. 94)[70]

El gnosticismo considerado en el documento es el fruto de una fe encerrada en el subjetivismo, consecuente de la absolutización de una experiencia o pensamiento. (Como una serie de razonamientos y conocimientos que supuestamente iluminan la vida, pero que en definitiva dejan encerrado al sujeto en su propia razón).  (Gaudete et Exsultate, n. 36)[71]

Esto se traduce en una idealización de la fe, que reduce la vida religiosa a una idea o experiencia.

El gnosticismo odia la Encarnación con ello se hace incapaz de acercarse a la vida concreta de las personas, a sus dolores y preocupaciones, pues todo responde a una imagen perfecta e intelectual que no se encuentra en una vida concreta.

Esto termina por expulsar de la experiencia de fe el misterio del Dios encarnado, hecho historia.

El Papa reflexiona: “En realidad, la doctrina, o mejor, nuestra comprensión y expresión de ella, no es un sistema cerrado, privado de dinámicas capaces de generar interrogantes, dudas, cuestionamientos, y las preguntas de nuestro pueblo, sus angustias, sus peleas, sus sueños, sus luchas, sus preocupaciones, poseen valor hermenéutico que no podemos ignorar si queremos tomar enserio el principio de encarnación. Sus preguntas nos ayudan a preguntarnos, sus cuestionamientos, nos cuestionan. (Gaudete et Exsultate, n. 44)[72]

Luego del gnosticismo describe el pelagianismo, éste no está centrado en la inteligencia sino en la voluntad. (Gaudete et Exsultate, n. 47)[73]

Aquí la clave está en la confianza en la propia fuerza como camino a fidelidad a Dios. Esto conduce a un menosprecio de quienes experimentan la debilidad. El Papa hace aquí una reflexión de mucho realismo: quienes dicen y piensan que todo se puede hacer con la gracia de Dios, en el fondo transmiten la idea de que todo se puede hacer con la voluntad humana, como si ella fuera algo puro, perfecto y omnipotente.

En este cierto voluntarismo del pelagianismo descripto por el Papa se expresa “la obsesión por la ley, la fascinación por mostrar conquistas sociales y políticas, la ostentación en el cuidado de la liturgia, de la doctrina, y del prestigio de la Iglesia, la vanagloria ligada a la gestión de asuntos prácticos, el embeleso por las dinámicas de auto ayuda y de realización auto referencial. (Gaudete et Exsultate, n. 57)[74]

El Papa Francisco nos lleva a reflexionar así, sobre  el verdadero sentido de la santidad. Primero, se debe reconocer como un don: “Deja que la gracia de tu Bautismo fructifique en un camino de santidad”, pues la santidad es el fruto de la acción del Espíritu santo en la vida del cristiano.  (Gaudete et Exsultate, n.15-18)[75]

Esto exige al hombre reconocer la primacía de Dios en nuestra vida y su total dependencia de su creador. Entendemos a la dependencia desde el catecismo de la Iglesia Católica, no como una limitación, sino una condición de nuestro ser. Acogerla libremente es un verdadero camino de plenitud. En esto ve el Papa un camino de liberación: “Depender de Él nos libera de nuestras esclavitudes y nos lleva a reconocer nuestra propia dignidad”. (Gaudete et Exsultate, n. 32)[76]

El Papa recordará más adelante en su carta la primacía de la gracia varias veces. Destaca la importancia de los dones que Dios ha dado a la Iglesia para la santidad de los fieles: La Palabra, los Sacramentos, los Santuarios, la Vida de las comunidades, el Testimonio de sus Santos. (Gaudete et Exsultate, n. 15)[77]

Entre ellas destaca la alusión a la oración. “La santidad, nos dice, está hecha de una apertura habitual a la trascendencia… No creo en la santidad sin oración”: (Gaudete et Exsultate, n.147)[78]

De esta manera la oración no es un escape, sino una vuelta en el encuentro con Cristo a nuestra propia identidad, es volver a quienes somos. Por eso, el Papa dirá que la oración es siempre memoriosa, es una oración hecha en el contexto de nuestra historia concreta.

La oración que no se traduce en amor, caridad y misericordia no es auténtica oración.

La necesidad de la gracia es la respuesta al llamado a la santidad no suprime la libertad y la actuación personal. Cada hombre y mujer debe discernir su propio camino de santidad, y sacar lo mejor de sí, aquello que el mismo Dios le ha regalado y ha puesto en el ser humano. (Evangelii Gaudium, n. 11)[79]

De esta manera el hombre goza de autonomía para responder, debe utilizar su originalidad o creatividad. Sin embargo, es importante que persista en la consciencia de que está respondiendo y que su autonomía no es autosuficiencia, sino gracia de Dios.

El discernimiento está especialmente destacado cuando el Papa habla al final del documento, del combate espiritual. Resalta ahí la importancia de nuestra colaboración personal mediante el discernimiento. De hecho advierte que “sin el discernimiento podemos convertirnos fácilmente en marionetas a merced de la tendencias del momento”. (Gaudete et Exsultate, n. 167)[80]

Somos libres, con la libertad de Cristo, pero se traduce en buscar dentro de nosotros (deseo y temores) y en nuestro entorno (signos de los tiempos), los caminos de la libertad plena.

Este discernimiento significa escuchar. El diálogo y encuentro con Dios es su ámbito. Por eso la dinámica de ese discernimiento es la lógica de entregarse. No es la búsqueda de asegurar la vida, sino de perderla para encontrarla en Dios. Este es el camino para la felicidad. (Gaudete et Exsultate, n. 170-173)[81]

La santidad no es un camino solitario. Cuando decimos personal, decimos abierto a los demás, con los demás. El Papa hace hincapié en la dimensión comunitaria de la santidad y del sentido de misión que ella implica.

El camino de la santidad no importa en qué vocación particular estemos llamados a vivirla, no es solitario, es con los demás. Y eso no se refiere solo a quienes ya son Santos, sino a la experiencia de Pueblo que significa la Fe cristiana: “No existe identidad sin pertenencia a un pueblo. Por eso nadie se salva solo… sino que Dios nos atrae tomando en cuenta la compleja trama de relaciones interpersonales que se establecen en la comunidad humana: Dios quiso entrar en una dinámica popular, en la dinámica de un pueblo”. (Gaudete et Exsultate, n. 6)[82]

El valor de la comunidad está destacado más adelante, cuando el Papa recuerde notas espirituales que favorecen el adquirir el estilo de vida del Señor. El Camino de la santidad es comunitario, es de dos en dos. Compartir la búsqueda de santidad con otros nos estimula. En este sentido el Papa destaca la importancia del testimonio de los más humildes. (Gaudete et Exsultate, n. 8)[83] Pero además permite la realización de nuestra vocación humana y cristiana: no es bueno que el hombre este solo”. (Gaudete et Exsultate, n. 18)[84]

Estamos llamados a compartir nuestra vida, a cuidar unos de otros y ser de esta manera, como comunidad, lugar de la presencia del resucitado que va santificando a sus hijos, según el proyecto del Padre, (Gaudete et Exsultate, n. 145)[85]

En continuidad con eso, la santidad significa una misión, no como auto realización sino como donación de la vida. Esta misión que es nuestra santificación esta esencialmente ligada a la construcción del Reino: “Tu identificación con Cristo y sus deseos, implica el empeño por construir, con Él, ese reino de amor, justicia y paz para todos (Gaudete et Exsultate, n. 25)[86]

En ese sentido es que habla de la paciencia y la mansedumbre, de la alegría, y el sentido del humor, de la audacia y del fervor: son actitudes que definen la santidad y vida cristiana en salida, utilizando las mismas palabras del Papa.

La reflexión del Papa muestra que la santidad es un camino de plenitud humana y cristiana. Esto no se plantea como dos realidades separadas sino con la convicción que el Evangelio ofrece al hombre el camino de su plenitud, como la senda de su auténtica identidad: “El misterio del hombre solo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado”. (Gaudete et Exsultate, n. 22)[87] La santidad como plenitud humana tiene su modelo en Cristo porque Él, es el Salvador de nuestra humanidad integral y vivió una vida humana plena.

El cristianismo ha sido un modelo concreto del camino de la perfección humana que conocemos como santidad. Dios nos ofrece la santidad como una idea de vida real que considera la limitación de la experiencia humana, su apertura constitutiva a Dios y su capacidad de recibirlo. Pero sobre todo que es posible desplegar todo lo dado por el mismo Dios a su creación.

El Papa invita a los cristianos a volver incesantemente a Cristo para purificar su modo de vivir la fe y el seguimiento del señor. Pero también el Papa nos invita a vivir la fe con profundidad para responder el inmanentismo antropocéntrico que deshumaniza al hombre, que lo aleja de su identidad, que lo conduce al fracaso de su propia vocación. Ante la profunda crisis antropológica que se advierte en diversas manifestaciones de nuestra cultura, la santidad es el camino de verdadera humanidad.

Esta es la vocación del cristiano. No ser Santo por un afán de perfección individual, sino para responder a la llamada de Dios y complementarse en el bien del mundo y de cada hombre y mujer, ofreciendo lo más grande que tenemos: Cristo, el Verbo hecho carne, muerto y resucitado para nuestra salvación.

 

 

  1. POPULARISMO

 Populismos y Liberalismos.

“Uno de los objetivos de vuestra reunión, es mostrar que la verdadera respuesta al auge del populismo no es precisamente más individualismo sino lo contrario: Una política de fraternidad, arraigada a la vida del pueblo. En su reciente libro, el Reverendo Angus Ritchie describe esta política que ustedes hacen como “populismo inclusivo”; a mí me gusta usar “popularismo” para expresar la misma idea”. (Vatican News, 2021)[88]

El concepto de popularismo que crea el Papa Francisco debe entenderse como lo opuesto al populismo. Antes de entrar de lleno a analizarlo, daremos la definición de cómo se lo entiende desde las Ciencias Sociales principalmente la  anglosajona.

El concepto de populismo es uno de los más ambivalentes de las Ciencias Políticas. Lo primero que merece la pena subrayar es que populismo no es una ideología, sino que se trata de una estrategia, capaz de manifestarse en los más diversos espectros políticos.

“Las ideologías sectarizan, deconstruyen y desfiguran la patria…Es muy triste cuando las ideologías se apoderan de la interpretación de una nación, de un país y desfiguran la patria”. Y calificó que la política es la forma más alta de caridad, que es servicio y que es “construir la patria es con todos”.  (Vatican News, 24 octubre 2020)[89]

Los primeros antecedentes del populismo datan de finales del Siglo XIX y principios del Siglo XX, en Estados Unidos se materializo en un partido denominado People´s Party (de ahí el término). Dicha formación política estaba conformada por sectores rurales que se habían empobrecido con la creciente industrialización de los Estados Unidos, hacia fines del Siglo XIX. Reaccionaban oponiéndose a la dinámica de la modernidad capitalista y propugnaban una mayor participación política que excediera los límites de la democracia representativa aunque de una manera un tanto ambigua.

Por su parte, en Rusia el populismo (Narodnike) se alimentaba del ideal romántico de la vida agraria y defendía ciertas formas de vida en comunas. Es importante aclarar que estos originarios populismos representaban un sector agrario, pero en ningún momento llegaron al gobierno o sea fueron grupos minúsculos que respondían a una realidad de cada país.

Ambos fenómenos tienen características comunes (por ejemplo, la ambición de “acercase al pueblo”) y también una intensa búsqueda de moralización política y la defensa de un discurso anti-establishment. Sobre todo, nos evidencian las tensiones propias de sociedades en proceso de modernización, que pasan de organizaciones tradicionales al incipiente capitalismo de masas.

En la primera mitad del Siglo XX, surgen en Europa partidos totalitarios como el fascismo y el nazismo que con un lenguaje de instrumentalización del pueblo conducen a una guerra mundial. La diferencia como partidos al populismo de fines del Siglo XIX es que llegaron al gobierno por vía democrática.

En el fondo son productos de ideologías que hacen de la persona un reduccionismo ya sea de izquierda o de derecha (categorías ideológicas europeas) en la que la fórmula política es el pueblo considerado como un todo homogéneo en base a la estrategia que marcan sus líderes, pero en la práctica juegan un rol de sujeto activo de las estrategias del líder, es decir que a partir de verdades parciales son utilizados políticamente por el líder político.

El populismo distorsiona el significado de la palabra cuando se convierte en la habilidad para instrumentalizar políticamente la cultura de un pueblo. Cuando una persona o grupo se convierte en líder populista se apropia de modo univoco la representación de una sociedad entera excluyendo a los que piensan distinto y allí entra a jugar la perpetuación en el poder de ese líder y el avasallamiento en formas groseras o sutiles de las instituciones y de la legalidad.

Luego de la segunda guerra mundial surgen simultaneamente en América Latina movimientos nacionales y populares, levantando las banderas de la democratización social, de la industrialización y de a integración continental, nos referimos como ejemplo de estos casos al Peronismo (Argentina), al Varguismo (Brasil), y al PRI de México.

Sin embargo, estos movimientos nacionales y populares muchas veces difamados por las ciencias sociales anglosajonas como “dictaduras demagógicas”, fueron electos por el pueblo y respetaron las instituciones a tal punto que la mayoría de ellos fueron víctimas de golpes de Estado. Es decir, los movimientos nacionales populares fueron identificados como sinónimo de populismos que fueron verdaderos canales de democratización social, de industrialización y de justicia social en América Latina.

En los últimos años como consecuencia de lo que el Papa Francisco ha denominado la globalización de la indiferencia y una “cultura del descarte” empiezan a tomar vigor en Europa partidos populistas de carácter xenofóbico, es decir anti inmigratorio, antisistema, anti Unión Europea, y edificadores de una cultura de muros en vez de puentes. No por casualidad el primer viaje del Papa Francisco fue a Lampedusa (isla Italiana, ubicada en el Mar Mediterraneo, que se utilzába como puente para entrar a Europa desde África) a denunciar la “globalización de la indiferencia”.  (Vatican News, Lunes, 8 de julio de 2013)[90]

Una “globalización de la indiferencia” como premisa rectora de la política internacional de partidos populistas anti- sistema torna inviable la consolidación de una verdadera comunidad internacional que custodie a la “Casa Común”.

Por el otro lado no podemos desconocer cuando hablamos de este tema tan espinoso que el Papa Francisco por tratarse del primer Papa Jesuita y Latinoamericano ha sido acusado ligeramente de populista por ciertos intelectuales críticos de su figura. Solamente citaremos a la obra “Dios en el Laberinto” de Juan José Sebreli (2017)[91] como así también el Italiano Loris Zanatta (2015)[92]  quien publicó un libro denominado  “El Populismo” sentando la tesis de la estrecha relación entre populismo y religión, acusando a la Iglesia Latinoamericana de esa alianza.

Citamos estas obras solo  a los fines de contextualizar un complejo debate en lo que respecta a la posición del Papa Francisco quien desde su primera exhortación apostólica del año 2013, “Evangelii Gaudium”, tuvo una actitud clara, nítida y critica con respecto al populismo. (Evangelii Gaudium, n. 204) [93]

Por eso consideramos central la Conferencia Internacional “A politics rooted in the people” ” (“Una política arraigada en el Pueblo )desarrollada en Londres en el que a través de un video mensaje el Papa Francisco precisa con profunda contundencia la crítica al populismo.

La “Política con mayúscula” es la política como servicio que abre nuevos caminos para que el pueblo se organice y exprese, es una política no solo para el pueblo sino con el pueblo, arraigada en sus comunidades y en sus valores, y para expresar ese ideal de política con mayúscula la denomina “Popularismo”,  en cambio los populismos son paternalismos políticos donde la praxis pasa todo para el pueblo, nada con el pueblo. De ahí que el pueblo en la visión populista no es protagonista de su destino, sino termina siendo deudor de una ideología”.

En su última Encíclica Fratelli Tutti el Papa entra de lleno a la problemática. Como novedad, destaca que el desprecio de los débiles puede ser utilizado en formas populistas y demagógicas para sus fines o en formas liberales al servicio de los intereses económicos de los poderosos.

Desde esta perspectiva populismo y liberalismos pueden ser caras de una misma moneda. Y podemos dar numerosos ejemplos de capitalismo sin pueblos y liberalismos que toman al pueblo como objetos instrumentales de su política.

En el fondo el populismo ignora el carácter de legitimidad de la noción de pueblo. Para detectar el carácter populista de un gobierno el Papa nos dice: “Deriva en insano populismo cuando se convierte en la habilidad de alguien para cautivar en orden a instrumentalizar políticamente la cultura del pueblo, con cualquier signo ideológico, al servicio de su proyecto personal y de su perpetuación en el poder”, (Encíclica Fratelli Tutti, n. 159)[94]

Observamos la expresión más denigrante de los liderazgos populistas, el inmediatismo que genera aparentes milagros de gobiernos, pero en realidad impiden el desarrollo personal de las personas. Siempre en búsqueda de un voto al corto plazo, pero sin transformar la realidad. Democracia y Statu Quo son dos conceptos antagónicos.

Como vimos Francisco advierte en numerosas homilías que un deber de la democracia es respetar al pueblo y sus instituciones incluso las religiosas como así también que el abuso de poder comienza con el desprecio de la cultura popular. Por supuesto que las definiciones y la autoridad religiosa moral, del Papa toman fuerza y lo han convertido en uno de los enemigos de las llamadas corrientes políticas “soberanistas”, “populista” o de “ultra derecha actuales”. Como también como lo dijimos se convierte en novedad su advertencia de que el neoliberalismo, como una de las formas del capitalismo menos compasivo, también pueden adoptar formas populistas.

Señala: “En los últimos años la expresión populismo o populista ha invadido los medios de comunicación y el lenguaje en general. Así pierde el valor que podría contener y se convierte en una de las polaridades de la sociedad dividida. (Encíclica Fratelli Tutti, n. 157) [95]

Producto de lo analizado, el Papa Francisco crea el concepto de popularismo tomando como eje la participación del pueblo y en especial de los sectores más pobres.

Por eso una de las insistencias permanentes del Papa es que la política no se puede someter a la economía y que la grandeza política no es el inmediatismo, sino obrar por grandes principios y pensando en el bien común al largo plazo. Por supuesto que esta afirmación se halla indisoluble de un proyecto de Nación. Pero esto solo se puede llevar a cabo a través de lo que Francisco llama “el amor político” que es la expresión de caridad para amar el bien común en las relaciones macro: las relaciones sociales, económicas y políticas.

 

Hemos explicado en el punto A el sentido y la fundamentación del Papa Francisco con respecto a los populismos como asimismo el surgimiento del concepto popularismo como vocablo opuesto a populismo. Lo estratégico es que el Papa define un concepto muy utilizado pero polivalente, que es la categoría de Pueblo.

Allí el Papa afirma que “Pueblo” no es una categoría lógica, ni una categoría mística, si lo entendemos en el sentido de que todo lo que hace el Pueblo es bueno, o en el sentido del que Pueblo sea una categoría angelical. Es una categoría mítica. (…) Cuando explicas lo que es un Pueblo utilizas categorías lógicas porque tienes que explicarlo: Cierto, hacen falta. Pero así no explicas el sentido de pertenencia de un Pueblo. La palabra Pueblo tiene algo más que no se puede explicar de manera lógica. Ser parte de un pueblo es formar parte de una identidad común, hecha de lazos sociales y culturales. Y esto no es algo automático, sino todo lo contrario: es un proceso lento, difícil… Hacía un proyecto común”.   (Encíclica Fratelli Tutti, n. 132) [96]

Es decir, podemos observar que para el Papa el Pueblo es una categoría dinámica y abierta y lo que define lo verdaderamente popular porque promueve el bien común es el gran tema del trabajo, brindarle una vida digna al Pueblo, en especial a los pobres. El núcleo central de otorgar el bien común pasa por la dignidad del trabajo y no por un asistencialismo cortoplacista.

En el fondo en el Pueblo se encuentran las reservas morales de la Patria profunda por eso es una categoría mítica. Los mitos van rescatando al Pueblo como camino de conocimiento, pero no es lo mismo que mitología. Es interesante afirmar que el Papa en todo momento distingue el uso de las palabras populismo en Europa, del que se le daba a la palabra Pueblo en América Latina. Distingue “populista” de “popular”, se llama popular a quien logre interpretar el sentir de un pueblo, sus grandes tendencias, su cultura.

Retomando la proyección de popularismo en su interpretación de que el Pueblo es una categoría mítica confirmada por lazos sociales y culturales dinámica y por lo tanto ámbito territorial de desarrollo de la comunidad y no de reduccionismos como en las diversas formas de populismos nos parece de suma importancia desarrollar esta idea central del Papa.

El único lugar donde hay pueblos es la historia. Sólo ahí en la historia, podemos verificar elementos que tiene el Pueblo. Por eso, además de concretar una definición se hace necesario abrir cierta reflexión sobre la historia.

El concepto de Pueblo adquiere y posee diferentes contenidos en los diversos países y en los distintos periodos de la historia, hasta en un mismo país, porque el Pueblo es una realidad eminentemente dinámica e histórica.

En general nuestra formación, las historias que hemos estudiado, tienden a hacernos creer que los grandes personajes hicieron historia. En verdad, son los pueblos los que hacen la historia; los pueblos son los sujetos activos de la historia. En ese sentido, la historia es el proceso de lucha, de esfuerzo de los pueblos por ser sujetos de la historia y coparticipes, como sujetos también en la historia universal.

La historia universal sería el camino hacia la unidad de todos los pueblos, adonde cada uno quiere llegar con su personalidad cultural para aportarla en la integración universal, y esto no es más ni menos que la visión de la globalización desde la mirada poliédrica del Papa.

Y si de alguna manera la historia es una larga lucha de los pueblos para lograr estar integrado como tales en el concierto de las naciones – esto es uno de los aspectos fundamentales de lo que llamamos liberación del pueblo- es porque hay pueblos que intentan incorporar a otros a la historia como objetos, como instrumentos. Los pueblos luchan para ser sujetos, es decir por ser libres. Y en esta idea conductora, nos guía al problema de la capacidad para hacer la historia y del protagonismo de los popularismo entendiendo que lo popular pasa por la dignidad, el desarrollo de Las oportunidades y el protagonismo del pueblo, y eso se ha dado en gobiernos que tuvieron como matriz el popularismo. En América Latina especialmente los popularismos de mitad del siglo XX significaron con matices el ascenso de los trabajadores a partir de la industrialización y un proyecto de nación de Patria Grande.

El hombre hace la historia desde la razón. Pero si nos encerramos en una visión iluminista, se podrán sostener particularmente los pueblos de occidente en su versión europea o norteamericana, que postulan que solo tienen historia los que poseen ciencia positiva racional. Y por lo tanto desde esta lógica solo conducen la historia los avanzados científicamente, “los pueblos sujetos” frente a los “pueblos objetos”.

Los otros pueblos, “los primitivos” ya que los primeros serían los “civilizados” son “pueblos objetos” incorporados a la historia por los “civilizados”. Y si los “pueblos objetos” no aceptan la interpretación histórica de estos “pueblos sujetos”, por la razón, la tendrán que aceptar por la razón de la fuerza, que es lo que ha pasado en la historia.

En la concepción cristiana creemos en una concepción natural, de derecho natural: todos los pueblos poseen racionalidad. El pueblo posee una honda vivencia de la realidad y esta honda vivencia es lo que produce tener valores. La expresión de esta sabiduría, de esta conciencia directa es más bien una toma de posición o una forma de praxis. Esa praxis, recoge en los pueblos como movimientos históricos para ser libres. Porque en esencia los pueblos anhelan ser libres.

Teniendo en claro lo antedicho, decimos que el pueblo es un todo nacional. Pueblos desde la categoría mítica que plantea el Papa Francisco y que denomina son todos. Todos los que tienen la capacidad de trabajar la tierra de relacionarse, es decir todos aquellos que se cultivan asociativamente. Son todos, pero también son Pueblo, los sectores. La mayoría es Pueblo. Y primordialmente, los pobres. Los gobiernos deben expresar la fortaleza cultural y potencial de sus pueblos en búsqueda de su dignidad y desarrollo y no instrumentalizarlos para sus fines personales con un populismo inmediatista y falso.

El pobre por su propia condición busca la justicia que es el fin de la historia. Las elites, los líderes, los sectores medios y altos también son pueblo, pero en la medida de que saben ser pobres. Pueblo, también es un todo temporal. No es solo la actual situación, es un proceso de tiempo que se condensa en el hoy, en el nosotros.

Entonces el elemento determinante, no es el hoy geográfico, ni el hoy histórico, sino que diríamos que el elemento determinante de la nación es la unidad del pueblo cuyo factor específico es la cultura con amistad social.

La soberanía solo se logra con la identidad cultural sólida y en su dimensión más profunda. La espiritualidad cristiana o evangelización constituyente forjo a la Patria Grande – categoría geopolítica creada por el socialista católico argentino Manuel Ugarte en 1901 – Latinoamericana mestiza católica, y barroca durante los siglos XVI, XVII y XVIII.

Así, para Francisco, el tema central de la época es el trabajo, “es lo verdaderamente popular, – porque promueve el bien común del pueblo – es asegurar a todos la posibilidad de hacer brotar la semilla que Dios ha puesto en cada uno, sus capacidades, su iniciativa, sus fuerzas”. (Encíclica Fratelli Tutti, n. 162) [97]

La política no debe resignarse a no lograr una organización de la sociedad que brinde a cada persona las posibilidades de desarrollar sus capacidades y esfuerzos.

En este punto, se encienden luces amarillas en el mundo y en especial en América Latina ya que somos el continente de mayor violencia en el plano de la inseguridad ciudadana y la región de mayor inequidad en la distribución de la riqueza. Un cambio épocal como la cuarta revolución industrial solo puede ser abordado desde un  nuevo Estado de Bienestar que no eluda los problemas que emergen de la irrupción tecnológica y la problemática del medio ambiente.

En este aspecto, la educación es un capital agregado para el desarrollo de nuestros pueblos. La educación entendida no como adquisición de técnicas informáticas, ni tampoco como la incorporación de conocimientos enciclopédicos, es la que debe poner en el centro a partir de políticas públicas innovadoras la posibilidad de incorporar a la persona a una sociedad que no lo excluya y peor aún que no le expulse hacia una cultura del descarte y  el empleo informal es uno de los grandes dramas y desafíos  también del continente.

Sin entrar en detalle, desde el popularismo que nos enseña el Papa debemos definir un nuevo concepto de educación de acuerdo a los desafíos de la época: la educación es transmisora de saberes, informaciones, competencias y valores para sujetos pedagógicos que tengan como finalidad ser libres en su cultura. Ser libres significa capacidad de autonomía y emprendimiento, y eso solamente se logra a partir de una reconceptualización de la educación, al mismo tiempo la educación es transmisora de cultura, entendiendo a la cultura como la soberanía ultima de un pueblo, que se convierte en la protección máxima para que pueblos poderosos no ejerzan a través de las nuevas tecnologías un dominio cultural que no le permita ser sujetos.

Por supuesto que esto no se logra con una fórmula aislada, esto exige una reformulación de las organizaciones multilaterales y de la estructura financiera internacional que además de hacerla más eficaces pase necesariamente por una visión ética de una comunidad internacional. Ha quedado en evidencia con la pandemia que el mercado no resuelve todo, y que el famoso y mágico “derrame» o “goteo” que difunde el neoliberalismo no existe. Así como la especulación financiera que hace estragos a través de un enfoque económico casino basado en paraísos fiscales. Por lo que vemos, en el concepto de Francisco, la política no debe someterse a la economía, y existe un rechazo de hecho al eslogan falso de que la economía gobierna y la política administra.

El popularismo exige un buen funcionamiento de las instituciones. Mejor coordinación y prácticas. Es decir, no hay cambio posible sin una reforma institucional. La política no es un proyecto inmediatista, sino que se basa en los grandes principios, teniendo como eje el bien común.

“Al poder político le cuesta mucho asumir este deber en un proyecto de Nación y más aún en un proyecto común para la humanidad, presente y futuro”. (Encíclica Fratelli Tutti, n.178)[98] El popularismo tiene una condición impostergable, que pasa por practicar desde el corazón el “amor político”, reconocer, a cada ser humano como un hermano y hermana. Una verdadera calidad social solo avanza desde esta altísima vocación.

Pero también el “amor social” debe elevarse al “amor político”, que supone sentirse perteneciente a un pueblo y no hay pueblo sin respecto al otro de cada persona.  Esta es el verdadero ADN del popularismo en el rol de dinamizador de las potencialidades del pueblo.

“Pueblo y persona son términos correlativos, sin embargo, hoy se pretende reducir las personas a individuos, fácilmente dominables por poder que miran a intereses espurios. La buena política busca caminos de construcción de comunidades en los distintos niveles de la vida social, en orden a reequilibrar y reorientar la globalización para evitar sus efectos disgregantes. (Encíclica Fratelli Tutti, n. 182)[99]

 

 

  1. POETAS SOCIALES

 Aproximaciones a una Sociología de la “pobreza”.

El futuro de la humanidad “no está en mano únicamente de los grandes dirigentes, las grandes potencias, y las élites. Está fundamentalmente en manos de los pueblos, en su capacidad de organizarse y también en sus manos que riegan con humildad y convicción este proceso de cambio”. (Vatican News, Jueves 9 de julio de 2015)[100]

“En este sentido son “poetas sociales”, que trabajan, proponen, promueven y liberan a su modo. Con ello será posible un desarrollo humano integral… (Encíclica Fratelli Tutti, n. 109)[101]

Para entender la profundidad del papel de los movimientos populares en la Pastoral del Papa y en su definición de los citados como poetas sociales  nos parece esencial realizar una aproximación sociológica de lo que el Papa denomina “globalización de la indiferencia”. Desde esta perspectiva entenderemos con mayor claridad a los mismos.

La sociedad puede verse como una amalgama de interacciones normativas, valorativas, asociativas, y productivas comunes, especialmente bajo enfoques comunitarios. Y puede verse, simultáneamente y/o contradictoriamente, como un tejido desgarrado de intereses que dan lugar a la dinámica conflictiva del capitalismo, de los estratos sociales, las etnias y las organizaciones que la expresan y representan.

En América Latina podemos ver una matriz de dualización de la sociedad, en algunos países es más notorio que en otros y nos referimos que existen dos sociedades en una: un Estado presente en una sociedad y en la otra ausente; una de las dos sociedades marcada por la no-pobreza y otra por la pobreza; una doble economía (de mercado y social); una doble ciudadanía (pobre y no pobre), y finalmente, un doble circuito por donde las relaciones sociales discurren y establecen dos mundos excluyentes para cada parte y, paradójicamente, incluyentes internamente. Un mundo legal, “oficial”, legitimado y dominante; y un mundo empobrecido, marginal, legitimado en sus propias bases sociales; y donde se combinan lo legal y lo ilegal acordes a la situación imperante y a un código de convivencia original que abreva tanto en las urgencias de las miserias como en las búsquedas esperanzadas de sobrevivir y cambiar. Dos mundos separados que muestran también algunos puentes y conexiones que no encuentran la manera de crecer y de consolidar un proyecto unificado.

 

El modelo de dualización

Aquí podemos observar la pobreza basada en la indiferencia que plantea el Papa se produce en el sistema mundial, sistema regional, en el sistema nacional y en el sistema El Estado en sociedades sub desarrolladas y empobrecidas no posee el poder en la mayoría de los casos y agravado por un sistema internacional jerárquico un poder que irradia equitatividad a toda la población. Sin embargo en las sociedades con poder militar, tecnológico, cultural, económico e industrial el Estado tiene más posibilidades de irradiar equidad a la población, más posibilidades, no significa que sea así necesariamente.

Esta situación produce una crisis de confianza que llega a la misma raíz del sistema social. La crisis de confianza se mueve en paralelo con la nueva confianza que expresa el despertar de originales formas de organizaciones, de reencuentro y solidaridades. Luego, hay una crisis de confianza en el sistema económico, en el político, y en las capas dirigentes que los encarnan. La confianza es un valor y la desconfianza rompe el sistema de representación tradicional de las dirigencias y de las organizaciones en diversos campos. Inversamente  la confianza alimenta las nuevas formas de convivencia que se pueden estar gestando.

El tema de la pobreza y su contraparte, la distribución de bienes ha sido abordada desde distintos ángulos, ideologías, y disciplinas científicas que desbordan largamente lo que estamos tratando como bosquejo.

En cualquier bibliografía existen dos paradigmas sobre el concepto de pobreza. El primero pasa por una ultra selección de variables e indicadores que podemos sintetizar como la medición de la perspectiva de la insuficiencia de ingresos y de las necesidades básicas insatisfechas. Por supuesto que  esta mirada opera un reduccionismo de la pobreza y desde las categorías analíticas donde el pobre es analizado como objeto y no como sujeto persona. Aquí aparecen las clasificaciones como “línea de la pobreza”, y de “indigencia”, “las NBI”, )Necesidades Básicas Insatisfechas) los “conceptos de exclusión, vulnerabilidad, marginalidad, desigualdad, etc.”.

El resultado es un reduccionismo económico sobre los estudios de la pobreza que señalan las carencias, privaciones o insuficiencias, tanto materiales como culturales, de los grupos, personas y familias pobres. Para colmo, la gran mayoría de estos estudios tienen el aval del estatus científico, científicamente comprobados de los organismos especializados internacionales.

Los pobres son seres pobres, no pobres solamente, el ser esta ahí viviendo y viviendo pobremente. Y en su carácter de persona el pobre es un actor agente que construye vida social, con una condición, que lo caracteriza: es pobre o indigente. La pobreza le da al ser características distintivas y lo hace hacer un mundo que es también un mundo de pobres.

La re-exigencia de analizar éticamente al ser pobre es conocer desde adentro la pobreza y los pobres y esto nos permite una reconceptualización de la pobreza, que es la que está realizando en forma inédita el Papa en su relación con los movimientos populares.

En las sociedades desarrolladas actuales la pobreza es un sub sistema dependiente del sistema social mayor que lo contiene. Las políticas sociales del Estado y de las organizaciones sociales cumplen el rol de asistir a un sub sistema que incluye a los excluidos de ciudadanía plena.

El subsistema de la pobreza en estos sistemas sociales  es auto referente y subsiste por ayuda, asistencia, e intervenciones de distintos ángulos y vertientes del sistema global. La función de este sistema es incorporar a sectores sociales residuales que están excluidos del sistema productivo y laboral.

La pobreza dejo de ser residual para transformarse en sistema” auto referente”. Es decir, sistema que se retroalimenta y se basta asimismo, aunque reciba insumos del entorno. Luego, hay un sistema social no pobre, complejo y diferenciado internamente, que se retroalimento autorreferencialmente y que intercambia insumos en el exterior.

La originalidad es que los dos sistemas, con todas sus diferencias, tienen su capacidad e incapacidades específicas. La capacidad de los pobres está en el poder que tienen y pueden generar, en primer lugar, para sobrevivir, resistir, formar familia, descendencia, redes sociales de pertenencia, y de referencia y en segundo lugar, para intentar luchar, rechazar, proponer y organizar formas de intervención para cambiar y transformar las situaciones existentes.

Los pobres, si toman consciencia como consecuencia de sus organizaciones, de sus propias capacidades, de su propia identidad, y de sus posibilidades de cambiar o modificar las cosas se convierten en actores transformadores de la realidad. Sin planeamiento y sin organización nadie puede cambiar su propia situación.

La capacidad es lo que resuelve la necesidad. Esto implica un posible giro al problema de las necesidades y de las necesidades insatisfechas. El replanteo de las capacidades de los pobres indica que no hay que poner el centro en la satisfacción de las necesidades, insatisfechas o no, sino en el mismo poder de los pobres o al menos, en la base de ese poder que lo constituyen sus propias capacidades, y en plantearse el refuerzo de esas capacidades para mejorarlas.

Esto implica que se traslada al valor de las estrategias y de las intervenciones desde el mundo no pobre a las del mundo pobre.

El problema principal de las acciones sobre la pobreza estriba en descubrir el conjunto de las capacidades de los pobres y las contribuciones posibles para potenciarlas. Y esto significa la obligación de sumarles a las estrategias del Estado, de las estructuras productivas y del empleo, y como así también y de las organizaciones sociales que estén en condiciones de realizar aportes significativos.

La estrategia de los pobres consiste en la aplicación de principios y prácticas sociales que imponen la disposición de sus capacidades son estrategias que poseen su propia especificidad.             Son organizaciones de esfuerzos e intenciones para obtener logros y superar las dificultades de la situación de pobreza.

Existe un gran desconocimiento del conjunto de la estrategia que los pobres construyen para establecer y defender modelos de vida, que implican relaciones sociales.

“Este pueblo de pequeños que he definido como “poetas sociales”, hombres de la periferia, de una vez al centro, con su propio bagaje de luchas desiguales y de sueños de resistencia, han venido a poner en la presencia de Dios de la Iglesia y de los pueblos, una realidad muchas veces ignorada, que gracias al protagonismo y a la tenacidad de sus testimonios, ha salido a luz. Pobres que no se han resignado a sufrir en la propia carne de su vida la injusticia y el despojo, sino que han escogido, como Jesús, dócil y humilde de corazón, de revelarse pacíficamente “a manos desnudas” contra ello. (Presentación del Papa Francisco. “La irrupción de los Movimientos Populares. “Rerum Novarum” de nuestro tiempo en Pontificia Comisión par a América Latina. Guzman, 2019)[102]

Como podemos ver el Papa Francisco deposita en las capacidades de los pobres la posibilidad de transformar la realidad como actores activos y sujetos sociales.

En este aspecto identifica a los Movimientos Populares como una fuente de revitalización moral de nuestras democracias y como el antídoto al populismo y a la política espectáculo.

Debemos superar “esa idea de las políticas sociales concebidas como una política hacia los pobres, pero nunca con los pobres, nunca de los pobres, y mucho menos inserta en un proyecto que reunifique a los pueblos”. (Encíclica Fratelli Tutti, n. 169)[103]

Esto, aunque moleste a muchos “pensadores” o incluso políticos de profesión constituye la marcha indetenible de los pueblos en la necesidad de su protagonismo para construir su propio destino. Y desde este enfoque Francisco los reconoce.

 

Los Movimientos Populares.

Podríamos decir que desde la emergencia del capitalismo han existido diferentes momentos en la historia de los movimientos sociales: por un lado, están los movimientos que plantean una agenda de demandas económicas y sociales, por ejemplo los llamados sindicatos. Por otro lado, tenemos a los movimientos que luego de la caída deL Muro de  Berlín reivindican diferentes y heterogéneas demandas como grupos feministas, ecológicos, colectividades de gays y lesbianas, y grupos de defensa del consumidor.

Representan conflictos de estilo de vida y de identidades diferentes. También en esta segunda etapa surgen las luchas ambientales junto con las luchas por los derechos indígenas y los derechos de la mujer, a los que se les suele denominar «Nuevos Movimientos Sociales”.

A diferencia de los Nuevos Movimientos Sociales, los Movimientos Populares se arraigan entre los sectores excluidos del acceso al sustrato elemental de la vida misma: la tierra, el techo, y el trabajo.

No existe consenso en cuanto al nombre con el que deben ser llamados estos movimientos. Tradicionalmente se los ha llamado Movimiento Social, Organizaciones Populares u Organización o Movimiento de base, aunque en las ciencias sociales ha predominado el nombre de Movimiento Social. Pero, en el caso de los Movimientos ligados al Papa Francisco se ha instalado como nombre, el de Movimientos Populares.

El nombre movimiento popular expresa mejor su condición social en oposición a los sectores dominantes, es decir su enraizamiento en las clases subalternas del capitalismo global. Además, esto indica el carácter abierto y pluralista del mismo lejano a las formas de encuadramiento rígido propias de los sindicatos y otras estructuras organizativas. Pero lo más importantes es otra cosa: incluye su característica cultural; una cultura distinta de la moderna, hegemónica, globalizada, una cultura popular, expresada en sus creencias religiosas y en su folklore, en historias y mitos compartidos. (Grabois, 2019)[104]

Lo novedoso y además frondoso de los poetas sociales es que estos movimientos instalan su activismo en el mundo de la sub política, es decir su acción es política, pero por debajo del Estado, como forma de participación alternativa a las instituciones o mejor afirmandose, fuera y más allá de las instituciones representativas del sistema político.

Es decir, siendo que el sistema de partidos políticos adolece de crisis de representación, el pueblo pobre ha abierto nuevos canales de participación. En esta hora de repensar la democracia el Papa Francisco dice: “Ustedes, las organizaciones de los excluidos y tantas organizaciones de la sociedad, están llamadas a revitalizar, a refundar las democracias que pasan por una verdadera crisis”. Sabemos que “mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la inequidad, no se resolverán los problemas y el mundo, en definitiva ningún problema”… Los movimientos populares, lo sé, no son partidos políticos, y déjenme decirles que en gran medida, en eso radica su riqueza, porque expresan en forma distinta, dinámica y vital de participación social en la vida pública. Pero no tengan miedo de meterse en las grandes discusiones, en Política. (Francisco, 2016)[105] ¿Quienes integran los Movimientos populares? Sus miembros representan a casi todos los sectores excluidos de la sociedad como consecuencia de la Globalización de la indiferencia: indígenas, obreros, campesinos, afro descendientes, poblaciones urbanos – marginales, recicladores de basura, movimientos ambientalistas, movimientos de mujeres, jóvenes y ancianos, vendedores ambulantes, habitantes de barrios pobres, gente sin techo y sin tierra. Como puede verse se trata de un movimiento pluralista y abierto: Es heterogéneo; cabe destacar que muchos de estos sectores sociales están insertos en lo que ellos mismos denominan economía popular (trabajo independiente de mera subsistencia, organizados comunitariamente, generalmente en el sector informal.

Se podría definir a la economía popular como los procesos inversos en la cultura popular, basados en medios de trabajos accesibles, y al trabajo desprotegido. En realidad, la economía popular es en primer lugar, la economía de los excluidos pues está conformada por todas las actividades que surgieron como consecuencia de la incapacidad del mercado para ofrecer un trabajo digno y bien remunerado como obrero en una fábrica o empresa. (Grabois y  Pérsico, 2017)[106]

La economía popular tiene una característica que la distingue: los medios de trabajo están en el seno del pueblo, en el barrio, en la calle, entre los vecinos, en la naturaleza. Por lo general tienen: muy poco capital, pocas tecnologías, baja productividad en términos capitalistas, informalidad en el intercambio y condiciones de trabajo precarias.

Las unidades económicas concretas que adoptan pueden ser: cooperativas, cooperativas de origen estatal, empresas recuperadas, emprendimientos familiares y trabajos por cuenta propia, talleres familiares, trabajo doméstico y del cuidado, núcleos de agricultura familiar, comunidad campesina, unidades de servicios comunitarios, etc.

¿Qué une a estos movimientos? No lo es un común componente ideológico, político o geográfico. Su agenda podría denominarse con lo que el propio Francisco ha llamado las tres T: Tierra, Techo y Trabajo.

Y en cuanto a la Tierra se incorpora el cuidado de la naturaleza dentro de la agenda ambiental que nos plantea la Laudato Sí. Podríamos incorporar una cuarta T: la Tecnología.

Al desatarse la pandemia en el 2020 Francisco envía una carta a los Movimientos Populares manifestándole que son un verdadero ejército invisible y sin armas más que la solidaridad, la esperanza y el sentido de la comunidad los que le hace pelear en la primera trinchera ante la pandemia.

Afirma: “Se lo mira con desconfianza por superar la mera filantropía a través la organización comunitaria o reclamar por sus derechos en vez de quedarse resignados esperando a ver si cae alguna migaja de los que detentan el poder económico… Sin embargo, no se encierran en la queja: se arremangan y siguen trabajando por sus familias, por sus barrios, por el bien común. Esta actitud de ustedes me ayuda, cuestiona y enseña mucho”.

Y luego como lo vimos en otros pasajes de la obra, ataca tambienen una forma directa ataca como lo vimos en otros pasajes de la obra a los paradigmas tecnocráticos: “Espero que los gobiernos comprendan que los paradigmas tecnocráticos (sean Estado céntrico, sean mercado céntrico) no son suficiente para abordar esta crisis y los otros grandes problemas de la humanidad”. Y contundentemente cierra la carta: “Espero que este momento de peligro no saque del piloto automático, sacuda nuestras consciencias dormidas y permita una conversión humanista y ecológica que termine con la idolatría del dinero y ponga la dignidad y la vida en el centro”. (Vatican News, 12 de abril de 2020)[107]

Estos movimientos no sintetizan en un proyecto político definido, llámese socialismo, justicialismo, estado de bienestar, o la realización del Reino de Dios en la historia. Se trata más bien de un movimiento social de carácter histórico, testimonial, hacedor, poético y con una fuerte mirada en el horizonte cristiano y no cristiano.

Estos Movimientos Populares son también, movimientos de impugnación, de resistencia, de crítica y de transformación social ambiental. No son simples excluidos, sino sobre todo gente que lucha contra la injusticia.

En lo concerniente a los repertorios de lucha, debe decirse que son innovadores, muy poco cercanos a la típica huelga, al paro de labores y se inscriben más dentro de los repertorios de privilegio del dialogo y la negociación.

En este sentido, los Movimientos Populares enfrentan la Globalización con una lucha global y universal. El Papa Francisco, al respecto, ha dicho en numerosas ocasiones que la globalización carece de universalidad, y que no es lo mismo globalización que universalidad. Los Movimientos Populares y su lucha si aspiran a la universalidad.

Es tiempo de encontrar en las políticas públicas en conjunto con las organizaciones populares una segunda etapa de los planes sociales que ya no sean únicamente redes de contención sino que pongan en juego las capacidades de las personas pobres para que se genere creación de puestos de trabajos que son más potentes que los programas de asistencia. Esto constituye un gran desafío ante la fragilidad del combate de la pobreza sustentado en transferencias monetarias directas. Por ello insistimos que la potencialidad de los movimientos populares residen en fortalecer la confianza desde adentro de las personas pobres y no desde afuera.

El Papa Francisco considera que, “el político es un hacedor, constructor con grandes objetivos, con mirada amplia, realista y pragmática, aun mas allá de su propio país”: Por ejemplo, no se puede abordar el escándalo de la pobreza con estrategias de contención que únicamente tranquilicen y conviertan a los pobres en seres domesticados e inofensivos…Significa hacerse cargo del presente en su situación más marginal y angustiante y ser capaces de dotarlo de dignidad”. (Encíclica Fratelli Tutti, n. 785)[108]

Lo dicho por el Papa no es más ni menos que unir la pobreza con el nivel de capacidades de las personas pobres como sujetos activos para transformar y cambiar la realidad. Es decir se trata de realizar una política con los pobres, y no una política de compensación para los pobres, este es el punto central de diferencia del Papa Francisco con políticas a veces de apariencia y bienestar social, pero que en el fondo son neoliberales, porque no confían en los pobres como personas.

“Aunque molesten, aunque pensadores no sepan cómo clasificarlos, hay que tener la valentía de reconocer que sin ellos la democracia se atrofia, se convierte en nominalismo, una formalidad, pierde representatividad, se va descarnando porque deja afuera al pueblo en su lucha cotidiana por la dignidad en la construcción de su destino.  (Encíclica Fratelli Tutti, n.146)[109]

Nos encontramos ante una realidad que hoy empieza a transformarse en agenda en nuestros países. Los planes sociales de primera generación que sirvieron y fueron tan exitosos en su primera etapa y en algunos aspectos promovieron las actividades de los movimientos sociales en forma exitosa hoy debe dar un salto cuantitativo y cualitativo, transformarse en programas de creación de trabajo como producto, como consecuencia de un poliedro basado en un plan entre el Estado, los Movimientos Populares y la Economía Popular. En este plano la educación juega un papel central en la incorporación de habilidades duras que tangan que ver con las nuevas tecnologías, pero también con las habilidades y el sentimiento de empatía, solidaridad, ayuda mutua y desarrollo local.

Debemos evitar el asistencialismo sin que eso signifique una mirada indiferente al problema, para al mismo tiempo, ir creando los marcos de estabilidad que saquen de la precariedad a muchas de estas organizaciones. En este aspecto no nos podemos entretener como dice el Papa en Francisco, (Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium. n. 96)[110] en el puro diagnostico “de lo que habría que hacer”. – El pecado del habriaqueísmo-, y quedar siempre paralizado, es la hora de la lucha, del sacrificio y de las constancias y por sobre todas las cosas de hacer y de realizar.

En síntesis, el compromiso del Papa con los Movimientos Sociales pasa por denunciar también la “cultural del descarte” o los “sobrantes”. “Ya no se trata simplemente del fenómeno de la explotación y de la opresión, sino de algo nuevo: con la exclusión queda afectada en su misma raíz la pertenecía a la sociedad en la que se vive, pues ya no se está en ella abajo, en la periferia, o sin poder, sino que se está afuera. Los excluidos no son explotados sino desechos, sobrantes” (Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, n. 53)[111] pero también, va más allá de las denuncias para transformar la realidad.

Material de descarte son los más de 40 millones de seres humanos desechados anualmente mediante las prácticas abortivas. Los “descartados” desde el seno materno, el aborto y el infanticidio son crímenes abominables, tal es la tendencia neo malthusiana y darwinista que esta inducida que esta introducida y difundida por la cultura dominante.

Son también tratados como material de descarte los niños abandonados, los jóvenes no escolarizados, las redes de delincuencia y el narco negocio, los drogadictos vagabundos, los refugiados que no pueden regresar al país, los cartoneros, que se alimentan con la basura, los ancianos y los enfermos abandonados, para los cuales se practican una eutanasia encubierta en realidad para el Papa Francisco es el Dios dinero y no la persona humana la que se plantó como centro del mundo.

Y como contrapartida la auto organización de las personas pobres en diferentes formas como movimientos populares no pueden no contar con el apoyo proactivo de la Iglesia y no desde una visión meramente asistencialista. Desde este amor preferencial por los pobres debemos caminar juntos a ellos en la búsqueda de pan, trabajo, vivienda, salud, a todos los privados de su dignidad humana, porque la pobreza para los cristianos “no es una categoría sociológica o filosófica y cultural”: no, es una categoría teologal. Diría que es la primera categoría, porque ese Dios el hijo de Dios, ha bajado, se ha hecho pobre para caminar con nosotros”. (Guzmán, 2019. Pág. 20)[112]

Por eso los movimientos populares como actores activos de la dignidad humana son denominados poetas sociales por el Papa, porque al ser persona, son el fundamento, el fin, y los sujetos de todas las comunidades e instituciones en la que se expresa y actúa la vida social.

 

 

  1. LA GUERRA JUSTA Y UNA NUEVA DOCTRINA DE LA PAZ.

 

Papa Francisco: «Sin la paz estamos todos derrotados»

«Jamás he encontrado que el Señor comenzara un milagro sin terminarlo bienDesde que, hace muchos años, leí y releí varias veces Los novios de Alessandro Manzoni, siempre he meditado esta frase durante mucho tiempo. Es una frase de esperanza, mientras vamos camino del Jubileo de 2025, cuyo lema he querido dedicar a esta virtud teologal: Peregrinos de la esperanza.

Benedicto XVI nos ha regalado una maravillosa encíclica sobre la esperanza, Spe Salvi. Escribe que “la ‘redención’, la salvación, según la fe cristiana, no es un mero hecho. La redención se nos ofrece en el sentido de que se nos ha dado una esperanza, una esperanza fiable, en virtud de la cual podemos afrontar nuestro presente: el presente, aunque sea un presente fatigoso, puede ser vivido y aceptado si conduce a una meta y si podemos estar seguros de este objetivo, si este objetivo es tan grande como para justificar el esfuerzo del viaje”.

Son experiencias que cada uno de nosotros ha vivido en su vida y que nos permiten afrontar nuestras caídas cotidianas con la certeza de que el Señor nos toma de la mano y nos levanta porque no quiere que nos quedemos en el suelo. A menudo he recordado “que solo el licito  mirar a una persona desde arriba solo para ayudarla a levantarse: nada más. Sólo en esto está permitido mirar hacia abajo. Pero nosotros los cristianos debemos tener la mirada de Cristo, que abraza desde abajo, que busca a los perdidos, con compasión. Esta es y debe ser la mirada de la Iglesia, siempre, la mirada de Cristo, no la mirada condenatoria”.

La guerra en Ucrania, ya en vísperas de su comienzo, nos interrogó a cada uno de nosotros. Después de los años dramáticos de la pandemia, cuando, no sin grandes dificultades y muchas tragedias, salíamos por fin de su fase más aguda, ¿por qué ha llegado el horror de este conflicto sin sentido y blasfemo, como toda guerra? ¿Podemos hablar con seguridad de una guerra justa? ¿Podemos hablar con confianza de una guerra santa?

Nosotros, hombres de Dios que anunciamos el Evangelio del Resucitado, tenemos el deber de proclamar esta verdad de fe. Dios es un Dios de paz, amor y esperanza. Un Dios que quiere que todos seamos hermanos, como nos enseñó su Hijo Jesucristo. Los horrores de la guerra, de toda guerra, ofenden el santísimo nombre de Dios, y lo ofenden aún más si se abusa de su nombre para justificar tan indecible matanza.

El grito de los niños, mujeres y hombres heridos por la guerra se eleva a Dios como una oración anhelante por el corazón del Padre. ¿Cuántas tragedias más tendremos que presenciar antes de que todos los involucrados en cada guerra comprendan que este es solo un camino de muerte que engaña solo a algunos de que son los vencedores? Que quede claro: ¡con la guerra estamos todos derrotados! Incluso aquellos que no tomaron parte en él y que, con cobarde indiferencia, se quedaron mirando este horror sin intervenir para traer la paz.

Todos nosotros, en cualquier función, tenemos el deber de ser hombres de paz. ¡Ninguno excluido! Nadie tiene derecho a mirar para otro lado. “En este mundo de la globalización hemos caído en la globalización de la indiferencia. Nos hemos acostumbrado al sufrimiento del otro, no nos concierne, no nos importa, ¡no es asunto nuestro! Vuelve la figura del innombrado del libro de  Manzoni. La globalización de la indiferencia nos convierte a todos en ‘anónimos’, responsables sin nombre y sin rostro”.

En vísperas del estallido de la Segunda Guerra Mundial, el Siervo de Dios Pío XII recordó al mundo que “nada se pierde con la paz. Cualquier cosa puede ser con la guerra. Que los hombres se entiendan de nuevo. Reanuden la negociación. Negociando con buena voluntad y respetando los derechos de los demás, descubrirán que las negociaciones sinceras y eficaces nunca están excluidas del éxito honroso».

Estoy especialmente agradecido a Francesco Antonio Grana porque ha recogido todos mis llamamientos por la paz en Ucrania. Estoy igualmente agradecido a su periódico, ilfattoquotidiano.it, porque, desde el comienzo de este conflicto, siempre ha dado amplia resonancia a estas palabras mías. Así como también estoy agradecido a los tantos otros hombres y mujeres que se han convertido en portadores de este mensaje, a menudo con concreción y en silencio.

Lo que tienes en tus manos es un texto que recoge lo que en estos meses de guerra me ha salido del corazón viendo las imágenes de esta inmensa tragedia y leyendo las terribles crónicas de ese y muchos otros conflictos demasiado olvidados en el mundo. Una especie de diario de guerra que ofrezco a los lectores con la esperanza de que muy pronto se convierta en un diario de paz y, sobre todo, en una advertencia a todos para que no vuelvan a repetir monstruosidades similares. Una verdadera encíclica sobre y para la paz en Ucrania y en cualquier otra parte del mundo.

Mientras sigamos rezando con insistencia por la paz en Ucrania, de verdad sin cansarnos, no debemos acostumbrarnos a esta guerra como a cualquier otra. No debemos dejar que nuestro corazón y nuestra mente se anestesien ante la repetición de estos graves horrores contra Dios y contra el hombre. No debemos, por ningún motivo en el mundo, acostumbrarnos a todo esto, dando casi por sentada esta tercera guerra mundial fragmentada que se ha convertido dramáticamente, ante nuestros propios ojos, en una tercera guerra mundial total.

¡Oremos por la paz! ¡Trabajamos por la paz! Seguros de que el Señor Jesús, Príncipe de la Paz, dará a Ucrania y al mundo entero, especialmente donde aún persisten tantos estallidos de guerra, la aurora de la mañana de Pascua.
Publicación de  la introducción del Papa Francisco al libro «Una encíclica sobre la paz en Ucrania» (Edizioni Terra Santa, editada por Francesco Grana) que recoge las intervenciones del Papa sobre el conflicto en Europa. El texto completo fue publicado por Il Fatto Quotidiano. » (Vatican News, 05 diciembre 2022)[113]

Realizaremos una interpretación de la introducción del Papa Francisco que va en consonancia con sus planteos de paz en el mundo y de denuncia de una Tercera Guerra Mundial, desde la óptica de que se va gestando en la Doctrina Social de la Iglesia y en especial con Francisco una nueva Doctrina de la Paz que coexiste con el concepto más dinámico ahora como producto de la evolución de la guerra del concepto clásico de Guerra Justa.

El Papa Francisco advirtió hace varios años que empezó la «tercera guerra mundial de a trozos». Su voz tronó en el desierto. Y la tercera guerra mundial «de a trozos» se transformó en una guerra continuada que se va irradiando en múltiples focos.

Eclipsada esta tercera guerra mundial bajo el falso rótulo de «guerra de Ucrania». En verdad y no entraremos a analizar en profundidad es una guerra de mutación del «orden» mundial entre EE.UU. y delineamientos en consecuencia de los futuros anillos de seguridad (y en síntesis occidente en su variante norteamericana y europea) y Rusia con sus aliados asiáticos.

La originalidad estratégica de esta guerra mundial consiste en que ambos bandos aplican todas las técnicas militares que se desarrollaron a lo largo de la historia en una sola guerra y otras estrategias por primera vez. (guerras cibernéticas y guerras digitales)

En el fondo la matriz estratégica militar es la combinación mixturada de guerra asimétrica y de guerra hibrida que tiende cada vez más peligrosamente a una detonación nuclear de imprevisibles consecuencias. No podemos caer en el simplismo de que las llamadas «bombas tácticas atómicas» sean bombas atómicas secundarias, son sencillamente bombas atómicas.

La geografía política mundial no se halla exenta de la disputa, incluso Nuestra América.

Nos llama la atención por lo delicado de la situación que muchos autodenominados expertos, analizan la guerra como si fuera un partido de fútbol, festejando de acuerdo a sus simpatías los «goles» de cada equipo.

Por eso, creemos más que nunca, que ha llegado la hora de la intervención del Papa Francisco como mediador en el camino de la diplomacia, con el apoyo de los Estados con peso internacional a partir de su liderazgo moral y de su vocación ecuménicas con las religiones abrahámicas.

En este punto es importante desentrañar el pensamiento Francisco, que por lógica, es inescindible de la Doctrina Social de la Iglesia.

Santo Tomás enumeró tres condiciones para considerar una Guerra Justa: 1) que sea declarada por la autoridad pública, que tiene a su cargo la defensa de la comunidad no solo frente a enemigos internos, sino también externos, 2) que exista una justa causa que legitime el uso de la fuerza como restauración de la justicia y 3) que esté motivada por una recta intención, dirigida a la consecución de la paz.

Sin embargo, con la metamorfosis de la guerra a lo largo de la historia, la novedad como dijimos al principio es que se mezclan las estrategias militares con un sistema armamentístico sofisticado y de última generación: operaciones convencionales, milicias no convencionales, guerrilla, terrorismo, y las novedosas guerras cibernéticas y guerras digitales.

Y por lo tanto, la doctrina de la Guerra Justa empieza a encontrar su techo, porque en el fondo apunta a la limitación de la violencia, pero es una limitante sólo esto, ante estas novedades estratégicas.

La Guerra Justa, en este contexto, cobra sentido en un caso extremo.

El Magisterio Social lentamente desde el Papa Juan XXIII y el Concilio Vaticano II y los posteriores Pontífices, nos parece que vienen realizando prudentemente un cambio de paradigmas.

La doctrina de la Guerra Justa, fue quedando relegada a una función residual, limitada a la guerra defensiva en determinadas condiciones.

La Doctrina Social, con la potente voz del Papa Francisco, afirma que el logro de una paz verdadera y estable debe excluir la guerra para pasar a constituir un imperativo ético universal e ineludible.

No somos ingenuos que la historia de la humanidad en gran parte, es la historia de sus guerras. No obstante, el deseo de una paz perdurable ha estado siempre presente en el corazón de la humanidad.

Los discípulos de Jesús, siguiendo los pasos del Maestro, saben que deben comprometerse a caminar por este mundo esforzándose hasta el fin de los tiempos por una Paz justa y verdadera.

No hay desarrollo social posible ni bienestar y menos una humanización de la globalización, si no hay Paz.

No podemos obviar lo nuclear en el pensamiento y la acción del Papa, qué es la figura geométrica del Poliedro, que ya lo incorporó como categoría en la Doctrina Social. El modelo del Poliedro refleja la confluencia de todas las parcialidades que en él conservan su originalidad.

«Es la conjunción de los pueblos que, en el orden universal, conservan su propia peculiaridad» (Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, n. 235-236)[114] De lo contrario, la globalización que uniforma es esencialmente imperialista y esclavizante de los pueblos.

El desafío más dramático consiste en no renunciar en cambiar la ecuación desde la Doctrina Social de lo que pregona con desesperación el Papa: inspirar una cultura integral de la paz desde la raíz del diálogo interreligioso e intercultural y por supuesto, para no caer en inocencias, no renunciar en segundo orden a la legitimidad de la Guerra Justa. El cambio de orden, nos parece, refleja paulatinamente un cambio de paradigmas.

Desde este enfoque, la no-violencia se debe plasmar en una diplomacia activa y altiva, donde en el caso concreto de la tercera guerra mundial -que corre el riesgo de desmadrarse poniendo en amenaza a la «casa común», el Papa Francisco sea el mediador de la Paz.

Por supuesto con el apoyo de los grandes Estados y ecúmenes religiosas -culturales y mediante un diálogo directo entre EEUU y Rusia y Estados observadores elegidos por unanimidad.

Y allí, si se produce o no, la activación de los canales diplomáticos sabremos quienes quieren la paz o una guerra destructiva para la humanidad.

 

  1. PAPA FRANCISCO / LA REVOLUCIÓN CULTURAL, ES URGENTE

Hemos venido sosteniendo desde hace un tiempo el desacople entre la velocidad de los tiempos tecnológicos que impulsa sin dudas la globalización y la lentitud del sistema educativo. Es decir, se fue creando una cultura de la habilidad en el uso de las nuevas tecnologías que no necesariamente reflejan una mayor educación, es decir una mayor cultura como personas libres.

El debate por la llamada “batalla por la educación” ha quedado atrapada a nuestro entender en dos polos que lo alejan del verdadero problema: a) abordar la cuestión educativa como un tema económico de gasto o inversión en base a la lógica del mercado o b) abordar la cuestión educativa encapsulándola a una mera lógica de herramientas didácticas. Aclaramos que la Didáctica es una rama de la Pedagogía-consistente en el cómo enseñar-, pero que fue hegemonizando a la Ciencia de la Educación, un caso análogo al de las Finanzas con la Ciencia Económica.

Cuando parecía que nos invadía un espíritu pesimista, en nuestro caso en carácter de docente egresado de una Universidad Católica (Universidad del Salvador, Bs As), sale a luz el 8 de diciembre de 2017 y publicada el 29 de enero de 2018 la nueva Constitución Apostólica del Papa Francisco “Veritas Gaudium”[115], referente a cómo encarar desde la Educación a este verdadero cambio epocal y no cambio de época.

Y justamente el Papa Francisco lleva al fondo del problema con su estilo directo, comprometido y sin evasiones. No realizaré -sería una falta de respeto- un análisis pastoral doctrinario de la “Veritas Gaudium” -La Alegría de la Verdad-, en la cual hace un nexo con la Exhortación Apostólica “El Evangelio de la Alegría” y con “La Laudato Si”.

Trataré de rescatar los aportes, por supuesto se me escaparán muchos, en que el Papa nos brinda luz.

Evidentemente el Papa no se deja avasallar por las grandes luces de la globalización que benefician a una minoría: “Frente a los grandes cambios de nuestra época, frente a la crisis antropológica y medioambiental, se necesita cambiar el modelo de desarrollo. El problema es que no disponemos todavía de la cultura necesaria para enfrentar esta crisis y hace falta construir liderazgos que marquen caminos. Esta enorme e impostergable tarea requiere, en el ámbito cultural de la formación académica y de la investigación científica, el compromiso generoso y convergente que lleve hacia un cambio radical, más aún (me atrevo a decir) hacia una valiente revolución cultural.”

Aquí podemos observar cómo advierte sobre la ausencia de liderazgo para llevar a cabo un nuevo modelo de desarrollo porque carecemos todavía de la cultura para que germinen esos nuevos actores. Y por el otro lado, va directamente al grano sobre rol de la Universidades católicas y el compromiso integral, y en este plano, su pensamiento es potente porque no ahorra críticas. Y esto llena de fortaleza, porque nos brinda la fuerza interior para seguir sin bajar los brazos, ya que en mi caso como estudiante universitario de grado y posgrado en universidades católicas conozco en persona castas de docentes, decanas o ex decanos, famosos por su falta de compromiso científico y vocación, sin diferenciarse de las élites liberales. Esto exigirá asimismo a las universidades públicas a un repensar en serio de la Reforma del 18 en su centenario y que no sea a la inversa, que la Reforma del 18 sea la bandera para mantener privilegios. El Papa desafía cuando dice directamente, necesitamos una revolución cultural.

Nos parece importante, cuando señala que el conocimiento no debe fragmentar: “…el hombre es capaz de llegar a una visión unitaria y orgánica del saber. Este es uno de los cometidos que el pensamiento cristiano deberá afrontar a lo largo del próximo milenio de la era cristiana”.

Únicamente un saber holístico nos salvará de poseer una antropología cristiana con esperanza, y no repetir el pesimismo tan de moda de Z. Bauman de la “sociedad liquida”. Y ella pasa por la búsqueda de la Verdad que es Jesucristo. Y en este ítem, el Papa nos dice “…necesitamos pensadores profundos que busquen un humanismo nuevo, el cual permite al hombre moderno hallarse a sí mismo.”

Y como prueba de lo que digo, del deber de las Universidades católicas -muchas de ellas castas privilegiadas y cunas del neoliberalismo y otras por supuesto que no- el Papa no tiene contemplaciones: “Ha llegado el momento en el que en los estudios eclesiásticos y Universidades católicas reciban esa renovación sabía y valiente que se requiere para una transformación misionera de una Iglesia en “salida”.

Por supuesto que nos invita al desafío a la Iglesia como pueblo de Dios: “En efecto. La tarea es vigente con nuestro tiempo consistente en que el Pueblo de Dios se prepare a emprender con espíritu una nueva etapa de la Evangelización. Esto requiere un proceso decidido de discernimiento, purificación y reformas. Y dentro de ese proceso, la renovación adecuada del sistema de los estudios eclesiásticos está llamado a jugar un papel estratégico”.

No nos consideramos para nada expertos en Teología, pero vemos un clero desactualizado en muchos aspectos, y con un alto clero sin nexo con la realidad -en muchas ocasiones, y en otros admirables ejemplos de compromiso-y un bajo clero que confunde pobreza con indigencia, por deformación ideológica que incluso, en no pocas ocasiones se hacen rifas para comprarle una campera en invierno. Esta desviación de un “cristianismo de izquierda” ya residual de las viejas épocas, no tiene nada que ver con los “pastores olor a oveja” de la periferia que habla el Papa. También, observamos un descuido de las Diócesis con respecto al Colegio Primario y Secundario, que se autodenominan católicos, y solo tienen de católicos rezar el Padre Nuestro y el Ave María. Francisco nos señala a todos.

En suma, el Papa Francisco acudiendo a su formación jesuítica es el primero en nuestra opinión, que sin negar la globalización se resiste a que la tecnología deshumanice al hombre, sino que se armonicen, brindándonos una hoja de ruta en el principal campo: la educación.

Cambio radical de paradigmas que lleve a una valiente revolución cultural”

 

  1. BIBLIOGRAFÍA

Documentos de  La Santa Sede

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PAPA FRANCISCO,  Querida Amazonia: Exhortación apostólica postsinodal del Santo Padre Francisco al pueblo de Dios y a todas las personas de buena voluntad (2 de febrero de 2020) . [Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco] Disponible en:  https://www.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20200202_querida-amazonia.html

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BELIZ Gustavo La geopolítica del cambio climático en su hora decisiva.  INFOBAE . [Diario en Línea] 9 de Septiembre de 2021Disponible en: https://www.infobae.com/opinion/2021/09/09/la-geopolitica-del-cambio-climatico-en-su-hora-decisiva/

VATICAN NEWS  El Papa: una sociedad es «civilizada» si lucha contra la «cultura del descarte» (30 enero 2020, 12:59) [Portal de Noticias en Línea Oficial de  la Santa Sede] Disponible en: https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2020-01/papa-sociedad-civilizada-lucha-contra-cultura-descarte.html

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[1] https://www.vatican.va/content/francesco/es/audiences/2015/documents/papa- francesco_20151028_udienza-generale.html

[2] https://www.vatican.va/content/francesco/es/apost_letters/documents/papa-francesco-lettera- ap_20161120_misericordia-et-misera.html

[3]  “Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver. Los justos le responderán: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, ¿y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?». Y el Rey les responderá: «Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo». https://www.bibliacatolica.com.br/el-libro-del-pueblo-de- dios/mateo/25/

[4] https://www.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/documents/papa- francesco_esortazione-ap_20131124_evangelii-gaudium.html

[5] Palabras improvisadas en el encuentro con los jóvenes en la Costanera de Asunción, Paraguay, el 12 de julio 2015.

[6] “El sentido de la conversión”. Papeles originales, Montevideo, 1942.

[7] “Probablemente hay  dos enemigos grandes de  la  amistad social: Primero son  las  ideologías que

capitanean todo. Tienden a capitanear, y las ideologías logran desarmar lo concreto de la naturaleza humana. Segundo enemigo son las pasiones. La pasión tantas veces busca eliminar al otro. Y no dejar que el  otro  ocupe  su  lugar.  Ideologías  y  pasiones  en  todo  el  mundo  van  contra  la  amistad  social…” https://pastoralsocialbue.org.ar/wp-content/uploads/2020/12/Mensaje-del-Papa-Francisco-con-motivo-de-la-XXIII-Jornada-de-Pastoral-Social.pdf

[8] MISAS MATUTINAS EN LA CAPILLA DE LA DOMUS SANCTAE MARTHAE. El pan sucio de la corrupción Viernes 8 de noviembre de 2013. https://www.vatican.va/content/francesco/es/cotidie/2013/documents/papa- francesco_20131108_pan-sucio-corrupcion.html

[9] “Además de no permitir ni justificar nunca más el robo y la coima, tendríamos que dar pasos más decididos y positivos. Por ejemplo, preguntarnos no sólo qué cosas ajenas no tenemos que tomar, sino más bien qué podemos aportar. ¿Cómo podríamos formular que también son “vergüenza” la indiferencia, el individualismo, el sustraer (robar) el propio aporte a la sociedad para quedarse sólo con una lógica de “hacer la mía”? VIII JORNADA DE PASTORAL SOCIAL LA NACION POR CONSTRUIR. Utopía – Pensamiento–Compromiso. https://pastoralsocialbue.org.ar/wp-content/uploads/2014/11/La-Nacion-por- Construir.pdf

[10] https://santuariodelujan.org.ar/mensaje-del-papa-francisco-para-la-cuaresma-2023/

[11] “Los pastores caminan con el pueblo, a veces delante, a veces en medio, a veces detrás. El buen pastor tiene que moverse así. Delante para guiar, en medio para animar y no olvidar el olor del rebaño, detrás porque el pueblo tiene también «instinto». Tienen un instinto para encontrar nuevos caminos hacia adelante, o para encontrar el camino perdido” (Roma, 18.IX.2021).

[12] https://www.vatican.va/content/francesco/es/apost_constitutions/documents/20220319-costituzione-ap-praedicate-evangelium.html).

[13] https://aica.org/noticia-mons-ojea-pidio-mirar-los-gestos-de-francisco-porque-son-muy-importantes

[14] Papa Francisco, Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual (24 de noviembre de 2013)  n 235-236. . Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco: https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[15] PNUD Índice de Pobreza Multidimensional Global 2018: La mitad de los pobres del mundo son niños y niñas. [Página Web   en Línea] Disponible en: https://www.undp.org/es/ecuador/news/%C3%ADndice-de-pobreza-multidimensional-global-2018-la-mitad-de-los-pobres-del-mundo-son-ni%C3%B1os-y-ni%C3%B1as

[16] Papa Francisco, Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual (24 de noviembre de 2013)  n. 20. . Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[17] Papa Francisco, Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual (24 de noviembre de 2013) n. 53. . Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[18] Papa Francisco, Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual (24 de noviembre de 2013) n. 55. . Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[19] Vatican News  El Papa: una sociedad es «civilizada» si lucha contra la «cultura del descarte» (30 de enero 2020, 12:59). [Portal de Noticias de  la Santa Sede] Disponible en: https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2020-01/papa-sociedad-civilizada-lucha-contra-cultura-descarte.html

[20] Papa Francisco: Cuidar a los ancianos y a los jóvenes es la cultura de la Esperanza. MISAS MATUTINAS EN LA CAPILLA DE LA DOMUS SANCTAE MARTHAE. VATICAN NEWS [Portal de Noticias de  la Santa Sede] Lunes, 30 de septiembre de 2019. Disponible en:  https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2020-01/papa-sociedad-civilizada-lucha-contra-cultura-descarte.html

[21] Papa Francisco, Carta Encíclica Fratelli Tutti,  sobre la fraternidad y la amistad social (3 de octubre de 2020)  n. 215. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[22] Papa Francisco, Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual (24 de noviembre de 2013) n. 235–237. . Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[23] FERNÁNDEZ Víctor Manuel. Bergoglio siempre rechazó las dialécticas que enfrentan, y su ideal es el poliedro.  Instituto Humanitas Unisinos  14 Outubro 2016  [Pagina Web   en Línea] Disponible en: http://www.ihu.unisinos.br/161-noticias/noticias-espanol/561173-victor-manuel-fernandez-bergoglio-siempre-rechazo-las-dialecticas-que-enfrentan-y-su-ideal-es-el-poliedro

[24] Vatican News  (27 febrero 2021, 07:00) Criterios evangélicos para discernir los mesianismos en el mundo de hoy.  [Portal de Noticias de  la Santa Sede] Disponible en: https://www.vaticannews.va/es/iglesia/news/2021-02/criterios-evangelicos-discernir-los-mesianismos-victor-codina.html

[25] PAPA FRANCISCO. 2017. Latinoamérica. Conversaciones con Hernán Reyes Alcaide. Edit. Planeta. Buenos Aires.

[26] BARRIOS, Miguel Ángel. El Latinoamericanismo en el pensamiento politico de Manuel Ugarte. Biblos.BsAs. 2007.

[27] PAPA FRANCISCO. 2017. Latinoamérica. Conversaciones con Hernán Reyes Alcaide. Edit. Planeta. Buenos Aires.

[28] Papa Francisco, Carta Encíclica Fratelli Tutti, sobre la fraternidad y la amistad social (3 de octubre de 2020) n. 219. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[29] AICA. Jornada de Pastoral Social: El Papa advirtió sobre los enemigos de la amistad social. 3 de diciembre, 2020. [Página Web  en Línea] Disponible en: https://aica.org/noticia-jornada-de-pastoral-social-el-papa-advirtio-sobre-los-enemigos-de-la-amistad-social

[30] AICA. 3 de diciembre, 2020. ob. cit.

[31] Vatican News. El Papa pide rezar en julio por la construcción del diálogo y la amistad social. Vatican News. 30 junio 2021, 14:30 [Portal de Noticias en Línea] Disponible en: https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2021-06/video-del-papa-intencion-julio-2021-rezar-por-amistad-social.html

[32] Papa Francisco, Carta Encíclica Fratelli Tutti,   sobre la fraternidad y la amistad social (3 de octubre de 2020) n. 198. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[33] Papa Francisco, Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, sobre el anuncio del evangelio en el mundo actual n.228. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[34] Cardenal Jorge M. Bergoglio, sí. “Corrupción y pecado. Algunas reflexiones en torno al tema de la corrupción”. Editorial Claretiana. Buenos Aires. 2005.

[35] Papa Francisco, Exhortación Apostólica Gaudete Et Exsultate,   sobre el Llamado a la Santidad en el Mundo Actual (19 de marzo de 2018) n.6. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[36] Vatican News . Ángelus del Papa. Hay una sordera interior que es peor que la física: la del corazón- Vatican News. 05 septiembre 2021, 12:10 [Portal de Noticias en Línea] Disponible en: https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2021-09/angelus-papa-hay-sordera-interior-pero-que-fisica-la-del-corazon.html

[37] Papa Francisco, Encíclica Laudato sí, Sobre El Cuidado de la Casa Común (24 de mayo de 2015) n. 1. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco: https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[38] Papa Francisco, Encíclica Laudato sí,  Sobre El Cuidado de la Casa Común (24 de mayo de 2015) n. 2. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco: https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[39] VATICAN NEWS. Las religiones abrahámicas firman un documento en el Vaticano.  Vatican News. 07 enero 2023, 15:14 [Portal de Noticias en Línea] Disponible en: https://www.vaticannews.va/es/vaticano/news/2023-01/las-religiones-abrahmicas-firman-un-documento-en-el-vaticano.html

[40] GUARDINI. Romano El ocaso de la sociedad moderna. Editorial Hess. Basel. 1950.

[41]Papa Francisco, Encíclica Laudato sí,Sobre El Cuidado de la Casa Común (24 de mayo de 2015) n. 101. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco: https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[42] Papa Francisco, Encíclica Laudato sí, Sobre El Cuidado de la Casa Común (24 de mayo de 2015)  n. 103.    Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco: https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[43]  VATICAN NEWS. Mensaje conjunto del Papa, el Patriarca Bartolomé I y el Arzobispo Welby (07 septiembre 2021, 14:00)  [Portal de Noticias en Línea] Disponible en: https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2021-09/mensaje-conjunto-papa-bartolome-arzobispo-welby.html

[44]Papa Francisco, Encíclica Laudato sí, Sobre El Cuidado de la Casa Común (24 de mayo de 2015) n.209. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco: https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[45] Papa Francisco, Encíclica Laudato sí,Encíclica Laudato sí, Sobre El Cuidado de la Casa Común (24 de mayo de 2015) n.138. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco: https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[46] Papa Francisco, Encíclica Laudato sí, Sobre El Cuidado de la Casa Común (24 de mayo de 2015) n. 141. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco: https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[47] Francisco, Encíclica Laudato sí,  n.138. ob. cit.

[48] Papa Francisco, Encíclica Laudato sí, Sobre El Cuidado de la Casa Común (24 de mayo de 2015) n. 117. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco: https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

 

[49] Papa Francisco, Encíclica Laudato sí, Sobre El Cuidado de la Casa Común (24 de mayo de 2015)  n. 23. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco: https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[50]Papa Francisco, Encíclica Laudato sí, Sobre El Cuidado de la Casa Común (24 de mayo de 2015) n. 137. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco: https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[51] Papa Francisco, Encíclica Laudato sí, Sobre El Cuidado de la Casa Común (24 de mayo de 2015) n. 139. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco: https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[52] Papa Francisco, Encíclica Laudato sí, Sobre El Cuidado de la Casa Común (24 de mayo de 2015)  n.146. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco: https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[53] Papa Francisco, Encíclica Laudato sí, Sobre El Cuidado de la Casa Común (24 de mayo de 2015) n. 156. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco: https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[54] BELIZ. Gustavo Editor.  Eco Integracion en America Latina. Primera Edición. BID. Editorial Planeta. Buenos Aires. 2017.

[55] Papa Francisco, Querida Amazonia: Exhortación apostólica postsinodal al pueblo de Dios y a todas las personas de buena voluntad (2 de febrero de 2020) Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco: https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[56] BELIZ. Gustavo, ob. cit.)

[57] Papa Francisco, Encíclica Laudato sí, Sobre El Cuidado de la Casa Común (24 de mayo de 2015) n. 49. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco: https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[58] Papa Francisco, Encíclica Laudato sí, Sobre El Cuidado de la Casa Común (24 de mayo de 2015), n. 93. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco: https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[59] BELIZ Gustavo. La geopolítica del cambio climático en su hora decisiva.  INFOBAE . [Diario en Línea] 9 de Septiembre de 2021. Disponible en: https://www.infobae.com/opinion/2021/09/09/la-geopolitica-del-cambio-climatico-en-su-hora-decisiva/

[60] Papa Francisco, Encíclica Laudato sí, Sobre El Cuidado de la Casa Común (24 de mayo de 2015) n. 218-219. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[61] Papa Francisco, Gaudete et Exsultate,  Exhortación Apostólica sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo (19 de marzo de 2018)  n.7. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[62] METHOL FERRÉ Alberto y Alver METALLI. “La América Latina del siglo XXI”. Edhasa. Buenos Aires. 2006.

[63] BAUMAN. Zygmunt “Modernidad Liquida”. Fondo de Cultura Económica. México. 2000.

[64] HARARI Yuval Noah. “De animales a dioses”. Breve historia de la humanidad. Editorial Debate. Buenos Aires 2016.

[65] VATICAN NEWS. Dios nos defiende de la mundanidad espiritual que corrompe a la Iglesia. El Papa Francisco, en la misa de esta mañana celebrada en la Casa de Santa Marta…16 mayo 2020, 08:34 [Portal de notocias de la Santa Sede] Disponible en: https://www.vaticannews.va/es/papa-francisco/misa-santa-marta/2020-05/dios-nos-defiende-de-la-mundanalidad-espiritual-que-corrompe-a-l.html

[66] RAMOS DÍAZ Ary Waldir.  Bauman al Papa: “Usted es luz al final del túnel de la globalización” ALETEIA [Pagina Web en Línea] publicado el 09/02/18 Disponible en: https://es.aleteia.org/2018/02/09/bauman-al-papa-usted-es-luz-al-final-del-tunel-de-la-globalizacion/

[67] AICA. El Papa recuerda que los santos, desde el cielo, siguen «dándonos una mano» [Portal de Noticias en Línea] 7 de abril, 2021 Disponible en: https://aica.org/noticia-el-papa-recuerda-que-los-santos-desde-el-cielo-siguen-dandonos-una-mano

[68] Papa Francisco, Gaudete et Exsultate,  Exhortación Apostólica sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo (19 de marzo de 2018)  n. 19. . Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[69]  Papa Francisco, Gaudete et Exsultate,  Exhortación Apostólica sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo (19 de marzo de 2018)  n. 111. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[70] Papa Francisco, Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, sobre el anuncio del evangelio en el mundo actual n. 94. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[71] Papa Francisco, Gaudete et Exsultate,  Exhortación Apostólica sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo (19 de marzo de 2018) n. 36. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[72]  Papa Francisco, Gaudete et Exsultate,  Exhortación Apostólica sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo (19 de marzo de 2018) n. 44. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[73] Papa Francisco, Gaudete et Exsultate,  Exhortación Apostólica sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo (19 de marzo de 2018) n. 47. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[74] Papa Francisco, Gaudete et Exsultate,  Exhortación Apostólica sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo (19 de marzo de 2018) n. 57. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[75] Papa Francisco, Gaudete et Exsultate,  Exhortación Apostólica sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo (19 de marzo de 2018) n. 15-18. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[76] Papa Francisco, Gaudete et Exsultate,  Exhortación Apostólica sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo (19 de marzo de 2018) n. 32. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[77] Papa Francisco, Gaudete et Exsultate,  Exhortación Apostólica sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo (19 de marzo de 2018) n. 15. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[78] Papa Francisco, Gaudete et Exsultate,  Exhortación Apostólica sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo (19 de marzo de 2018) n.147. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[79] Papa Francisco, Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, sobre el anuncio del evangelio en el mundo actual n. 11. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[80] Papa Francisco, Gaudete et Exsultate,  Exhortación Apostólica sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo (19 de marzo de 2018) n. 167. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[81] Papa Francisco, Gaudete et Exsultate,  Exhortación Apostólica sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo (19 de marzo de 2018) n. 170-173. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[82] Papa Francisco, Gaudete et Exsultate,  Exhortación Apostólica sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo (19 de marzo de 2018) n. 6. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[83] Papa Francisco, Gaudete et Exsultate,  Exhortación Apostólica sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo (19 de marzo de 2018), n. 8. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[84] Papa Francisco, Gaudete et Exsultate,  Exhortación Apostólica sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo (19 de marzo de 2018) n. 18. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[85] Papa Francisco, Gaudete et Exsultate,  Exhortación Apostólica sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo (19 de marzo de 2018) n. 145. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[86] Papa Francisco, Gaudete et Exsultate,  Exhortación Apostólica sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo (19 de marzo de 2018) n. 25. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[87] Papa Francisco, Gaudete et Exsultate,  Exhortación Apostólica sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo (19 de marzo de 2018), n. 22. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[88] VATICAN NEWS. Videomensaje del santo padre Francisco a los participantes en la conferencia internacional «A politics rooted in the people» (una política arraigada en el pueblo) Vatican News, (2021) [Portal de Noticias en Línea de la Santa Sede] Disponible en: https://www.vatican.va/content/francesco/es/messages/pont-messages/2021/doc uments/papa-francesco_20210415_videomessaggio-conferenza-londra.html

[89] VATICAN NEWS. El Papa recibe en audiencia a Sánchez, Presidente del Gobierno de España, (24 octubre 2020, 13:00) [Portal de Noticias en Línea de la Santa Sede]] Disponible en: https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2020-10/papa-recibe-en-audiencia-a-sanchez-presidente-del-gobierno-spain.html

[90] VATICAN NEWS. Visita a Lampedusa Homilía Del Santo Padre Francisco Campo de deportes «Arena» Lunes, 8 de julio de 2013 [Portal de Noticias en Línea de la Santa Sede] Disponible en: https://www.vatican.va/content/francesco/es/homilies/2013/documents/papa-francesco_20130708_omelia-lampedusa.html

[91] SEBRELI Juan José. “Dios en el Laberinto”. Edit. Sudamericana. 2017. Buenos Aires.

[92] ZANATTA. Loris El populismo jesuita. Edhasa. Buenos Aires. 2015.

[93] Papa Francisco, Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, sobre el anuncio del evangelio en el mundo actual, n. 204. . Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[94] Papa Francisco, Encíclica Fratelli Tutti, Sobre la Fraternidad y la Amistad Social, n. 159. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[95] [95] Papa Francisco, Encíclica Fratelli Tutti, Sobre la Fraternidad y la Amistad Social n. 157. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[96] Papa Francisco, Encíclica Fratelli Tutti, Sobre la Fraternidad y la Amistad Social, n. 132. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[97] Papa Francisco, Encíclica Fratelli Tutti, Sobre la Fraternidad y la Amistad Social, n. 162. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[98] Papa Francisco, Encíclica Fratelli Tutti,, Sobre la Fraternidad y la Amistad Social, n.178. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[99] Papa Francisco, Encíclica Fratelli Tutti,, Sobre la Fraternidad y la Amistad Social, n. 182. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[100] VATICAN NEWS. Viaje apostólico del santo padre Francisco a Ecuador, Bolivia y Paraguay (5-13 de julio de 2015) PARTICIPACIÓN EN EL II ENCUENTRO MUNDIAL DE LOS MOVIMIENTOS POPULARES. DISCURSO DEL SANTO PADRE. Expo Feria, Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) Vatican News, Jueves 9 de julio de 2015 [Portal de Noticias en Línea de la Santa Sede] Disponible en: https://www.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2015/july/documents/papa-francesco_20150709_bolivia-movimenti-popolari.html

[101] Papa Francisco, Encíclica Fratelli Tutti, Sobre la Fraternidad y la Amistad Social n. 109. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[102] GUZMÁN Carriquiry Lecour  y Gianni La Bella. Editor (2019) La irrupción de los movimientos populares. «Rerum Novarum» de nuestro tiempo. Libreria Editrice Vaticana.

[103] Papa Francisco, Encíclica Fratelli Tutti, Sobre la Fraternidad y la Amistad Social n. 169. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[104] GRABOIS Juan. (2019) Movimientos Populares y el Papa Francisco. En La irrupción de los movimientos populares. «Rerum Novarum» de nuestro tiempo. Libreria Editrice Vaticana.

[105] FRANCISCO, Discurso del santo padre Francisco a los participantes en el encuentro mundial de movimientos populares aula Pablo VI. Vaticano. Sábado 5 de noviembre de 2016 [Portal de Noticias en Línea de la Santa Sede] Disponible en: https://www.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2016/november/documents/papa-francesco_20161105_movimenti-popolari.html

[106] GRABOIS Juan y Emilio PÉRSICO. “Trabajo y Organización en la Economía Popular. Asociación de los trabajadores de la Economía Popular. Buenos Aires. 2017.

[107] VATICAN NEWS. Carta Del Santo Padre Francisco a los Movimientos Populares. Vatican News, 12 de abril de 2020 [Portal de Noticias en Línea de  la Santa Sede] Disponible en: https://www.vatican.va/content/francesco/es/letters/2020/documents/papa-francesco_20200412_lettera-movimentipopolari.html

[108] Papa Francisco, Encíclica Fratelli Tutti, Sobre la Fraternidad y la Amistad Social, n. 785. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[109] Papa Francisco, Encíclica Fratelli Tutti, Sobre la Fraternidad y la Amistad Social, n.146. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[110] Papa Francisco, Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual (24 de noviembre de 2013)  n. 96. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[111] Papa Francisco, Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual (24 de noviembre de 2013)  n. 53. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[112] GUZMÁN Carriquiry Lecour  y Gianni La Bella. 2019). ob. cit.

[113] VATICAN NEWS. Papa Francesco: «Senza pace siamo tutti sconfitti» Vatican News, 05 dicembre 2022 [Portal de Noticias en Línea de la Santa Sede] Disponible en: https://www-vaticannews-va.translate.goog/it/papa/news/2022-12/prefazione-papa-francesco-libro-grana-enciclica-pace-ucraina.html?_x_tr_sl=auto&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=wapp

[114] Papa Francisco, Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual (24 de noviembre de 2013)  n. 235-236. Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

[115] Papa Francisco, Constitución Apostólica Veritatis Gaudium, sobre las Universidades y Facultades eclesiásticas (8 de diciembre de 2017). Sitio Oficial de La Santa Sede. Sección Papa Francisco https://www.vatican.va/content/vatican/es.html

 

 

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